domingo, 29 de junio de 2008

Rosell/Ronaldinho.

Laporta ha dicho que hay moción de censura, no elecciones. Si es así, ¿por qué el vice y delfin, Ferrán Soriano, lleva quince días en campaña electoral?. Y si es así, ¿por qué han fichado un director de campañas electorales?. Como siempre, Laporta dice una cosa, hace otra y miente como de costumbre. Credibilidad, cero patatero.

Pero a lo que vamos. Sandro Rosell, en su impecable/valiente/sincera rueda de prensa (lo que no se atrve a hacer el presi) entre las muchas cosas sensatas que dijo es que había que intentar recuperar a Ronaldinho. Algunos (los tontos) lo han criticado. Los inteligentes, los humanos, lo han valorado. Es lógico. Rosell ha dicho lo que él haría y ha puesto con el culo en el aire al presi, a toda la junta directiva y al secretario técnico.

No es cuestión ahora de debatir si ha sido o no el culpable el futbolista. No se trata de eso. Se trata de intentar ayudar, primero, a una persona, después a un deportista. ¿Es imposible recuperarlo?. Yo, de entrada, siempre estaré de lado de cualquier persona que intente echar una mano a una persona que necesita/precisa salir de una situación. No es cuestión de dinero. Es cuestión de humanidad. ¿Dejaría usted tirado a un hijo, a un familiar....?. Si es capaz de hacerlo, usted es la mala persona, el inmoral, no quién se ha equivocado.

Por eso aplaudo, la decisión, la postura, la humanidad expresada por Rosell, de la misma manera que condeno/rechazo la actitud adoptada por el presidente, toda la junta directiva y el secretario técnico a lo largo de todo éste tiempo que no han hecho nada/nada/absolutamente nada para sacar del pozo al futbolista.

Además, hay qué preguntarse porqué el brasileño ha entrado este año en esta crisis. Porque la temporada anterior no lo estaba, digan lo que digan. Mientras él lideró el equipo (con Messi y Eto lesionados), el Barcelona era líder en la clasificación y Ronaldinho máximo goleador y máximo asistentes. La crisis comenzó con la incorporación de Eto y sus destructivas palabras en Vilafranca, amparadas/protegidas por el presidente y toda la junta directiva. Ahí comenzó la crisis del Barça y también del propio Ronaldino.

Por otra parte, no se puede olvidar que sólo abandonar la directiva Rosell, el presidente Laporta, su cuñado Echevarría y el vicepresidente económico Soriano fueron a cenar con el brasileño ofreciéndole el oro y el moro, incluso un carísimo perro. En aquella cena, sin pedir nada el jugador ni su tan criticado hermano, los directivos allí presentes le ofrecieron un contrato hasta el año 2014....para después incumplir la promesa y lo que es peor no decir nada al jugador ni a su hermano de aquel contrato. Es decir, en el caso Ronaldinho, quién comenzó a fallar no fue el jugador, sino el presidente y el vicepresidente económico. Por tanto, ellos deben carga con la correspondiente carga de responsabilidad que ha originado el caso del brasileño.

Sandro Rosell no ha querido echar leña al fuego diciendo lo que podía decir y se ha limitado a decir que había que intentar recuperarlo. Primero por la persona, segundo por el jugador y en tercer lugar, por su revalorización patrimonial.

Aquí hay una cosa clara. El Barça sin Ronaldinho ya no ha vuelto a ser el equipo que era. Porque Ronaldinho ha sido un punto y aparte, como lo fue Kubala que, por cierto, en su etapa de ídolo atravesó una gran crisis por su inclinación a la vida nocturna barcelonesa y encontró una mano (Samitier) que le ayudó a recuperarse como persona y futbolista y durante muchos años volvió a ser útil/utilísimo al Barça.

Y acabo. ¿Alguno de ustedes creen que si Ronaldinho no fuera recuperable el Milán seguiría tan interesado en contratarlo....?

En el caso de Ronaldinho, además de los errores del propio jugador, ha habido mucha hipocresía directiva, diciendo una cosa y haciendo otra. Ese doble lenguaje, esa doble moral, que ha impartido Laporta y varios de sus compañeros de junta.

Ya dijo Rosell, en referencia al presidente, que las personas con el tiempo no cambian, se desnudan. Y Laporta hace tiempo que está en cueros. Como, al parecer, le gusta.

Ronaldinho.

viernes, 27 de junio de 2008

El poder de Sandro Rosell.

Sandro Rosell ha hablado. Salvo en la presentación de su libro "Bienvenidos al mundo real" (un best seller catalán) prácticamente no ha abierto la boca desde que dimitió como directivo del FC Barcelona. Salvo en raras/rarísimas excepciones/muy excepcionales, ha dejado oir su voz. Y es que en contra de lo que pueda parecer, el ex vicepresidente deportivo no es amigo de los papeles. Ni de los micros. Ni de las cámaras. No le gusta el protagonismo. Lo que sucede es que su figura es tan/tan/tan mediática, que incluso sus ausencias y sus silencios son noticias. Es decir: todo lo contrario a Laporta que ha nacido buscando el estrellato aunque va camino de morir estrellado.

Rosell y Laporta son tan/tan/tan opuestos que por eso duraron tan escaso tiempo juntos. A Laporta le podían los nervios (por no decir los celos) comprobar que su vice deportivo, sin hacer nada, tenía mucho más tirón popular que él. Y además de popularidad, convencimiento y credibilidad entre todos. Entre los descamisados y entre los poderosos. Inaudito. Pero tan real como su Bienvenido al mundo real.

Rosell es mucho Rosell sin Laporta. Y Laporta es poco/muy poco sin Rosell. Ésto ya se sabía antes de aquellas elecciones del 2003. Después ha quedado más de manifiesto, sobre todo para los que no lo sabían.

A Laporta le hubiera gustado toda su vida ser un Rosell. Pero ésto no se hace, se nace. Rosell podía haberse dedicado a vivir (y muy bien) del patrimonio familiar, lo que le habría encantado a Laporta, sin embargo, a Rosell le habría traumatizado vivir a cuenta de. Es la diferencia que hay entre el creativo/el imaginativo/el emprendedor y el cuentista. Por eso uno (Rosell) sin ser presidente, es considerado como tal, y el otro (Laporta) siendo el presidente, necesita decir y recordar que es presidente.

Laporta ha sido incapaz de someterse a una rueda de prensa. Rosell se ha sometido al bombardeo periodístico. Es también la diferencia que hay entre quien tiene mucho que esconder (supongo) y quien nada tiene que ocultar. Es ser opaco o ser transparente.

Aún no había abierto esta mañana la boca Sandro Rosell, que los lamelaportianos ya lanzaban puñales contra el ex vice deportivo. Antes de escucharle, ya se repetían hablando de "tapado" de la moción y que no hay todavía elecciones. Era (es) como una consigna lanzada por quien (supongo) ya trabaja para el todavía presidente y para el todavía su delfín (Soriano).

En las próximas horas, vamos a ver/vivir como toda una maquinaria, la de Laporta-Soriano, se tira al deguello del futuro candidato presidencial. Y más, mucho más, al oirse que el club vive en un desgobierno total, en una desestabilización total, que Ronaldinho, Deco y Eto son recuperables, que el intento de remodelación del Camp Nou es una aventura faraónica y que las finanzas de la entidad (más o menos maquilladas) están como estaban en la época de Gaspart. Que una cosa es la deuda bancaria y otra muy distinta la realidad (proveedores, acreedores, patrimonio...).

La aparición de Rosell no ha estado con un ajuste de cuentas. No es su estilo. Ha salido para hacer un llamamiento a los socios que acudan a las urnas con libertad para votar el seis de julio en la moción de censura y que hay que respetar la voluntad de los socios sea cual fuere el resultado final. Que puede ser un reforzamiento de la directiva actual o una convocatoria anticipada de las elecciones y que en este supuesto él y su equipo están preparados ya.

Es lo que ha querido decir. Pero es tanto su poder de convocatoria que la rueda de prensa, en vez de durar cinco minutos, ha durado una hora y cinco minutos. Y es que Sandro Rosell, como un simple socio, es más/mucho más que el socio-presidente-actual. Por eso me imagino que en estos momentos, los celos presidenciales y delfinatos seran tan grandes, que deben estar dando y dando vueltas a cómo conbatir la sombra alargada de Sandro Rosell. Y me temo que el reciente fichaje de un nuevo asesor de imagen por parte de los que quieren seguir en el poder no será suficiente para frenar lo que es natural, lo que es expontáneo, lo que es ser carismático y mediático aunque no pretenda serlo.

Y es que unos nacen (Rosell) y otros se (des)hacen (Laporta).

miércoles, 25 de junio de 2008

Llauradó/Trallero y Laporta.

La moción de censura está, como quien dice, a la vuelta de la esquina. Pero parece haberse enfriado. Poco, casi nada, se habla de la iniiciativa de Oriol Giralt y los más de nueve mil socios que la han respaldado. Pero la moción ya ha significado (pase lo que pase) el mayor correctivo sufrido por un presidente y su junta directiva en la historia del club. Esta moción, sin recursos económicos ni periodísticos, ha tenido (tiene) más consistencia, más fuerza y más dureza que la inventada por Laporta en su época de agitador antinuñista. Aquella fue tan injusta como ésta justa y merecida y no porque no se hayan logrado títulos en estos últimos años, sino por la actitud más improcedente que un presidente barcelonista haya podido evidenciar en su etapa al frente del club. Y es que ya se puede decir, sin temor al error ni la injusticia que Laporta, junto a Gaspart, han sido los peores presidentes de la historia de la entidad desde el punto de señorío/de civismo/de representatividad. No deja de ser curioso (no sorprendente) que en estos días el único que se ha posicionado de una forma descarada al lado de JL haya sido justamente Gaspart, haciendo buena aquella frase de Dios los cría y ellos se juntan.

Todo lo contrario, por ejemplo, de la actitud tomada por Jaume Llauradó, ex candidato a la presidencia del FC Barcelona. Con Llauradó se puede estar más o menos de acuerdo en determinados planteamientos pero nadie puede negar (ni tan solo dudar) de su gran barcelonismo. Llauradó ha hecho más/mucho más por el Barça, que la mayor parte de los actuales directivos que rodean -y palmean- al presidente actual. De entrada, durante los años de nuñismo, Llauradó fue siempre una oposición cívica/constructiva/ejemplarizante (ahí está en el recuerdo su magnífico Fórum Samitier), mientras que Laporta fue un oposicionista-agitador, practicante del tirar la piedra y esconder la mano y con un cerocerismo a su aportación constructiva al club. En su etapa de oposición furibunda a Núñez, ¿qué hizo de constructivo Laporta en todos aquellos años?. Nada. Criticar/criticar/criticar. Acudiendo a todas las tertulias (y más) para desencadenar el hacha de guerra, la mayor parte de ellas sin justificación alguna. Lo que nadie ha hecho actualmente nadie y lo que nadie hizo entonces, incluído Llauradó que fue un elemento discrepante pero nunca destructivo.

Ahora, cinco años después de los últimos comicios, Jaume Llauradó ha roto su silencio de cinco años y lo ha hecho en La Vanguardia para decir una gran verdad: "No perdamos dos años más con Laporta". "Creo que es importante que todos los barcelonistas vayamos a votar a favor de la censura. Simplemente porque nos ahorraremos dos años de agonía que no podemos perder". Más claro, el agua. En su lúcido talante blaugrana, Llauradó ha añadido a Ramón Alvarez: "Lo malo no es sólo no haber conseguido títulos: es la actitud de Laporta, es que al socio se le esté dejando de lado, es que se haya adjudicado la reforma del Camp Nou sin consultar a nadie, es la falta de ilusión en las secciones, es el trato a las peñas que estos días tanto visita el presidente, es el dudoso beneficio de la compra de unos terrenos en Viladecans....Y en lo deportivo, han pasado tantas cosas, ha habido tantas decepciones sin que la junta tomase una determinación.....".

Hablar así, con tanta claridad, con tanta rotundidad, con tanta crudeza, no es el estilo de Llauradó para quienes le conocemos desde hace muchos/muchos años. Y eso que no ha querido profundizar más. Porque si alguien conoce bien/muy bien, el entorno, todo el entorno de JL y de Johan Cruyff es este próspero constructor descubridor de una cantera única que le ha proporcionado una vida cómoda cuya pasión y vocación ha sido/es y será el FC Barcelona.

Las palabras pronunciadas por este ex candidato, que mereció mejor suerte y mayor respeto por parte de los barcelonistas, no hay que dejarlas caer en saco rato. Llauradó habla poco, pero cuando habla dice cosas y las dice única y exclusivamente pensando en el bien de su-Barça, de ese Barça que forma parte de su vida y que tan injustamente le trataron las urnas, quizá, porque aquel no era su momento. Detrás de Gaspart se quería un cambio radical y los socios confiaron más en el nuevo fuego que representaban un grupo de jóvenes y emprendedores socios, donde el menos importante era JL aunque aportara la cara y su pico de hojalata, más propio de un trilero que de un candidato blaugrana. Ese estilo laportiano, totalmente devaluado, sigue sin embargo practicándolo el presi, con ese juego de palabras en las que siempre pretende confundir, como muy bien escribía Manuel Trallero en un artículo titulado "La samfaina catalana".

"El señor Laporta, próximo ex presidente del Fútbol Club Barcelona, ha iniciado una gira por comarcas, lo que ahora se denomina el territori, para hacer frente a la moción de censura. La soledad del señor Laporta es manifiesta y de toda la cohorte de jaleadores mediáticos sólo le restan dos palmeros: el señor Fermí Puig y el señor Espadaler. El resto ha ido desertando vertiginosamente, al mismo ritmo que se producían los fracasos deportivos".

"Pues bien -sigue escribiendo Trallero en LV- en su visita a las peñas de Olot, el señor Laporta utilizó la dialéctica samfaina catalana, que es la salsa de casi todos los platos ideológicos que nos tragamos los catalanes, un tótum revolútum que consiste en confundir la gimnasia con la magnesia. Allá el señor Laporta reafirmó su fe catalanista, como podía explicarnos que hace punto de cruz o que pertenece a la sociedad colombófila. Pero el señor Laporta se confesó catalanista, un catalanista singular, si me permiten el comentario, que no tuvo inconveniente en mantener en su juta directiva a su cuñado, miembro de la Fundación Francisco Franco".

Y Manuel Trallero finaliza así su artículo (que vale la pena leer y releer): "El señor Laporta, al concluir su arenga ante el público de Olot, profirió unos vibrantes gritos de ritual, prácticamente marciales. Dijo "visva el Barça i visca Catalunya lliure" para poner punto final a su intervención. Debo confesarles que estoy francamente intrigado por conocer el significado exacto del "visca Catalunya lliure". Puedo entender perfectamente que alguien grite "visca Catalunya independent", porque al fin y al cabo perseguir la independencia de Catalunya es tan legírtimo como pretender lo contrario. Lo de "lliure" es lo que me cuesta entender. ¿El señor Laporta acaso propugna una Catalunya libre de peajes de autopistas?, o quizás el señor Laporta crea que Catalunya está ocupada por España, un lugar donde por cierto hay miles de seguidores del Barça y es preciso "liberarla" de semejantes infiltrados?. Siento curiosidad por saberlo".

Y yo.

viernes, 20 de junio de 2008

La casa por la ventana.

Hace veinte años, un joven talento/novedoso/impetuoso/imaginativo Alfons Arús inventó un programa televisivo titulado "La casa por la ventana". Fue, creo, su primer gran impacto televisivo de los muchos que ha (sigue) generado y que además de sus grandes éxitos (radiofónicos/televisivos) han servido de trampolín para un gran número de profesionales hoy muy conocidos, pero entonces desconocidos.

Estos días de convulsión barcelonista me acuerdo (además de Arús, mucho) de aquel primerizo y original título televisivo de "La casa por la ventana" que es lo que están intentando imitar estos días Joan (antes Juan) Laporta y Ferrán (antes Fernando) Soriano en el Barça. Con una notable diferencia. Mientras Arús desprendía genio/sabiduría/inteligencia con cuatro duros de presupuesto para cada uno de los programas, éstos, el nuevo Dúo Sacapuntas blaugrana (Laporta-Soriano) están tirando la casa por la ventana a base de dinero/mucho dinero/más dinero y sin ningún tipo de originalidad. Todo lo que llevan gastado (no invertido) hasta ahora y lo que seguirán gastándose en los próximos días, no tiene como objetivo el proceso de un proyecto pensado/meditado y planificado. Es fichar por fichar, caiga lo que caiga. Sea bueno, menos bueno y hasta malo. Y si es necesario recuperar lo ya tenido y regalado (caso Juan Carlos Navarro) para pagar ahora a precio de oro.

¿Y todo ésto por qué?. Lo saben como yo. Por la moción de censura presentada por el socio barcelonista Oriol Giralt y nueve mil socios acompañantes, más la sombra de Sandro Rosell por todos los rincones. Esta iniciativa crítica, válida y constructiva cuando la instrumentalizó JL contra Núñez, y hoy considerada autodestructiva para el club para todos los botafumeiros al servicio del laportismo y algo más, ha provocado toda esta oleada de fichajes, más fichajes, repescas, más repescas, todo ello pensado única y exclusivamente en generar portadas y titulares para desactivar la bomba de relojería (la moción) que tienen debajo del culo (si es que les queda) todos los directivos, desde JL hasta el último, pasando por el chaquetas (XSM).

En esta carrera desenfrenada por lograr que no prospere la moción y los envíe a todos los lunes al sol, JL y FS han decidido empequeñecer la política despilfarradora de Gaspart que ya es decir, por mucho que después el vanidoso (FS) vaya por Catalunya Rádio diciendo que él e Ingla van en metro por la vida. Cuando escuché al tamariz-barcelonista-de-los números diciendo que viajando en metro desmienten la fabulación de los aviones privados utilizados con cargo al heraldo blaugrana, me quedé estupefacto. Pero no por la hipocresía del delfin-laportiano, sino por la sonrisa, la gracia y la docilidad de quién le entrevistaba que incluso le dió pie para que el sacrificado vice de los números afirmara que estos días va con una mochila a cuestas cargada de papeles por el muchísimo trabajo que tiene.

A este funambulista de los números que es FS, aprendiz de chaquetas y soñador de presidente, ya es la tercera o cuarta vez que le escucho y le leo que va herniado de trabajo y lo dice dedicándole horas y horas al ocio del autobombo, mientras probablemente usted y yo (más usted que yo) estamos trabajando como putas para pagar la cuota de socio o la hipoteca (o ambas cosas).

Hay que tener cara. Hay que echarle cinismo. Y la prensa beata mirando hacia otro lado o comiendo donde ni usted ni yo lo hacemos, en el rancho-visa de oro de Passeig de Grácia, otrora hotel de gran prestigio, hoy devaluado por los fogones del mayor lame del culerismo laportiano.

Laporta, Soriano y quien tendría que vigilar los números (el chaquetas) están pues en proceso de tirar la casa por la ventana con tal de desactivar la moción y continuar todos en el palco de los hermanos Marx, con perdón in memoriam para los mayores genios que ha dado la vida humorística universal.

No sé si en este echar todo por la ventana, se incluye ya la nómina del nuevo inquilino, Xavier Roig, fichado no solo por su barcelonismo, sino para echar una mano a todos estos cuentistas y malabaristas del barcelonismo con tal de seguir engañando a los socios para que les sigan votando y continúen contándonos sus penas, ahora en metro.

Al final todo esto de la casa por la ventana tendrá su coste y es de sobras conocido quién acabará pagando la fiesta. Ellos, no.

miércoles, 18 de junio de 2008

Guardiola: te pagan los socios.

Cuando hace tiempo surgió el nombre de Guardiola como entrenador del FC Barcelona, ya dí me parecer. No me entusiasmaba. Ser un buen futbolista, conocer el club por dentro, no son elementos suficientes para avalar una categoría. Es evidente que Rijkaard tampoco venía precedido de un gran currículum como técnico, pero su experiencia era mayor/mucho mayor que la de Guardiola. La de Pep o la de Josep. La experiencia internacional del hoy técnico blaugrana no es muy importante. Más bien, lo contrario. Su paso por Italia fue con más pena que con gloria (escándalo de doping incluído, aunque años después una sentencia le exculpara). Después, jugar en los paises árabes o ser segundo de Juanma Lillo en un equipo mexicano, no es un palmarés de oro. Dinero sí, gloria poca, por no decir ninguna. Su gran ilusión fue fichar por un club notable inglés, pero la oferta nunca llegó.

La trayectoria de Guardiola como futbolista se centra pues en el Camp Nou y su carrera como entrenador se ha centrado en el Mini al frente del filial. En Tercera División. Lo ha hecho campeón y lo ha ascendido a Segunda B. Pero tampoco es una hazaña como para dedicarle los Telenoticies.

Guardiola fue el director de orquesta del dream team. Un excelebte futbolista. Pero jugaba en el terreno donde no se reparte leña. El fútbol, desde que es fútbol, es una lucha entre delanteros y defensas. Es decir: en el área. Ahí se juega el fútbol y ahí se juegan las piernas y el físico. Centrocampistas de tuya-mía, ha habido muchos y muy buenos. Como los siguen habiendo. Pero los futboleros, esos que maman el fútbol de todas las categorías los fines de semana, que además del Barça, van a la Gramanet, a Pubilla Casas, a la Mina, a los centrocampistas-organizadores les llaman "centrocuentistas". Para esos aficionados/aficionados al fútbol/fútbol es, como lo toros, se juega en la zona de riesgo: o en el área, o pegado al toro.

Guardiola ha sido un triunfador dónde no hay cornadas, aunque sufriera una grave lesión de la que se repuso después de viajar por toda Europa. No ha sido valiente en el campo, pero ha sido contante. Muy constante.

Fuera, en la calle, es también una persona atípica en el fútbol. Sus gustos, sus vocaciones, sus amigos, están más cerca de los círculos del Liceu o el Palau de la Música que de los graderios populares del fútbol.

Pero con tantos años viviendo del fútbol sabe que para ser elitista se necesita dinero y el dinero lo da el fútbol. Por eso si tiene que fotografiarse con Laporta, lo hace. Para eso está asesorado por Evarist Murtra, un barcelonista tradicional, que nunca está con nadie, pero que al final está con todos los presidentes, incluso con los que ha puesto a parir.

Los primeros pasos de Guardiola en la escena azulgrana no me han gustado. No me gustó que le hiciera la cama a Rijkaard (él ya sabía que iba a ser entrenador, incluso había visitado a Cruyff, mientras el entrenador holandés todavía vivía en el limbo). Esa forma de pactar su entrada en el primer equipo es más propia de un técnico-buitre que de un técnico-técnico. Pero nadie dijo nada. Y es que Guardiola, o Josep, o Pep, tiene más prensa/prensa que nadie. Siempre la ha cultivado y la prensa ha estado/está con él. No hay más que ojear los diarios, escuchar la radio o ver la televisión. Aún no ha hecho nada (sólo ascender de Tercera División) y ya se le compara con los mejores entrenadores del mundo. No hay como caer en gracia.

Pero a pesar de la procesión de botafumeiros que lleva detrás, he dicho que no me han gustado sus primeros pasos. Ya he dicho la encamada a Rijkaard, pero ahora se han sucedido otras actitudes discutibles, por no decir condenables. Su rotundo anuncio de no contar con Ronaldinho/Deco/ Eto'o. Me parece de una torpeza impropia de alguien que dice conocer la casa y el fútbol. De un plumazo, se ha cargado a tres jugadorazos, lo que demuestra además una total inexperiencia empresarial.

Una vez, un entrenador holandés del Real Madrid, Beenhakker, se le ocurrió la idea en un partido de la Copa de Europa de dejar en el banquillo de los suplentes al ídolo Butragueño. Al día siguiente, a primera hora de la mañana, Ramón Mendoza, entonces presidente, citó en el club al técnico y le preguntó: "¿Qué estaba lesionado Butragueño?". El entrenador respondió: "No. Está bien, pero he preferido a otro". Mendoza le contestó: "Mire: Butragueño es patrimonio de la entidad y usted es la última vez que juega con el patrimonio del club". Beenhakker ya nunca más lo puso en la suplencia.

Pues bien: decir, antes de hablar con los interesados, que no quiere a Ronaldinho/Deco/Eto'o, es tal metedura de pata que si el Barça tuviera una directiva como Dios manda y no como la que tiene ahora, ya le habría llamado la atención. Pero los Laporta, Soriano, Murtra no le han dicho nada porque de empresarios tienen lo que yo de bombero: nada.

Les recomiendo que leen el artículo escrito por Alfred Rexach en "La Vanguardia", titulado "El comedor de marrones" en el que, entre otras cosas puede leerse: "No es sólo fútbol. Es negocio, y ayer Pep Guardiola se lo cargó. Samuel Eto'0, Ronaldo de Assis Moreira, Ronaldinho, y Anderson Luis de Souza, Deco, tres de los más notables y valiosos jugadores del mundo, ya valen menos en el mercado futbolero internacional, donde lo que cuenta es la imagen. Josep Guardiola, Pe, nuestro Pep, el noi de Santpedor, quizá será un gran entrenador, quizá, pero es difícil pensar que alguien lo contrataría como bróker para invertir en bolsa".

Más claro, el agua.

Pero no quiero terminar aquí. Guardiola también ha dicho que el día 6 de julio irá a votar al Camp Nou la moción de censura. "Como socio participaré. Ojalá vayan a votar todos los socios, porque así el club y el presidente saldrían refozados".

Guardiola, que se supone que conoce el club, tendría que saber que la moción de censura es una cuestión de los socios y no de los técnicos y debe ahorrarse cualquier manifiestación que vaya dirigida en beneficio de un sentido u otro. Porque a Guardiola, que yo sepa, y supongo que él sabe, no le pagan ni Laporta, ni Soriano, ni Murtra, le pagan los socios. Y no debe pronunciarse en favor de nadie ni en contra de nadie. Callarse. Hay más de nueve mil socios que han votado por una moción de censura y el entrenador del Barça debe respetar a todos los socios, incluídos esos. Salvo que lo hayan contratado como entrenador para hacer campaña en favor de Laporta. Si es así, que lo diga.

sábado, 14 de junio de 2008

Sandro Rosell, el líder.

Ramón Crespo es un barcelonista histórico. A las nuevas generaciones quizá poco les dice su nombre. Pero Ramón Crespo ha escrito/dibujado/caricaturizado muchos años de la historia del Futbol Club Barcelona. Ahora, en su retiro espiritual de Menorca, se dedica a pintar. Su gran vocación/su gran pasión desde hace muchos años. Antes, su vida agitada y universal, le impedía crear el arte que ha compuesto con el pincel entre los dedos.

Crespo conoce (ha conocido) el Barça como pocos. Su barcelonismo es de cuna y después de vocación. Durante años vivió apasionadamente el Barça desde la revista "Barça", aquella magnífica revista inspirada/creada/fundada por Josep María Barnils, un barcelonista excepcional que encontró la muerte trágicamente cuando el coche que viajaba junto a sus padres y secretaria cayó en un pantano catalán y todos perecieron, menos la secretaria. Fue un duro golpe para el barcelonismo y especialmente para Carles Barnils que de golpe se quedaba sin sus padres y su hermano.

El relevo barcelonista lo recogió Carles Barnils hasta que en una de tantas luchas internas del club, decidió escindirse y fundar otra revista, "R.B", que era tan barcelonista como la otra pero desde el club le pusieron la etiqueta de "oposicionista" para que no la leyeran los culés. Pero los culés cultos, intelectualizados, con espíritu crítico, y que se sentaban cerca del palco, iban los domingos al Camp Nou con la revista opositora bajo el brazo. Para que los que mandaban vieran que algunos miles no estaban de acuerdo.

En esos años de ya divisionismo barcelonista (algo consustancial con el club desde que Gamper lo fundara), Ramón Crespo, de quien les hablaba, me comentaba un día que "el Barça sin batallas familiares no era el Barça". Y me añadía: "Sólo el día que el Barça tenga un presidente líder, un auténtico líder espontáneo, no de piedra y cartón, el Barça dará un salto tan grande que barrera a todos los demás. Porque un club que ha sido capaz de crecer lo que ha crecido, con riñas familiares y presidentes-de-papel, es inimaginable donde puede llegar".

Ramón Crespo era ya entonces uno de los pocos barcelonistas con visión universal. Su visión era tan grande, tan rica, tan profunda, que abandonó todo (menos el barcelonismo) para dedicarse a impulsar carreras artísticas hasta convertirlos en estrellas mundiales. Desde la multinacional discográfica de la CBS (entonces la de mayor poderío) cuidó/mimó/trabajó/potenció a cantantes que han sido (son) estrellas mundiales en los cinco continentes. La lista sería interminable de nombres extranjeros. De españoles, ahí están las trayectorias de Julio Iglesias, Plácido Domingo, Mocedades, Mecano, Miguel Bosé....por citar algunos ejemplos en los que el sello-Crespo ha estado presente. Su gran ilusión habría sido incorporar a Joan Manuel Serrat, por admiración primero y por coincidencia blaugrana después. O al revés. No importa.

Un día, comiendo en "El mató de Pedralbes", le pregunté a Ramón Crespo si era complicado fabricar un líder, de lo que fuera. Él había estado en la cocina de muchísimos líderes. Su respuesta fue rotunda: "Un líder de papel, no". Y me añadió: "Pero un líder/líder es imposible de fabricar. Se le ayuda, pero no se le hace. El líder nace" y me explicaba que todos los líderes de laboratorio tenían una corta vida; "En la canción, en el deporte, en la política, en el empresariado..."

En esa comida, amena, alegre, enriquecedora como siempre, me volvió a recordar la ausencia de un gran líder en la directiva del Barça. "Parece mentira que un club que ha generado tantos socios y simpatizantes con madera de líderes universales, no haya encontrado todavía ese verdadero líder que lo dirija". Y hablamos, naturalmente, de grandes líderes barcelonistas, como Pau Casals, Joan Miró, Alberto Closas, Joan Manuel Serrat, Oriol Regás, Antoni Tapies, Modest Cuixart....gentes todas ellas barcelonistas que el pueblo los sigue, cada uno en su campo, como auténticos líderes, sin necesidad ninguno de ello de someterse a las reglas del laboratorio. "Son líderes porque lo son por sí mismos...".

Esa noche, hablando casí más del Barça que de la canción, acompañé a Crespo a un invento televisivo suyo: unir por vez primera -y única- al grupo vasco Mocedades con el extraordinario tenor Plácido Domingo (un madridista que durante sus años de estancia en Barcelona era un habitual en el Camp Nou) para interpretar a dúo una canción que alcanzaría fama mundial: "Maitechu mía". Crespo me dijo: ahora veras, in situ, cómo es un líder. Plácido llegó de Londres al plató de Esplugues de Llobregat sin tiempo de prepararse la canción que iba a interpretar en directo por televisión ante unos quince millones de espectadores que era la audiencia de aquel programa en que intervenían. Plácido se repasó dos veces la letra con Amaya y Mocedades, y a la hora y media actuaban en directo ante las cámaras. Parecían que habían ensayado toda la vida. La actuación fue un ímpacto y el éxito de ventas un bombazo. "Esto es un líder".

Explico todo ésto porque ahora que el Barça tiene una moción de censura por en medio, se habla ya de dos futuros contrincantes: Sandro Rosell y Ferrán Soriano. De Laporta ya apenas se habla. Su tiempo de caducidad está señalado en unos mínimos y en unos máximos. Pero ya es más ayer, que hoy o mañana. Y es que Laporta no ha sido un líder de base, ni con base. Ha sido un vendedor de humo, que nada tiene que ver con los liderazgos. Facilidad de palabra hueca, pero nada más. Todo el rosario de torpezas cometidas es la demostración más clara y palpable de lo que no es un líder.

Ahora, los medios de comunicación intentar centralizar la futura batalla electoral entre otros dos líderes: Soriano y Rosell. Pues bien: no hay confrontación real/auténtica/verdadera. Uno, Soriano, pertenece a ese tipo de personas que pretenden pasar por un laboratorio (al precio que sea) para convertirse en un llamado líder. Pero él, de por sí, no sólo no es un líder. Es la antítesis del líder: frío/distante/fingido/forzado/irreal...Como me dijo un buen amigo mío, experto en comunicación audiovisual, tras verle "actuar" en TV3: "Es el perfecto jefe de planta de El Corte Inglés de Diagonal".

Aquí, quierase o no, se presente o no, el único líder/líder que tiene el barcelonismo a los ojos humanos es Sandro Rosell. ¿Por qué?. Porque Rosell ha nacido líder. Es líder. No necesita de toda una maquinaria a su servicio (como Soriano) para llegar a las gentes, para llegar al barcelonismo. Yes más: Rosell es el único de lo que hay en el mercado azulgrana a la vista, capaz de hacer del Barça un club más grande todavía. Y universalizarlo de verdad. Soriano tiene la vista corta. Mira en pequeño, aunque intente hablar en mayúsculas. Rosell tiene la vista larga. Mira -y vive- en globalidad. Su sueño -dicen- es hacer del Barça lo que es inimaginable pensar, porque su cerebro, su talento, va mucho más allá que los demás.

Soriano, como Laporta, viven un síndrome: el liderazgo de Sandro Rosell. Saben que su sola presencia les es desestabilizadora. Rosell no necesita ni fermines ni espadalares. Los otros dos, sí. Sandro, por libre, tiene más fuerza magnética que todo el laportismo y sorianismo de laboratorio. Es la diferencia entre quién es líder de verdad (Rosell) y quienes lo han soñado pero no han nacido para serlo (Laporta y Soriano).

jueves, 12 de junio de 2008

Soriano, el "gaspart" de Laporta.

Ferrán Soriano está en campaña. Mejor dicho: en doblecampaña. Una, la que menos le importa, en favor del club para decir que hay que votar en la moción de censura a favor de Laporta. La segunda (campaña), la que más le importa, en beneficio propio. Como futuro candidato (delfín) en las próximas elecciones a la presidencia del FC Barcelona. Falta saber cuándo serán. Si próximamente (en caso de perder la moción de censura), a medio plazo (tras ganarse la moción pero renacer las pañoladas en el Camp Nou) o cuando tocan, dentro de dos años. En opinión del hombre-delfín de JL, lo ideal sería que fueran dentro de dos años. Que los candidatos esperen dos años. "Es mejor que esperen". Traducido: que Sandro Rosell (sin citarlo) se espere dos años. Que les dejen dos años más para hacer y, sobre todo, para deshacer

Es indudable que Soriano está en campaña/campañísima. Hace diez días, en La Vanguardia. Hoy, en "El Club" de TV3. Ya dije cuando fue entrevistado por Dagoberto Escorcia (página y media) era un palo, todo un palo, leerse la entrevista por bien escrita/arreglada/maquillada por el autor (Dagoberto Escorcia). Pero le eché valor y me la leí. No por Soriano, que ya sé lo que me podía vender. La leí por Escorcia, al que leo siempre que escribe.

Como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, hoy he vuelto a tropezar para tragarme este nuevo palo: Soriano en su doble campaña. La de vender presidente (JL) y venderse así mismo, para superar la moción de censura que les aguarda.

Soriano ha llegado con aire sonriente. En plan americano. No sé si entraba ya en el plató con el sello de Xavier Roig, el periodista reconvertido en los últimos años en jefe de marketing electoral y del que se dice que lo ha fichado Soriano pensando en su futuro personal. Pero después de ver/escuchar al candidato-delfín, o Xavier Roig no ha fichado todavía, o no ha intervenido todavía. Porque tras escuchar las primeras (primerísimas) palabras del vice, es para cesar al asesor que le haya asesorado o para autocesarse en caso de no tenerlo. Sólo sentarse, Albert Om le ha preguntado si seguía la Eurocopa. Respuesta rotunda: no. Y ha argumentado su respuesta diciendo que no ve ningún partido porque tiene mucho trabajo en el Barça.

Como TV3 no es la TF1, ni Albert Om pretende ser un héroe de la televisión y sí en cambio le gustaría (supongo) ser como Patrick PoivreArvor, el mito de la televisión francesa, treinta años liderando la audiencia hasta que Sarkozy le ha puesto la zancadilla para que le sustituya Laurence Ferrari, veinte años más joven que Patrick y dicen ex amante de Sarkozy, pues bien, como Albert Om pretende vivir y sobrevivir en la tele de la Rosa Cullell no ha querido poner en un aprieto/compromiso a Soriano preguntándole que si no tiene tiempo de ver la Eurocopa por el mucho trabajo que tiene, "¿Y qué coño hace usted aquí, en el plató, a las cinco de la tarde con el trabajo que tiene?". Pero como Om, además de independentista, no es mal tío, no ha querido convertirse en el primer mártir de Rosa Cullell, máxime si tenemos en cuenta que los laportistas acaban de fichar a Luis Enrique (primo de la Cullell por parte de mujer) y a Pep Guardiola, el niño de los ojos de Zapatero.

Con éstos precedentes amiguistas-familiares cualquiera dejaba en ridículo a Soriano. Y como no ha habido ese acto de heroismo por parte del presentador, la entrevista ha sido una-más-de-Soriano. Diciendo que todo lo hacen muy bien y él particularmente mucho mejor. A pesar de que hacía un esfuerzo por sonreir, por caer bien, por ser más simpático, no ha podido reprimirse más en su teatralidad y ha terminado soltando su golpe de vanidad: "Cada vez que voy a Inglaterra y me pregunta como un club asociativo como el Barcelona puede competir con clubs como el Chelsea, el Manchester United, el Liverpool...."

Y se ha quedado tan ancho, tan tranquilo. Es decir: antes de llegar Soriano, el Barça no existía. No competía internacionalmente. No era nadie. Otro, que el Barça es algo a partir de su llegada.

No nos ha aclarado si Ronaldinho, Eto`o, Deco, seguirán o no en el Barça, después de que Om, como quien no dice nada, le dijera que todo lo que han fichado hasta hoy y nada, es casi lo mismo.

Soriano, una vez puesto en Soriano/Soriano se ha autoproclamado como un buen vicepresidente económico y ha terminado diciendo que en el año 2003 necesitaban un fichaje que iluminara a la afición (Ronaldinho), pero que actualmente "no hace falta nadie que nos ilumine".

Y ante un iluminado como el vice-delfín, Albert Om, en un ataque de arrebato, de valentía, de heroismo, olvidándose de la Cullell, y como si fuera un Trallero cualquiera, le ha preguntado en la despedida qué pensaba que dijeran de él que es "el Gaspart de Laporta". Soriano, sonriendo más que nunca, lo ha desmentido. Pero ahí queda.

Evidentemente, Xavier Roig, aún no está con Soriano.

lunes, 9 de junio de 2008

El enemigo en casa.

No quería escribir una sóla línea sobre Joan Laporta. Me aburre/cansa/repele. No quiero, además, que algunos interpreten que vivo obsesionado con su figura. Pues no. Ya sé que es imposible no creerlo por la cantidad de líneas que le he dedicado en mi blog. Pero es que a mí, JL me importa un cuerno. Pero el presidente del FC Barcelona no. Y como el máximo responsable de todos los socios barcelonistas está por encima/muy por encima de este mal sueño que nos ha tocado (nos toca) vivir, de ahí mi insistencia. Y no pararé hasta verle salir por la puerta más pequeña del club.

Hace años, la división del barcelonismo estaba en las gradas. Para unos Samitier era intocable y otros no le perdonaron nunca que fichara por el Real Madrid. No una vez, dos. Una como jugador y la otra como secretario técnico. Ésta división tardó en cicatrizar hasta que un día pidió perdón y de nuevo en el Barça se convirtió en el mejor secretario técnico que nunca ha tenido el club. Kubala, Di Stéfano, Eulogio Martínez, Evaristo....fueron algunos productos de su talento.

Después de Samitier, la división en las gradas más sonada fue la de "kubalistas" y "herreristas-suaristas". Sin comerlo ni beberlo, Laszy Kubala y Luisito Suárez (maestro y discípulo que congeniaban dentro y fuera del campo) por decisión de Helenio Herrera provocó una quiebra en las gradas. Todo, porque el polémico técnico comenzó a sentar en el banquillo al gran ídolo, generalmente en campo contrario y casi siempre por Ribelles, un pequeño medio volante leridano que hacía más kilómetros que todo el equipo entero. Y como se adueñó del liderazgo en perjuicio del hasta entonces gran ídolo, se forjó la división.

Aquella división terminó con la salida de HH y tras la final europea de Berna ante el Benfica, con Suárez traspasado al Inter (25 millones de pesetas, cifra récord) y Kubala retirado para dirigir la Escuela del fútbol base azulgrana. Más tarde, Enric Llaudet lo nombró entrenador del primer equipo, con algunos ex compañeros en la plantilla. Faltó paciencia y cesó Kubala que poco después, provocó un schok en el barcelonismo al fichar como jugador y entrenador del Espanyol en una apuesta mediática de Vilá Reyes. Aquella decisión, las gradas barcelonistas tardaron en perdonarle, a pesar que casi unánimente Kubala ha sido la mayor gloria del Barça, tanto por lo que representó su fichaje, por los éxitos, por su calidad como persona y compañero, y por su excepcional calidad técnica. Driblando era único. Lanzando faltas era incomparable. Ejecutando penaltis era infalibre. Y encima tenía una visión de la jugada como pocos. Hizo internacionales a jugadores com0 Moreno y Manchón que siendo buenos, probablemente sin el hungaro no habrían llegado al estrellato.

Éstas son algunas de las divisiones en los graderios. Han habido más, como cuando el inglés Vic Buckingham concedió la titularidad a Narcís Martí Filosía, un futbolista excepcional, un fuera de serie. Pero cuando veía que a un balón no llegaba, dosificaba el esfuerzo y ya no íba en su inútil busca. Ésto no se lo perdonaban las gradas que veían como -por ejemplo- un compañero suyo, José Antonio Zaldúa (un sacrificado ariete navarro) no daba balón por perdido y corría al límite para su recuperación llegara o no.

Una gran parte de las gradas la cogió con Bukingham y la joven promesa (hoy, anticuario en Palafrugell como su padre y en su tierra). En cuanto se anunciaba su nombre por los altavoces del Camp Nou, los pitidos son ensordecedores. Él, Martí Filosía, inmutable, como si no fuera con él. Ha sido un año completo aunque fuera (que lo fue) el mejor sobre el terreno de juego.

Las divisiones, pues, casi siempre se han centrado en el campo o en el banquillo. A los palcos sólo alcanzaban los pañuelos cuando el equipo no funcionaba. Pero entre los directivos, los aspirantes a directivos y presidentes hubo siempre un saber estar, unos ciertos modales.

El primer aspirante a presidente que provocó una gran división en la entidad fue Pedro Baret. Primero dividió las gradas y después la directiva de Narcís de Carreras de la que formaba parte. Baret, aliado con los "morenos" (los aficionados más radicales) hizo mucho daño al barcelonismo y acabó haciéndoselo así mismo. Quiso ser presidente del FC Barcelona para ser después Alcalde de Barcelona. Pero ni lo uno ni lo otro. Acabó en la Modelo por un gran escándalo financiero.

Años después, hubo una fuerte división en los graderios entre cruyffistas y nuñistas, como consecuencia de las insaciables exigencias del holandés que pensaba que el club era suyo y podía hacer y deshacer a su antojo. Como Núñez tenía una fuerte personalidad, no era un pelele y defendía el dinero de los socios como si fueran propios, chocaron constantemente.

La salida traumática de Cruyff, provocó al poco tiempo la aparición de un personaje con una ambición ilimitada. Joan Laporta. Él, fue el gran promotor del nuevo divisionismo del barcelonismo. Fue el impulsor de la primera moción de censura en la historia del club y aunque la perdió no cesó en su empeño de crear una oposición implacable al presidente Núñez hasta provocar su cese, cansado y agotado de la presión sin cuartel a cargo de Laporta/Cruyff.

Ahora, estamos ante un nuevo voto de censura, esta vez instigado por el socio Oriol Giralt y con el respaldo de 9.145 firmas validades. Todo un récord. Todo un acontecimiento.

Laporta no ha digerido bien (ni medio bien) está moción y se ha lanzado ya, no a la defensa de su posición ante la censura, sino como si estuviera en plena campaña electoral. Ha iniciado ya sus ataques personales y ha comenzado a movilizar a sus hombres. Ya han saltado a la arena Godall, Soriano y Murtra, ninguno con argumentos sostenibles. Pero el peor, de nuevo, ha sido (es) Laporta que no soporta que nadie pueda tosérle y se dedique a ver fantasmas dónde no los hay.

No quería hablar de JL, pero su estilo chulesco/chabacano, me impide la neutralidad. Laporta es un mal del Barça y en el Barça. A JL, en contra de lo que dicen algunos de sus defensores (Murtra, el penúltimo) no es porque se hayan dejado escapar las dos últimas ligas. Por eso no se está juzgando al todavía presidente. Se le juzga por sus comportamientos personales a lo largo de cinco años. Por la desgobernabilidad que vive el club desde hace dos años. Por sus caprichos personales. Y, sobre todo, por haber dividido de nuevo el barcelonismo. No tuvo suficiente con dividir el club en la época de Núñez que ahora, desde la presidencia, ha seguido provocando la división en el club. Primero, en su propia junta directiva ganadora, que provocó la salida de una serie de directivos no dispuestos a comulgar con ruedas de molino. Y ahora, de nuevo, con la presencia de este voto de censura que no ha digerido (diga lo que diga) y que en sus últimas palabras pronunciadas se denota un nuevo intento de dividir al club con su desafortunado estilo y su revanchismo.

Durante la mayor parte de la centenaria vida del club, el rival, el adversario, el enemigo, ha sido el Real Madrid, hasta la aparición pública de JL que ha cambiado de enemigo. Hoy, para él, el enemigo está en casa. Los enemigos son todos aquellos barcelonistas que no comportan ni su estilo, ni su proceder. Para JL, pues, los enemigos son los socios barcelonistas que discrepan, que firman mociones con el próposito que prosperen y aquellos posibles futuros candidatos que un día puedan aparecer. Antes de pronunciarse, ya les intimida, ya les amenaza, con el peor de los estilos.

Ya escribí un día que sacar a JL de la presidencia del FC Barcelona no sería nada fácil. Vive enrocado, bunkerizado en su mundo. Por algo será. Cuando tantas ganas de quedarse demuestra y tan empeñado está en dejar el futuro del club "atado y bien atado", algo huele mal. O, como mínimo, no huele bien.

Hoy, el enemigo del Barça, no está fuera. Está en casa. En su propia presidencia.

jueves, 5 de junio de 2008

Derribos Espadaler.

No hay quien me cambie. Soy masoquista. Un día me dije: si lees La Vanguardia, olvídate de los Espadaler y los Puig. Es perder el tiempo. No aportan nada. Tan sólo vilis, mala uva, peloteo. Compiten entre los dos por hacer méritos ante Laporta. Ante nadie más. Llevan cinco años peloteando al presidente más impresentable y arremetiendo contra todo y todos que no le dan rosco al presi. Ayer, volví a cometer el error de leer a Anton M. Espadaler en las páginas deportivas de La Vanguardia. Su artículo, de nuevo, era vomitivo. Como casi todos, por no decir todos, los que escribe en las páginas deportivas del diario más antiguo de Cataluña.

El artículo se titulaba "Sobre acosos y derribos", un vergonzoso ataque a uno de los probables candidatos a las próximas elecciones (Sandro Rosell) y paralelamente un no menos vergonzoso cobeo al presidente Laporta.

El artículo, si es que a esa basura puede considerarse artículo, es todo un ejemplo de la mala leche, el rencor, el odio, que destila este personajillo contra los directivos que en su día decidieron abandonar al presidente más orgulloso/vanidoso/rencoroso que ha tenido la historia del Barça en su más que centenaria vida.

Yo no entiendo cómo un diario de la seriedad y el prestigio de La Vanguardia puede conceder el privilegio de conceder de una tribuna semanal a un personaje que semana sí y semana también se dedica única y exclusivamente a ensuciar sus páginas con escritos tendenciosos, con el único fin de proteger a JL a base de falsedades y calumnias.

Este personajillo (Espadaler) que se considera poco menos que un reyezuelo de la cultureta catalana, pero que escribe/vive/y cobra en castellano, lleva cinco años arremetiendo con todo los que se mueve en otra órbita del rey de los bajapantalones (JL).

¿Cómo LV puede conceder tan alto privilegio a tan bajo personaje? Si analizamos todos los textos publicados veremos como nueve de cada diez son una reiteración de los mismos falsos y venenosos argumentos, que no son otros -además- que una copia de cuanto dice por todas las radios y televisiones que pasa diciendo siempre lo mismo.

Ex inexplicable que un diario como LV, continúe brindando tribunas fijas a pequeños galinsogas, como si con uno ya no hubiera tenido suficiente en su historia.

Lo que escribe (ensucia) Espadaler semanalmente en esa tribuna, es un atentado a la moralidad pública, un atentado a los lectores y suscriptores del primer diario de Cataluña.

Se puede ser amigo y cómplice de un presidente, allá cada uno con su conciencia, pero lo que no es de recibo es aprovecharse de una tribuna de un diario con tanto peso en la sociedad para que el firmante lo utilice en beneficio propio y de su protegido, utilizando sin razones, mentiras y engaños como los que expone constantemente este pequeño dictadorcete, nostálgico de un pasado que ya no regresaré.

Cada medio de comunicación es libre de elegir a sus colaboradores, pero los diarios importantes tienen unos códigos éticos, incluso el correspondiente Defensor del Lector, que en el caso de Espadaler, a la hora de escribir sobre el Barça tenga barra libre, es difícil de digerir e imposible de comprender.

¿Son acaso los textos de Espadaler (como los de Puig) insertos publicitarios de Laporta?. Si así es, deberían figurar un indicativo que avisara al lector que se tratan de publireportajes y aún así y todo serían discutibles su publicación. Por una cuestión de ética y moralidad. No todo es permisible en un periódico y mucho menos cuando se trata de un diario de la repercusión social de LV.

Si existe alguna afamada empresa de Derribos ésta lleva el nombre de Anton M. Espadaler que ha venido a sustituir a una que cuando yo era joven gozaba de gran popularidad: Derribos Balaguer, indiscutiblemente mucho más transparente que esta que firma actualmente desde hace años Espadaler.

martes, 3 de junio de 2008

Jordi Badía, al servicio de Laporta.

No conozco personalmente a Jordi Badía, el responsable/irresponsansable de Comunicación del Barça. Pero sé quién es. Me han hablado de él, los contra y los que teóricamente tendrían que estar a favor de él, por proximidad. No he encontrado aún a nadie que me hablara bien de él. Ésto no es lo más importante. En éste país, que hablen mal de alguien (sin estar presente) es lo normal. Cada tierra tiene sus costumbres y aquí, en una comida o en una cena, se disfruta más puteando al prójimo que la propia comida, por buena que sea, y si la comida es buena seguro que no la ha preparado Fermí Puig que sólo se esmera en la cocina cuando le visitan Laporta o Soriano, o sea, casi cada día.

Teóricamente, el comunicador del Barça es Jordi Badía, pero, por lo que se oye, se dice en voz baja y no se lee, ejerce más de propagandista (malo) e intoxicador que de comunicador.

He dicho que los periodistas nunca acostumbran a hablar bien de otro colega, máxime si éste tiene un cargo y además pagado a base de millones, como es el caso de Badía, el mayor inútil (dicen) de la comunicación catalana.

Si por una vez la prensa es justa/justa/justa es la unanimidad existente entre los periodistas a la hora de hablar/criticar al primer lame oficial del laportismo, es decir, a Jordi Badía, el hombre que nunca soñó con llegar tan alto y el Barcelona (sin desearlo)tan bajo.

No voy a hablar de los hombres que han estado al servicio de la comunicación/imagen del FC Barcelona porque para encontrar a uno bueno/bueno/bueno, hay que remontarse a muchos años. Maxenchs lo pudo ser, pero quiso ser más director general que periodista y todo lo bueno que prometía se quedó en eso, en promesa. Estaba más pendiente de sus propias relaciones públicas que de las del propio club. Maxenchs, además, no fue justo, más bien injustísimo, con un periodista, hijo de un gran periodista, al que debía -y podía- ayudar, y se hizo el sueco. Pero a pesar de todos los pecados inconfesables de RM, mejor, más eficiente que JB. La noche y el día. Que ya es decir.

Un día, hace muchos/muchos años, hablando con un gran periodista que murió a finales de la década de los ochenta, Jaume Miravitlles, al que todos los viejos periodistas conocían como "Met" Miravitlles, hablando del FC Barcelona me decía que era un milagro la grandeza del Barça teniendo en cuenta los malos relaciones públicas y periodistas que había tenido a lo largo de su historia. Hacía excepciones, claro, entre ellas, mi citó los nombres de los también desaparecidos Ibáñez Escofet y Juan José Castillo. "Y éstos han funcionado por dos razones primordiales. Primero porque son dos grandes periodistas. Segundo porque han actuado más asesorando desde fuera que desde dentro".

Jaume Miravitlles fue todo un personaje, injustamente olvidado con el paso del tiempo. Había nacido en Figueres, y era íntimo amigo de Salvador Dalí. Dos genios. Uno con los pinceles y el otro con la pluma y la imagen. "Met" fue Comisario de Propaganda de la Generalitat en la época de Companys. Se tuvo que exiliar. Después, al cabo de muchos años, regresó, y comenzó a escribir primero con seudónimo y después, cuando Fraga le autorizó, con su propia firma. Escribió magníficos artículos en "La Vanguardia", en "El Correo Catalán" y creo recordar también en Tele/express. A mí, me lo presentó Joan Gich Bech de Careda, gerente del Barça y uno de los barcelonistas con mayor poder que he conocido. Era íntimo de don Torcuato Fernández Miranda, el hombre que guió los pasos del Príncipe Juan Carlos, el actual Rey de España. A Gich le apeteció mandar en el deporte español y sucedió a Samaranch como delegado nacional de deportes, lo que parecía un imposible. Tan imposible que dicen que Samaranch sólo ha llorado dos veces: ese día que tuvo que ceder el puesto a Gich y cuando fue elegido presidente del COI. Dicen que no ha llorado nunca más.

Pero volvamos a Met Miravitlles, que además de ser "la sonrisa del régimen" republicano durante un tiempo, fue jugador del fútbol base del FC Barcelona y llevaba al Barça en su corazón. Me explicaba que para llevar la prensa y las relaciones públicas del Barça lo primero que se tenía que ser era buen periodista, después buen relaciones públicas y más tarde (o lo primero), humilde. Y por encima de todo "servir al Barça, al club,a los socios, a la entidad, que estaban por encima de los presidentes y los directivos". Desde mi inexperiencia le dije: "Eso es imposible". Y me comentó: "Exactamente, por eso es casi imposible ser buen comunicador, porque la mayoría están al servicio del presidente antes que a los socios".

Es evidente que Jordi Badía no es nadie al lado de Met Miravitlles. No le llegaría ni a la suela de los zapatos. Badía es todo lo contrario a lo que me decía aquel fenomenal personaje, uno de los hombres más inteligentes que he conocido. Badía piensa que el Barça es Laporta y sólo está a su servicio. Le importa nada todo lo demás. Él cree que le paga JL, sin haberse enterado todavía que quienes les pagan son los socios.

Ahora hay próximamente un voto de censura en marcha. Badía tendría que saber, sin que se lo dijera nadie, que tiene la obligación de servir por igual a los que rígen provisionalmente el club como a los gestores de la moción. Es un debate entre los socios, y él no se debe a unos sí y a los otros no. Se debe a todos. Si no lo entiende, alguien se lo tendrá que explicar y como no oye, cesar. Es evidente que al después de tantos años de servilismo, ni Jl ni FS se lo van a decir y menos cesar. A ellos (no al Barça) ya les va bien. Muy bien para su uso personal.

Alguien/alguien, con cara, ojos y pudor, tendría que decirle que los periodistas también tienen ética y moralidad, y que los comunicadores de club no están exentos de esa moralidad. Y que lo último que puede hacer un comunicador y menos en una entidad como el Barça es no ejercer su profesión y convertirse en lame "chulos" (de chulo) de quien manda pero no paga.

Los socios, desde luego, para lo que no están es para pagar cantidades millonarias, viajes de cinco estrellas, comidas de más estrellas para que un empleado se dedique a proteger a unos socios (los que todavía mandan) y desproteger al resto de los socios. Si quiere seguir llevando a JL y FS bajo palio, que se lo paguen los que están a cubierto no los que les cuesta sudor y lágrimas poder pagar la cuota de socio cada año.

Como decía Met Miravitlles, los comunicadores de un club no están para servir únicamente a los que dirigen el club. El club somos todos.

lunes, 2 de junio de 2008

Soriano, el del pelotazo.

No aprenderé nunca. Hoy, por si no fuera suficientemente dura la vida, me he propuesto leer y escribir sobre Ferran Soriano. Es duro. Mucho. Si ya es duro ver su figura (por presumido), más lo es escucharlo y ya no digamos leer una entrevista con él de página y media del tamaño de La Vanguardia.
Menos mal que es un diario bien escrito y quien le ha hecho la entrevista es un excelente periodista, Dagoberto Escorcia. Pero, como autor, le compadezco. !Vaya palo estar no sé cuanto tiempo con Soriano! !Y Vaya palo después tener que transcribir lo que le ha dicho!. Y más que transcribir (supongo) arreglar y mejorar lo que le ha contado. En fin, con lo duro que son los lunes (y mucho más al sol), desayunarte con el todavía vicepresidente Soriano, es para que te lo agradezca la providencia.

Encontrarte ya, de entrada, con un gran titular en que dice "El presidente (JL) se equivocó", es de un cinismo que supera a su propio jefe, que ya es decir. Y añadir que "Ahora volveré a tener un papel muy activo; no voy a esconderme, voy a estar en primera línea" es ya el sumum del caradurismo. O sea, que después de dos años de escándalos, de dos años de parálisis total en las estructuras del club, de no dar la cara, de dedicarse a pasear por el mundo, de lucir las vanidades en el palco, mientras en el vestuario se daban de cruces, las noches no acababan nunca, de no hacer nada los directivos, de dedicarse a comer en cinco estrellas (pagando siempre el mismo, el socio), después de vendernos humo tras humo sobre los negocios del club, va y sale diciendo que ahora "no voy a esconderme". Y antes sí, ¿por qué?. Se lo voy a decir.

Antes no salía porque su jefe (JL) no le dejaba. Sólo le dejaba asomar la cara cuando había que contar cuatro números que faltan saber si son como usted siempre ha dicho. También Gaspart decía que la economía iba bien y sabíamos que mentía. Pero es que a Gaspart lo conocíamos demasiado. Y a usted, Soriano, hemos tardado más tiempo en conocerle porque se ha dedicado más a actuar entre bambalinas. Lo comenzamos a conocer cuando nos vendió la moto con la millonaria oferta de los chinos para insertar publicidad en la camiseta azulgrana. Fue una tomadura de pelo. O, si lo prefiere, un cuento chino. Pero es hora todavía hoy que explique aquel fallido. Usted se cree que el socio es olvidadizo, que sólo se acuerda de los goles de Ronaldinho. No, el socio de tonto, nada. Toma nota y apunta.

Usted sale ahora y anuncia que saldrá más porque tienen los huevos por corbata. Primero por las grandes pañoladas que han despedido al palco en los últimos partidos antes del cierre del Camp Nou. Después, por ese voto de censura que se les ha venido encima, y que intentan contrarrestar cambiando el mensaje e intentando dar buena imagen para que los socios les perdonen y no acudan a la votación del voto de censura.

Usted Soriano es tan (o más) ambicioso que JL, que ya es decir. Superar al todavía presi en éste aspecto es un reto difícil. Pero usted, a la chita callando, escondido siempre, tirando la piedra y escondiendo la mano. Lo único que pretende ahora es posicionarse de cara al futuro, ante las próximas elecciones. Pero ya le anticipo que no tiene nada que hacer. Usted, como toda la directiva que han sido cómplices de las malas artes de JL, tienen la cruz de los socios.

Vaya olvidándose del Barça. Ya entró de malas maneras, traicionando/apuñalando a quién les había abierto la puerta (a usted y su inseparable Ingla). Se aprovecharon del buenazo de Bartomeu que fue quien les condujo hasta la cocina de Rosell primero y de Laporta después para, a los cuatro días, acuchillar sin miramientos a Barto que más que directivo ha sido/es un santo.
También entonces se escondió. Es su táctica. Esconderse. Después, hacer de alfombra del número uno y pisar a los de abajo.

Hoy he querido ver/leer la entrevista, no por lo que dice, que no tiene credibilidad alguna, sino para comprobar hasta dónde llega su cinismo que como puedo apreciar no tiene límites. ¿A quién quiere engañar? ¿A los socios?. Esa es su intención. Pero difícilmente usted (el presumido) como el presidente (el chulo) y el presidente de la Comisión Económica (el chaquetas) ya no engañan a nadie. Han agotado todo el crédito. Por mucho que se empeñen, a partir de ahora, ya no valen ni los cuentos chinos ni intentar ir de "buenos".

Yo, que ya llevo años en ésto, le daría un consejo: mejor/mucho mejor que siga en su papel de siempre. Siga escondiéndose. Porque como siga saliendo como hoy, alguien le cantará la caña como respuesta a tanta mentira, presunción e incoherencia. Hasta ayer había una sola diana (JL). Ahora, como insista, habrá una segunda: FS, el del pelotazo.

domingo, 1 de junio de 2008

No es eso, querido Emilio.

Soy, lo dije, un admirador de Emilio Pérez de Rozas. Es más: en una ocasión, en este mismo blog, dije que "la última" la había dejado de leer desde la desaparición de la firma de Miquel Rico. Que leía la última por Rico que me ha parecido siempre (y me sigue pareciendo) uno de los mejores periodistas deportivos del país. Y, además, honesto. Con ésto no quiero decir que los demás no lo sean (honestos), lo que decía es que por MR ponía la mano (las dos) en el fuego. Tendrá otras desvirtudes, como yo, pero a la hora de escribir, cuando se pone/pone, pocos superan la inteligencia de Rico.

Pero vamos al grano, a lo que íbamos. Decía que "la última" sólo la leía -ahora- excepcionalmente. Cuando llevaba (lleva) la firma de Emilio Pérez de Rozas. Siempre he sido un seguidor de la "marca" Pérez de Rozas. Empezando por su padre Carlos, uno de los mejores foto-periodistas que ha dado Cataluña. Con sus fotografías deportivas y no deportivas (junto a su hermano Kike o Quique) he crecido. Al abuelo, e iniciador de la saga, no tuve oportunidad de conocerle. Pero sé que fue también un fotógrafo excepcional. Murió con las botas puestas. Es decir, en acto de servicio. Sus últimas imágenes fueron (creo) las del Semiramis, un buque que amarró en el puerto de Barcelona cargado de combatientes que llegaban de la URSS (entonces, Rusia).

Conozco, pues, sobre todo por admiración, a "los Pérez de Rozas", incluso de la etapa en que fueron pioneros-pioneros de la televisión en Cataluña. Si la memoria no me falla, el padre de Emilio (y de Carlos, el de "fácil, fácil, fácil) fue el primero en llevar una cámara de televisión a cuestas para captar las primeras imágenes que desde Barcelona y Cataluña se dieron por toda España. Él, Carlos, junto a su hermano Kike y a Juan Antonio Sáenz Guerrero. Es decir, además de fotoperiodistas, son los autores de las primeras imágenes catalanas que se vieron por televisión.

Con Emilio no he coincidido apenas, pero he seguido toda su trayectoria: en El País, en El Periódico...y su participación como tertuliano en distintas cadenas radiofónicas y muy especialmente durante años en "El Rondo".

Soy, pues, fan de Emilio, incluso con sus irritaciones/cabreos/silencios periodísticos. Y por eso, aunque sigo añorando la ausencia de Rico, a Emilio lo leo. Para bien y hasta desde la discrepancia, como ahora.

Acabo de leer su última y no estoy de acuerdo con muchos de los paisajes e intenciones de su escrito. Por ejemplo, cuando dice que a Joan Laporta le han hecho una moción de censura "por chulo, por sobrado y no por su gestión y/o resultados". Querido Emilio, no estoy de acuerdo. La moción (voto) se la han puesto fundamentalmente por su gestión. Además de por chulo, sobrado y resultados. Pero los socios se han movilizado (se están movilizando) por su lamentable gestión. En cualquier empresa seria, el consejo de administración lo habría sustituido ya. No le concedería una prórroga. Permitir el hundimiento generalizado de un club (una empresa) durante tanto tiempo, no se lo permiten a ningún directivo ni aquí ni en China. Ya no digamos en Alemania, en Francia, en Inglaterra o Estados Unidos.

O sea, querido Emilio, que discrepo.

Y discrepo, y muy profundamente, cuando concluyes el artículo diciendo que "sospecho que Sandro Rosell no asomará en todo este proceso. Otros le hacen el trabajo sucio y él sólo saldrá si se convocan elecciones" para añadir: "Yo, la verdad, haría lo mismo. Él es un presidenciable, no un follonero. O eso piensa".

Tratar de folloneros a los que intervienen en la moción de censura me parece, además de injusto, fuera de lugar. La moción de censura es una herramienta legal y por tanto no se puede tratar de folloneros a los que democráticamente hacen uso de ello. ¿Para ti los miles de socios que la están respaldando son todos folloneros? ¿Para ti, por citar un sólo ejemplo, doña Roser Casaus, la hija del siempre recordado Nicolau, es una follonera...?

Te equivocas. Y, además, mucho. Es evidente que todos nos equivocamos. Yo el primero. Pero me extraña que un profesional como tú, con tu experiencia, con lo que has mamado y vivido de periodismo, puedas cometer este error.

Todos/todos/todos los socios barcelonistas, sin excepción, del primero al último, desde el presidente a Sandro Rosell (por citar el ejemplo que citas) tienen derecho a participar o no en una moción de censura. Y por eso no será nadie, ninguno, ni los que voten a favor, ni los que voten en contra, folloneros.

Esta es mi opinión, la opinión de un lector que dejó de serlo de "la última" con la desaparición de la firma de Miquel Rico y que ahora, como he dicho y repetido, sólo la leo cuando la firma Emilio Pérez de Rozas aunque discrepe de él, como en esta ocasión.