viernes, 22 de enero de 2010

Los señores de los avales

He leido, con interés, un informe que publica La Vanguardia (22-1-10) sobre si los directivos de la actual junta de Laporta deben de avalar o no en caso de presentarse a las próximas elecciones. La conclusión es clara para las fuentes jurídicas consultadas: hay que rascarse el bolsillo si se quiere participar, aunque se llamen Ferrer y Godall. "Ninguna combinación posible de candidatos a la presidencia del FC Barcelona debería verse eximida de la obligación de avalar". Es decir, lo contrario de lo que defiende el directivo Josep Cubelles, responsable de la Comisión de Disciplina del club y compañero de desayuno/tertulia y lo que haga falta del presidente Laporta en su oficina fija del "Pipper´s" Club.

Si usted, o tú, estás interesado en este tema, vale la pena entrar en la hemeroteca de LV y leerse el informe. Quien lo firma es Xavier G. Luque, un periodista que siempre hay que leer por el interés de sus escritos y con el rigor que le caracteriza, rigor y profesionalidad que le viene de casta. Ya su padre, García Castells fue un excelente periodista en los años difíciles. Todavía conservo artículos suyos y algún que otro libro, como el Llibre d´or del futbol català. Digo ésto, porque ante tanto juntaletras que escriben pensando más en la invitación o en la cartera, vale la pena seguir a los que dignifican la profesión y sienten amor y vocación por lo que hacen. De ahí que les recomiende este escrito (como podría hacer de otros muchos) para aquellos barcelonistas que están interesados en el tema.

Lo que dice y escribe Xavier G. Luque generalmente va a misa. Lo que dicen algunos directivos, voceros y juntaletras, Josep Cubells incluido, no van a ninguna parte.

Además, hay una cuestión de ética y de principios. Ante las urnas, todos igual. Si unos tienen que avalar con sus dineros y patrimonios, no tiene razón de ser que otros, porque continúen bajo el paraguas de Laporta no tengan que hacerlo.

Ya cuando se constituyó la junta actual, tras la victoria del año 2003, unos entraron por la cara, por la cara de quienes les avalaban, entre ellos, según mis noticias, el compañero del café matutino del presi, recién salido de la ducha.

Para Jaume Ferrer, además, tener que avalar no es algo nuevo. Ya lo hizo cuando entró, no sé si con contravales o no, pero respondió por él y otros. Hubo quién fue directivo, o directiva, sin avalar, por ser mujer o hija de quién era.

Alfons Godall supongo que en su día avalaría, no sé si con sangre, sudor y lágrimas propias o no. Pero figura que avaló, lo que intenta no hacerlo ahora.

El presi, dónde no llegaba él, llegaba el suegro, o el cuñado, que para eso, entonces, eran familia modélica.

Ahora, como muy bien apuntan esas fuentes jurídicas consultadas, los que vayan, estén tocados o no por la gracia del presi, si quieren ir a las urnas, lo mismo que los socios tienen que depositar las papeletas para votos, ellos, los que sueñan con heredar el laportismo, deberan rascarse los bolsillos, aunque no sé qué encontraran en ellos.

¿Y Xavier Sala i Martin ? El chaquetas no sé cómo se lo hará pero con eso de ser economista seguro/seguro/que una vez más entrara como Pedro por su casa, sin necesidad de presentar aval por ser "vos quién sóis". Los hay que nacen con la estrella, por decirlo finamente.