sábado, 12 de diciembre de 2009

Apaga y vámonos (7/XII)

Desde que es presidente del Barça, Laporta sólo vive por y para Laporta. No le importa nada más. Ni nadie más. Le traen sin cuidado lo que puedan decir de él, como persona y como presidente del primer club de Catalunya. Hace años descubrió que su futuro personal estaba y pasaba por la presidencia y que el resto le importaba un comino. Ha utilizado todo –y a todos- con tal de alcanzar sus ambiciones personales: fama/dinero/mujeres.

No tiene amigos. Tiene amistades coyunturales. Los utiliza como quién utiliza el kleenex, para usar y tirar. Desde que logró la presidencia, engañando a propios y extraños, le han abandonado quince directivos. Los más útiles. Los más eficaces. Los mejores. Los que no se dejaron utilizar más/engañar más. Se han quedado, junto a él, los que son o cómo él, o los que sueñan ser cómo él. Los que han tenido un mínimo de pudor/vergüenza/dignidad y ética, lo han dejado en la estacada. Cansados de sus mentiras. Cansados de sus falsedades. Cansados de sus hipocresías.

Laporta se ha quedado sólo. Porque lo que tiene alrededor y nada es lo mismo. Sólo me sorprenden dos nombres que todavía se mantengan. El de Albert Perrín, que no entiendo ni entenderé nunca porque aguanta lo inaguantable cuando no tiene necesidad de ello; y el de Magda Oranich, que ha sido mi mayor decepción, dada su ética trayectoria a lo largo de muchos años. Ni Perrín ni la Oranich tenían/tienen necesidad de rodear a un presidente impresentable.

¿Se imaginan por un momento qué hubieran dicho, qué hubieran comentado, qué hubieran manifestado Perrín y la Oranich si otro presidente, pongamos por caso Núñez, hubiera hecho sólo algún mínimo amago de lo que ha sido capaz de hacer el personaje que más está deshonrando la presidencia del club a lo largo de estos ciento diez años de vida…?

Que lo aguanten y lo aplaudan los Sala i Martin, Godall y/o Ferrer porque sus aspiraciones y ambiciones rebasan todos los límites con tal de ser llamados a ser los sucesores, tiene un pase que no lo tiene. Pero qué personas cómo Magda Oranich o Albert Perrín sean capaces de agarrarse a la silla, mirar para otro lado y callar, no tiene explicación alguna.

Entre sumarse a esos quince directivos que eligieron la dignidad antes que el palco a cualquier pecio o no hacerlo, han elegido seguir en el palco de las vanidades dónde no hay más sitio que para el ego del presidente, el todo vale de su inseparable compañero de pupitre o las chaquetas coloreadas de ese aprendiz de sabio venido a menor, allá ellos.

Yo, que era de los convencidos que después de Joan Gaspart ya lo había visto todo en el palco y en la presidencia del Barça, resulta que estaba equivocado de lleno. Y es que ha tenido que llegar un presidente como el actual, y algunos directivos cómo los que resisten, para hacer bueno aquello de qué ningún día te acostaras sin ver –o aprender- algo más. Y es que Gaspart, visto lo visto, ha quedado empequeñecido.



No voy a hablar, aquí, ni de las juergas (no fiestas) de JL, ni de quién paga esas juergas sean en Luz de Gas o en Sutton. En México o en Nueva York. Ni pregunto, ni me importa.. Como tampoco voy a hablar sobre esas comidas a lo “Yo, César”, en los Drolma de turno. Me importa pepino y medio.

Y menos todavía, no se vaya a ofender, por esas demandas, como -¿la penúltima?- por deber comisiones tras sus acuerdos en Uzbekistán. Qué me importa a mí lo que ha podido hacer, o no hacer, un presidente del Barça en Uzbekistán. De entrada, ni sé dónde está, para eso está JL.

Cómo tampoco soy quién para preguntar por empresas tipo Traffic, o futbolistas con el sello y la calidad de Enrique/Kerrison/Cáceres/Hleb o las gallinas-López de turno que han venido.

Quién soy yo para preguntar sobre todas esas cosas y algunas más que harían la historia interminable.


Y quién soy yo para preguntar porqué, por ejemplo, Bisbal tiene un lugar en el palco y otras, como Anna Pruna tienen que conformarse con un córner, en un aquello de o lo tomas o lo dejas. ¿Por qué uno es varón y es de la farándula y la otra es hembra y no acude a Mira Quién Baila cómo, por ejemplo, Vicky Martin Berrocal...?

Para saber hay nada menos que casi cien mil socios con asiento y sesenta mil más sin asiento para preguntar si es que tienen interés en ello, o el valor necesario sin que le envíen algún detective a casa.

Estamos ante la paradoja de vivir (futbolísticamente) una de las mejores páginas de la historia, por no decir la mejor, y entrar en la injusta comparación de las épocas y los protagonistas, y en contrapartida estamos asistiendo ya desde hace años a los espectáculos lamentables de un presidente más representativo de lo que él denuncia, la caverna mediática española, que de un modelo de la discreción y del seny como ha sido tradición generalizada desde Gamper hasta su aparición.

Laporta es un (mal) ejemplo de todo y para todos. Es Laporta quién hace todo y todo lo que él haga bien hecho está, que para eso fue elegido. Además, goza de la bula y el beneplácito de los Cruyff/Sala i Martin/Godall, y el coro de palmeros, y eso es suficiente. Por cierto, que me perdone Olivé por citarle en último lugar entre los nombres propios, sabiendo quién es y cómo se las gasta. .


Laporta lo puede hacer todo que para eso tiene la bendición de todos ellos y su propia autobendición. Y dónde no llega todo este ejército de chupópteros, como decía José María García, llega uno de los discípulos del ex profeta de la noche, Pipi Estrada que ya nos ha dicho que él también estuvo en la fiesta y que cómo Laporta no hay otro.

Que en el año 2009, ciento diez años después de su fundación, tenga que salir un periodista madrileño del Sálvame, Mujeres y Hombres y Viceversa o La Noria, como Pipi Estrada, saliendo en defensa del presidente del Fútbol Club Barcelona es para decir apaga y vámonos..

sábado, 5 de diciembre de 2009

La crónica de Diego Valor (23/XI)

Dicen que es el candidato de Laporta. Pero finalmente dudo que lo sea. No por falta de ambición, que la tiene y más. No lo será porque los restos del naufragio del laportismo no lo permitirán. Los directivos que aún perviven en el palco no lo quieren. Lo sabe él y lo sabe el presidente. Para que exista una junta continuista, pasa por dos cadáveres. Los de Sala i Martín y Joan Oliver. Con ellos, no hay continuidad. Con ellos, hay más división. Ya se lo han hecho saber a Godall los Jaume Ferrer y Albert Perrín. “Sin el payaso de colores y sin el espía, podemos ir juntos. Con el payaso y con el espía, nos vamos”.

El payaso de colores es Sala i Martin según patente del recién dimitido Joan Franquesa. Y así lo conocen y reconocen, entre ellos, los directivos/disidentes que ponen cara de unidad pero que están como estaban hace dos meses Imanol Arias y Pastora Vega. Vendiendo unidad, pero con los papeles en el abogado.

La unidad, pues, que pregonan Laporta/Sala i Martin/Godall es más falsa que la versión dada por Joan Oliver cuando se refirió a las “auditorias de seguridad”. Y es que entre mentirosos anda el juego.

Lo que quieren Laporta y/o Oliver es tener un monigote en la presidencia y seguir haciendo a su antojo los que les viene en ganas. Es decir: hacer lo mismo que un desaparecido gerente blaugrana, Joan Gich Bech de Careda, pretendió hacer con la directiva de Agustí Montal i Costa cuando ganaron las elecciones a Pedro Baret y llegaron a Can Barça: “Vosotros lo único que tenéis que hacer es ir al palco los domingos a fumaros un puro sin preocuparos de nada más. El resto lo hago yo”.

Quiero hacer una puntualización. Entre Joan Gich que gobernó el Barça varios años sin ser presidente y Joan Oliver me quedó con Gich. Al menos era culto de cultura y entre sus pecados no estaba el espionaje. Lo que tenía que decir lo decía, de ahí su famosa frase antes reseñada.

Joan Oliver es de otra pasta. Del que un día hablaré.

Hoy lo que quiero hacer es escribir de su protegido, que además lo es del presidente: Xavier Sala i Martin, al que un día bauticé como “el chaquetas”.

Vaya por delante que hasta hace unos años sentía una cierta simpatía e incluso un cierto interés por su figura. No por sus chaquetas y corbatas de color que encarga a un sastre de Bombay y le envían puntualmente, en un acto de gran patriotismo. Decía que me atraía. Y lo leía. Hasta que dejé de leerlo. Y menos de escucharlo. Soy masoca pero no tanto. Reconozco buena parte de sus virtudes y de sus conocimientos (no deportivos), pero no soy un Sostres cualquiera como para llegar a decir (y escribir) que “És d´una intel.ligència tan potent que et fa sentir petit, amb tics i bastant subnormal. Serà candidat a la presidencia del Barça. Si guanya, esdevindrà el president més capaç, preparat i brillant que el fútbol hagi tingut mai”. Y aceptar, complacido, preguntas como “Vostè és massa intel.ligent per ser president del Barça”. Con una “corte” como ésta, que la tiene tanto entre los papeles no gratuitos como en los púlpitos radiofónicos, no me extraña que se le hayan subido los humos a la cabeza y descubra, como sus patrocinadores (Oliver/Laporta y sostres de turno), que el Barcelona es más importante que la Generalitat…mientras no se acceda a la plaça Santa Jaume.

A mí, personalmente, Xavier Sala i Martin, después de leer lo que escribe y de leer lo que dice, me parece un bluf total. Otro engañabaldosas. Un ser que sueña con llamar la atención. Que intenta venderse continuamente. Que intenta ser otro “laporta de colores”. Que aspira al palco del Camp Nou más que en su día aspiró a la cátedra de economía de la Universidad de Columbia.

De entrada, a mí, los economistas no me impactan. Y menos después de la crisis a la que nos han llevado con los banqueros. No conozco ningún economista, Sala i Martin incluido, que nos avisaran que nos resguardáramos de nuestros cuatro duros y muchas hipotecas que venían malos tiempos.

Los economistas son como los trileros que hay frente al Corte Inglés de Plaça de Catalunya. Con una diferencia, que prefiero que me quiten los cuatro euros ellos que los bendecidos por Harvard.

Antes de que Sala i Martin llegara al reino de los números del Barça, he conocido otros muchos barcelonistas que han dominado las cuentas sin necesidad de utilizar chaquetas de colores ni trasnochar, de la mano del presi, del Luz de Gas al Sutton y del Sutton al Luz de Gas. Y si se tercia, un Bikini por en medio. Los he conocido, a los economistas, sabios y serios, como Jaume Gil Alujas, durante diez años presidente de la Comisión Económica del Barça, con Josep Lluís Núñez de presidente y nadie (del pueblo) conoce todavía su cara y menos su vestimenta. Los he conocido, sabios y cachondos, como Fabiá Estapé, ex directivo con Miró-Sans y Juliá de Capmany y durante diez años en la junta de cuentas del Barça, padre de toda una generación de economistas, capaz de cantarle las cuarenta al propio Franco en la cara, después de habérselas cantado a Miró-Sans, el presidente que levantó el Camp Nou pero que dejó un agujero económico que Llaudet necesitó casi una década para corregir los gastos del Estadio y los que no eran del campo. “Cuando me hice cargo de la presidencia –le contó Llaudet al escritor José María Gironella- contaba con la deuda millonaria que había originado la construcción del campo, pero mi sorpresa fue al abrir los cajones y encontrarme con facturas millonarias que nada tenían que ver con las obras”.

El Barça siempre ha sido una caja de sorpresas. No en el césped, sino en sus interiores. Siempre ha habido otra historia que la que nos han contado. Casi siempre relacionada con ese mundo mágico de los números que tanto dominan “los sala i martin (y oliver) de turno”, sólo pendientes de hacer vivir a los presidentes los mejores años de sus vidas.

A Xavier Sala i Martin, “el laporta de colores” le gustaría ahora suceder a su amigo presidente. Tiene toda la bendición de quien actualmente mueve los hilos del club, el gran cliente de Método-3. Pero sabe Sala i Martin que los socios, desengañados con los economistas y con los banqueros (la mayoría) no le van a votar. Ni tan sólo sus actuales compañeros de junta, que le han puesto la proa. No le quieren ni de segundo de Godall, otro que no se entera de la misa la mitad, aunque de fútbol sabe algo más que el vendedor de colores. Claro que para saber algo más de fútbol que el de Cabrera de Mar, no hace falta ser profesor, ni de Columbia ni del Raval.

Por cierto, ya que cito el Raval, invito a Sala i Martin a que venga a las Ramblas, siempre repleta de colores, donde está la redacción de “Gol” y le demuestre a Dalmau Codina quién pone la pasta de este semanario. Si es cierto que el propietario es quién usted va diciendo sin que se le caiga la cara de vergüenza.

Si baja a las Ramblas le enseñaré tres cosas: a) las Ramblas, porque tengo la sensación de que su patriotismo no le permite traspasar la Diagonal; b) los hipotecados con “Gol” y c), parte de la historia del Barça, el club que luce en el palco pero desconoce en sus valores. De entrada, le regalaremos el último libro barcelonista que ha salido a la venta. El de Agustí Montal : “Memories d´un president blaugrana en temps difícils”. Vale la pena que lo lea. Y sabrá lo qué ha sido, no como ahora, presidir el Barça: “En aquells temps jo rebia moltíssimes amenaces de mort. Una d´elles, potser la pitjor que recordo, la van enviar a casa del meu germa Enric. Era una bala i una nota que deia: “una igual que esta le meteremos en la cabeza a tu hermano durante el próximo partido”.

Y Agustí Montal i Costa siguió haciendo barcelonismo y patriotismo de verdad, no barcelonismo de humo, olores, colores y mentiras como el que practica quién ha vuelto a dividir a los supervivientes del laportismo.

Y es que a Xavi Sala i Martin, que un día confesó no gustarle el fútbol, aún no descarto verle en el Sálvame junto a Belén Esteban y la Karmele Marchante en la tribu de Jorge Javier Vázquez.

El caso es llamar la atención. Cómo sea y de lo que sea.

sábado, 21 de noviembre de 2009

La crónica de Diego Valor (9/XI)

Estamos en la cuenta atrás de las elecciones barcelonistas. No se sabe todavía con exactitud cuantas candidaturas se presentaran. A medida que transcurren los días muchos aspirantes están poniendo freno a sus aspiraciones/ambiciones. La respuesta es bien fácil: participar en unas elecciones es caro, muy caro, salvo para los directivos actuales que se ven beneficiados de todas las prerrogativas que concede la ley del deporte, entre otros privilegios, el no avalar. Sin embargo, los que están bajo este paraguas, los tutelados por Laporta (Sala Martin y Godall) y los no amparados (Jaume Ferrer) están divididos por no decir enfrentados en sus respectivos egos y todo por culpa de la política –nunca mejor dicho- que ha llevado a efecto el presidente Laporta obsesionado desde que fue elegido en no dejar crecer a nadie para ser él amo y señor de la vida blaugrana.


En éstos momentos, a seis/siete meses de la convocatoria a las urnas, sólo un candidato parece tener las cosas claras: Sandro Rosell. El resto de posibles candidatos, están en un mar de dudas. Incluido el presidente Laporta que quiere seguir controlando el club a través de un interpuesto (Sala y/o Godall) pero por mucho que sonría sabe que en estos instantes su ex vicepresidente deportivo y autor real del cambio deportivo del club, Sandro Rosell, goza del fervor popular de los socios barcelonistas que lo ven como el candidato más cualificado desde el punto de vista deportivo y económico y con una clara vocación de servir al club y no servirse de él, como sucede en la mayor parte de los nombres que actualmente se manejan.

¿Cuántas candidaturas se presentarán? En éstos instantes se especulan con cuatro y no se descarta con una quinta que pudiera encabezar, nuevamente, Josep María Minguella. Las otras cuatro, de cumplirse, estarían encabezadas por el “delfín” de Laporta (Sala Martin y/o Godall), la de uno de los vicepresidente espiados (Jaume Ferrer), la de Sandro Rosell (la única en firme) y otra que podría encabezar –o respaldar- Ferrán Soriano.

Estos son los nombres que en estos momentos se barajan y ningún otro. Descartado Lluís Bassat por confesión pública, no parece probable que Jaume Llauradó, Jordi Majó ni Jordi Medina opten de nuevo a presentarse…aunque tampoco se descarta que puedan formar parte (o apoyar) alguna de las que actualmente se barajan, aunque en ningún caso sería la representada por Laporta por considerarla la más politizada de todas y consideran como la mayor parte de socios blaugrana que el Barça no debe ser utilizado como una plataforma política como ha hecho el actual presidente y como pretenden seguir haciendo Sala Martin y/o Godall tan politizados(o más) como el actual presidente.

Laporta patrocina una candidatura por dos razones primordiales. En primer lugar, para seguir “controlando” la entidad y de ésta manera no se conozca la realidad interior del club (los números y gastos verdaderos). En segundo lugar porque conocidas sus ambiciones políticas sabe lo importante que es seguir gozando del privilegio del palco que le concede una imagen mediática de gran resonancia. Sabe que si el elegido es un patrocinado suyo, podrá seguir moviéndose a sus anchas por el palco de las vanidades y de esta manera seguir haciendo crecer su imagen pública política. De no ser el elegido, uno de sus patrocinados, se le complicarían las cosas, especialmente si el elegido por los socios es Sandro Rosell que podría alejarle de ese beneficio personal y podría auditar públicamente las cuentas como no hizo precisamente Laporta con Gaspart que llegaron a un pacto de intereses comunes.

Xavier Sala Martin y Alfons Godall tienen muy poco que hacer, o por no decir nada, en los futuros comicios. La mayor parte de barcelonistas saben que Sala Martin es socio de nuevo cuño (cinco o seis años) y que no le gusta el fútbol. Le gusta el mundo que rodea el fútbol y sus posibilidades como plataforma pública. Pero no es una persona de fútbol y esto es un peso muy grande. Lo mismo que le sucedió a Bassat que aún gustándole más el fútbol los socios sabían que no pisaba fuerte en este mundo. Bassat, además, cometió el error de introducir políticos en su candidatura (Roca Junyent) y caras populares (Judit Mascó) lo que le distanció más del votante a medida que se aproximaba la fecha de las elecciones. Al margen de que en esas fechas, la masa barcelonista suspiraba por un cambio radical y no por un cambio moderado y disfrazado. Y a pesar de gozar de un gran apoyo de los medios de comunicación, muy a su servicio, no logró triunfar.

Sala i Martin, que hasta ser directivo del Barça no se le conoce otra escenario deportivo que el palco del Barcelona, acaba de polemizar con Gabriel Masfurroll sobre la cuantía del coste de las investigaciones efectuadas por la empresa de detectives Método-3 sobre diversos compañeros de junta. En vez de enfrentarse a su amigo y socio, el actual director general Joan Oliver y a su amigo el presidente Laporta por la utilización de éstos métodos fascistas, ha optado durante todos éstos meses por el silencio, dando por bueno los métodos utilizados algo impropio de unas personas que se las dan de demócratas. Por otra parte, ha tenido el cinismo de decir que algunos medios apoyan a determinados candidatos, cuando se trata de un personaje que tiene tribunas periodísticas y goza del privilegio de ser protagonista de tertulias radiofónicas en las que puede decir lo que le venga en gana.

En cuanto a Alfons Godall en el supuesto que fuera él quien encabezara la candidatura continuista y Sala Martin ocupara el número dos por estrategia electoral, escasísimas son sus posibilidades de éxito porque es de todos conocido que se trataría de un títere movilizado a su antojo por su inseparable amigo Laporta con el que ya participó en la fundación del fracasado proyecto político independentista del PI (con Ángel Colom y Pilar Rahola).

De todos es sabido que el mayor mérito de Godall (un personaje sin carisma alguno) es haber sido compañero de pupitre del presidente en su época escolar. Un currículum demasiado escaso cómo para pretender ser elegido presidente.

Respecto a Jaume Ferrer y Ferrán Soriano las circunstancias y las posibilidades son distintas. Jaume Ferrer nada tiene que hacer por mucho que parte de la familia Pujol le apoye. En estos seis años como directivo no se le conoce ninguna obra y menos todavía una actitud que le honre como hubiera sido presentar la dimisión irrevocable en el mismo momento que tuvo conocimiento de que el director general Joan Oliver, con el beneplácito del presidente, era objeto de una investigación por parte de una empresa de detectives. Si en ese momento no fue capaz de plantar cara y denunciar públicamente (y en los juzgados) de unos hechos tan graves, poco se puede esperar de él. Vivir siempre aferrado a la silla de un palco, por muy del Barça que sea, no es argumento suficiente cómo para aspirar un día a ser presidente. Todo lo contrario.

En cuanto a Ferran Soriano no se sabe todavía si encabezara una candidatura o dará apoyo a otra encabezada por los también ex directivos Albert Vicens y/o Marc Ingla. Parece improbable que recién aterrizado en Spanair goce del tiempo necesario para dedicárselo al Barça y no a la compañía aérea necesitada de todos los esfuerzos para salir de la situación en la que se encuentra. Pero Soriano, de una forma u otra, ya ha manifestado que participará en las elecciones y su apoyo será secundado por algunos medios de comunicación, entre ellos uno de los más importantes que es rara la semana que no le da cabida en sus páginas por el motivo que sea, beneficiado por el hecho de que uno de sus hombres ha sido subdirector del diario más tradicional y su mejor valedor a lo largo de todos estos años, primero en el Barça y después en Spanair del que ahora es alto funcionario.

Si Laporta por un lado, Ferrer por otro y Soriano por otro, optan por formar candidaturas independientes, no tienen ninguna posibilidad de éxito. Entre ellos quedará dividido el voto con lo cuál beneficiaran al candidato que ya es favorito. Si por el contrario, deciden unirse, lo que parece improbable con Laporta y podría ser realidad entre Ferrer y Soriano (o el candidato que éste patrocinase, Vicens o Ingla) las posibilidades tampoco aumentarían.

Así, pues, asistimos a unas elecciones con una serie de pretendientes divididos y enfrentados entre ellos (Laporta/Ferrer/Soriano) ante un candidato -Sandro Rosell- que trabaja en silencio, fortaleciendo una candidatura de gran experiencia nacional e
internacional que sólo tiene como objetivo seguir potenciando la parte deportiva de la entidad, despolitizar el club y corregir radicalmente la organización interna del club muy dada a unos gastos injustificables y a los caprichos presidenciales que han predominado a lo largo de estos años.

Ésta es, a día de hoy, la situación electoral del Barcelona. Un panorama que parece tener ya un ganador, no sólo por méritos propios, sino por los errores, torpezas, dispendios y ambiciones de sus posibles rivales. Tener un ejército de periodistas/locutores al servicio de uno, no garantiza el éxito final. Más bien todo lo contrario.

viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Quién paga las Flavias?

Si Guillermo Sautier Casaseca viviera seguro que se inspiraría en el romance Flavia Massoli-Joan Laporta para escribir uno de sus célebres culebrones que mantuvieron en vilo a las españolas (catalanas incluidas) pegadas a los receptores de radio. No alcanzaría el éxito, por ejemplo, del culebrón más largo de la historia (el norteamericano “Guiding light”, más de setenta años de historia) pero si podría alcanzar a otro culebrón pasional, “Sexo en Nueva York”.

Aquí hemos tenido nuestro propio culebrón. El vivido y protagonizado por el presidente Joan Laporta y la brasileña Flavia Massoli, hecho ahora público en el programa “¿Dónde estás corazón?” (DEC) por la utilizada ex empleada del Hotel Arts cuyo romance clandestino con el presidente ha durado algo más de cuatro años, con todo tipo de infidelidades por parte de JL. Infidelidad con la hasta hace no mucho su esposa oficial y madre de sus hijos, Constanza Echevarría. E Infidelidad después hacia la propia brasileña hasta conocer otras, como una árabe.

A mí, que el presidente blaugrana tenga tanta rapidez con la labia como bravura con su propia braqueta, me importa un pepino. Es una cuestión personal. Cada uno hace con su virilidad erótica lo que quiere. Lo que me importa es quién paga las flavias de turno. Si lo hace el propio presidente de su bolsillo o lo pagan –una vez más- los pobres socios barcelonistas con sus esfuerzos y en muchos casos hasta con lágrimas.

Esta es la cuestión.

Porque Laporta se llevó a la Massoli del Hotel Arts a un empleo estable en el departamento de Relaciones y Protocolo del CF Barcelona, con sueldo a cargo del Barça y protocolo (que se sepa) en exclusiva preisdencial.

¿Quién ha estado pagando la “fiesta” a lo largo de estos cuatro años…?

Con un director general (Joan Oliver) tan aficionado a los dossiers, a las investigaciones detectivescas, me parece raro y hasta extraño (?) que no mandara a los de Método-3 a investigar las andanzas del presidente, mucho más sabrosas que la de los vicepresidentes. O que éstos no encargaran, también a Método-3 (Marita, te estarás hinchando a costa del Barça según las minutas difundidas por Masfurroll) una investigación sobre los usos y abusos del presidente.

Pero aún están a tiempo todos de acudir a los detectives (y de paso a los auditores de cuentas del club) para confeccionar un dossier tan sólo con lo confesado por la propia brasileña la otra noche en el plató de Lara.

Flavia comentó que ha pasado del cielo al infierno. Que la abandonó y la dejó en la calle. Y que le amenazó si acudía al programa televisivo: “Serás famosa pero una desgraciada”. Flavia dijo que le había anulado como persona. “Me ha arruinado. Me han cerrado todas las puertas”. Y anunció que regresaba a Brasil. “Me voy a mi país por miedo”

Manifestó que “Es un conquistador nato. Un seductor…hasta que lo conoces bien”. Y explicó que “tiene un montón de chicas que van detrás de él” y entre ellas citó a las “españolísimas” Terelu Campos y Viky Martin Berrocal que se lo disputaron una noche a la salida de “Mira quién baila”.

Relató algunas interioridades, entre ellas, cómo en ocasiones él abandonaba el piso que compartían disfrazado para no ser reconocido. “Intentaba disfrazarse con sombreros y gafas para pasar inadvertido”. Confesó también que en una ocasión le acompañó una prima del presidente (Marta Segú la responsable de la Fundación) hasta una clínica de fertilización.

Dijo que antes de la moción de censura fue presionada y hasta amenazada para que no participara en un programa de televisión. Y descubrió que el “nido de amor” lo tenían a pocos metros de dónde vivían sus padres, es decir, en el Passeig de Sant Joan, el paseo más literario de Barcelona.

Me empreña que este gran barrio, en el que Antoni Gaudi desayunaba diariamente su vaso de leche con ensalada, que es fuente de inspiración para Josep María Castellet, Enrique Vila Matas, Javier Tomeu, Eduardo Mendoza, Joan de Sagarra, Josep María Benet i Jornet, Zafón o Marsé sea conocido a partir de ahora no como el gran paseo literario y artístico de Barcelona sino como el paseo donde tenía “el picadero” Joan Laporta.

Esto es lo que más me jode.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Toda la verdad de Joan Laporta

Con motivo de sus 1001 Sabatinas intempestivas, Gregorio Morán se refería a este oficio para viejos que es el periodismo y que goza del honor de compartir con las otras dos pes –putas y políticos- la triada profesional más antigua del mundo. ¿Acaso la Biblia no puede ser considerada la primera publicación informativa?. El Génesis debe interpretarse como un prodigio de información de agencia; no se puede contar mejor la creación del mundo en tan pocas palabras. Y Moisés, sin ir más lejos, ¿no ejerce de gran reportero cuando baja con las tablas de la ley? Y fíjense si seria bueno que la gente no le hizo maldito el caso, que es lo que les suele ocurrir a los reporteros estrella.

Y es que la gente cada vez cree más en las putas y menos en los periodistas y políticos. Y tienen sus motivos. Esta pe de plumífero está devaluada al máximo. Ni los alumnos de periodismo, en general, leen los periódicos. Prefieren You Tube. Incluso el “Sálvame” o el ¿Dónde estás corazón? (DEC). Los periodistas, como los políticos, incluso la otra pe no citada (policías) están quedando obsoletos. Sin embargo, las putas mantienen la tradición e, incluso, el prestigio.

Y es que el periodismo escrito, por culpa de otra pe, la de los propietarios, va camino de su extinción total. Y eso que como dice John Carlin “nunca ha habido una mejor época para periodismo escrito, y nunca ha habido una peor para ganarse la vida ejerciéndolo”.Y es que aquí, en Catalunya, y en España, ni queremos “Walter Cronkites”(el que fue periodista más creíble de los Estados Unidos), ni menos suspiramos por los tabloides ingleses o los “bild” alemanes. Aquí nos sentimos cómodos explicando una breve parte de la historia y el resto (lo más destacado) reservarlo para invites y cenáculos.

-Si yo te contara…

Pero no cuentan nada. Cuentan líneas para decir lo menos posible y rellenar papel. En el fondo suspiramos por la ley mordaza de Hugo Chávez. Por contar lo que fueron, no lo que son, Radio Caracas Televisión y Globovisión. Como aquí sucedió durante muchos años. Pero ahora, paradójicamente, vivimos una etapa del periodismo escrito que es más fácil hablar (mal) de la pe de los políticos que de la pe de los presidentes de clubs de fútbol. De algunos, naturalmente. Como de don Florentino y don Joan (nunca mejor dicho).

Escribir (mal) de Florentino es irte al paro. Y escribir (también mal) de Laporta es jugarte el futuro. De entrada, ya no te lo publican. Y encima, tus superiores, te abroncan y te amenazan.

-¿Qué quieres? ¿Dejarnos sin promociones?

Supongo que editores y directores cuando hablan de promociones sólo hablan de eso. De nada más. Y es que uno ya está de vuelta de todo y ha vivido de todo. Y es que de promociones unos y de sobres otros, de todo ha habido en la viña del señor. Aún recuerdo cuando el periodista Josep Martí Gómez le preguntó al recién estrenado gerente del Barça Armand Carabén si no le parecía una indecencia que el club pagase a varios periodistas y los vividores armaron una bronca fenomenal que obligó a Carabén a medio retractarse para decir aquello de “donde dije digo digo Diego”.

Espero que aquel estilo de enaltecer la profesión haya desaparecido, aunque sigo confiando más en la honestidad de las putas que en muchos de mis colegas.

¿Y a qué coño viene todo esto?, se preguntará usted, querido superviviente lector. Viene a cuento de lo que se dice, se habla, se comenta (todo off the record) sobre las andanzas del presi Laporta. Si sólo el uno por ciento es fiable, es como para ponerse a temblar. No se preocupen amigos lectores supervivientes que en la letra impresa, la voz radiada y en las imágenes televisivas se contará. Aquí Laporta ha encontrado un ejército pretoriano de comunicadores dispuestos a contar sólo la cara amable del presidente. El presidente en “pijama”, como acaba de retratar una de sus amantes, eso no interesa a nadie. No vaya a enfadarse el presi más prepotente/más chulesco/ y con más suerte que he conocido en la historia del club. Y eso que he conocido a varios, unos como presidentes y otros como ex, pero como JL ningún otro ejemplar. Ni de lejos. Eso sí, con una chamba como nadie. Porque del Barça deportivo que diseñó a su llegada al Barça real que hemos visto en esta casi década prodigiosa hay un abismo. No olvidemos que su sueño inicial, con el asesoramiento inapreciable de Cruyff, Txiki y el periodista desaparecido de la escena, era un Barça cimentado en la Triple A (Albelda, Ayala y Aimar) con la recuperación de Roger García y la carente credibilidad en los canteranos Valdés, Puyol y Xavi Hernández a los que querían ver lejos del Camp Nou. Pero la suerte, o la leche de JL, fue que su vicepresidente deportivo (Sandro Rosell) amenazó con cesar antes de tomar asiento.

-¿Y con éstos queréis devolver la ilusión al campo y las gradas?, les dijo mientras se sacaba de la chistera a los Ronaldinhos, Decos y defendía a los indefendibles canteranos.

Después de la suerte de SR tuvo la fortuna del invento de Josep Guardiola, tampoco demasiado bien visto inicialmente ni por el presidente, ni por el secretario técnico, ni por Soriano, todos ellos partidarios de cualquiera antes que el de Santpedor. Pero con la moción de censura sobre la mesa y la amenaza de socios de echar a toda la directiva superviviente, Evarist Murtra logró convencer en un momento de acojonamiento al presi y enchufarle a Pep Guardiola con el que ya contaba Murtra en la candidatura de Bassat y del que se había reído públicamente Xavier Sala i Martín censurando su inexperiencia.

Ese Xavier Sala i Martín que con Alfons Godall se disputan el honor de ser elegidos cabeza de cartel de la candidatura que patrocina un Laporta que, como los buenos dictadores, no quiere abandonar la presidencia sin elegir a su delfín. Y para él, sus herederos son los dos, preferentemente el “chaquetas” aunque quizá tendrá que ceder al compañero de pupitre de los maristas de Sant Joan. Es decir, unos delfines, tan o más politizados que él. Godall ya estuvo en el PI (partido para la Independencia), junto a Laporta, Pilar Rahola y Ángel Colom. Fue un fracaso total. Y lo fue porque entonces no contaban con un trampolín mediático como es el palco del Camp Nou y la presidencia (politizada) del Barça.

Por eso, porque sabe de la influencia mediática del Barça, Laporta se resiste a dejar el control de la entidad. De entrada, si está uno de sus amigos podrá seguir paseándose por el palco y captar la atención de las cámaras de televisión para mantener su popularidad con vistas a su proyecto político. Si está otro, al que no pueda manejar, su porvenir es más incierto porque encima corre el peligro de que le hagan lo que él fue incapaz de hacer con Gaspart: levantar las alfombras.

Por eso Laporta quiere atar y dejar bien atada la presidencia del club.

Yo, desde luego, no votaré a quien Laporta me quiera (im) poner. Es decir, ni a Alfons Godall porque ello significaría politizar todavía más el club de lo que ya está politizado, y menos todavía a Xavier Sala i Martín que además de tener como objetivo prioritario colaborar con Laporta para alcanzar un día la presidencia de la Generalitat además no le importa un carajo el fútbol.

Pero no se preocupen. Hay toda una legión de “pes”, principalmente periodistas, dispuestos a apoyarle hasta el final. Y es que muchos de ellos piensan que ni tendrían que haber elecciones. Ya lo escribió el articulista Bru de Sala: “Laporta y Cruyff tendrían que elegir al futuro presidente del Barça”. Y se quedó tan ancho.

lunes, 20 de julio de 2009

Primero yo; después Dios.

No he conocido persona más arrogante/prepotente/mentirosa/rencorosa/falsa que Joan Laporta. !Y eso que he conocido gente! Pero dificilmente con tanta desfachatez como él. Quizás, algún columnista dedicado a relatar panfletos con aspiraciones literarias y/o algún que otro perverso juntaletras, con fama de duro, pero más pelota que el primero. Excepto estos dos abanderados del laportismo, amantes del canapé y lo que caiga, es difícil encontrar en la actualidad un tipo como JL, que ha tenido la suerte de encontrarse con un equipo, con unos jugadores, con unos ex directivos que han construido todo y después ha traicionado a todos, sin dejar rastro ni huella de todos los orígenes que motivaron el cambio/el gran cambio.

Ya he dicho en más de una ocasión que conozco (casi) todas las andanzas de este presidente vanidoso desde cuándo era un don nadie (Passeig de Sant Joan), pasando por cuando seguía siendo otro don nadie (Pipper´s) hasta hoy que sigue siendo lo mismo por muy revestido de presidente que aparezca ante la opinión pública. También Chavez y Ortega son presidentes. Y ¿qué?.

A lo largo de mi vida he tenido oportunidad de conocer, como ex presidentes y presidentes del Barça, a muchos de ellos. Conocí ya en sus años difíciles, fuera del cargo, a Francisco Miró-Sans con el que departí más de un almuerzo en "El pollo a l'ast" y más de un aperitivo en "Don Pancho". Le conocí con sus miserias pero también con sus humanidades. Fue el presidente que construyó el Camp Nou y creó un equipazo con Helenio Herrera al frente. Pese a todos los éxitos deportivos y todos los récords, acabó siendo expulsado por la masa social barcelonista. No le querían ver ni en pintura. Y no por sus cambios de camisa, del azul oscuro al azul claro, sino por el gran agujero económico que dejó en el club. Durante su mandato, la entidad y él, o él y la entidad, vivieron por encima de la realidad. Su sucesor en la presidencia, Enric Llaudet, necesitó varios años para enderezar la economía del club, hasta que consiguió la recalificación de los terrenos de Les Corts. Fueron años duros los de Llaudet. Sin éxitos deportivos y con muchos dolores de cabeza. Aquella recalificación (distinta al pelotazo que ahora se pretende) fue un balón de oxígeno para el club.

Lograda la estabilización económica, corregidas todas las interiodidades heredadas de la época Miró-Sans, Llaudet dejó la presidencia. Le sucedió un señorazo: Narcís de Carreras, a quien ya tuve el privilegio de conocer, como presidente del Barça y de La Caixa. Llegó a la presidencia por consenso de todas las fuerzas vivas del barcelonismo, pero dentro de aquel cesto directivo, había un personaje sin escrúpulos, prepotente y vanidoso, que acabó cargándose su propia directiva: Pedro Baret. Un día les hablaré de él. Le conocí bien. De día y de noche. Cuando lucía cochazos y acabó en la Modelo. Su objetivo era ser presidente del Barça para dar el salto a la política. Estuvo en puertas/puertas de ser alcalde de Barcelona. Para fortuna del barcelonismo, Agustí Montal le cerró el paso en el Barça, y para suerte de los barceloneses, algunos grandes prohombres de la sociedad civil catalana impidieron a ultísima hora alcanzar el sillón de la plaza de Sant Jaume.

Después llegaron Montal (quien más hizo por la catalanidad de la entidad y también del país) y Núñez (quien más ha hecho por el patrimonio del club). Con virtudes y defectos, muy distintos el uno del otro, dos grandes presidentes, de los que todavía están por escribir las mejores páginas. Y que hay que escribirlas.

Después de ellos, Joan Gaspart. Creo que el mejor regalo a su época presidencial, es no hablar de ella. Callar es el mejor favor que se le pueda hacer; salvo que siga empeñado en defender públicamente a Laporta y entonces habrá que levantar las alfombras que no quiso levantar Laporta.

Reyna duró menos que un suspiro. Nada se puede decir.

Y ya estamos en Laporta que después de muchos años de incordiar, de derribar, de utilizar a todos, logró aglutinar un gran equipo directivo que cambió, modernizó y levantó la entidad, mientras él (JL) se dedicaba principalmente a dejar las alfombras tal y como las había dejado su aliado Gaspart.

Estos años el equipo ha funcionado de maravilla. Con todos los defectos que quieren añadírsele. Con Ronaldinho vino la ilusión, la fantasía y la magia; con Eto´o, los goles; con Puyol, la garra; con Xavi, la organización; con Iniesta la humanidad y con Messi de nuevo la ilusión y la esperanza ilimitada.

De éstos últimos seis años, el único sobrante ha sido el presidente de hoy. Con él, como sin él, todo habría funcionado igual. O mejor. Porque ahora conocemos los éxitos deportivos pero no conocemos de verdad/verdad los interiorismos. No sabemos si la economía tiene la misma cara que nos intenta hacer creer que es. La verdad es que no me fío y no me fío porque no creo en el personaje que está utilizando el club para sus ambiciones personales.

Escribía el otro día Dagoberto Escorcia en La Vanguardia que "Dicen los que han conocido muy de cerca a Joan Laporta que ésta de "pit i collons" es una de sus frases preferidas. Las cosas se hacen por huevos o no se hacen. Para el presidente del Barça todo se reduce a una cuestión de testosterona".

Efectivamente, es así. Pero yo que conozco sus andanzas desde los Maristas al Pipper´s, cuando hace años ya me pedían colaboración para sus ambiciones, puedo decir que Laporta es mucho más peligroso que lo que su falsa sonrisa aparenta. No parará hasta hacer lo imposible por dejar un presidente que le sustituya para seguir moviendo los hilos del Barça lo que ya considera su finca particular. Y no parará tampoco hasta lograr su gran ambición: ser presidente de la Generalitat, primero utilizando políticos para después derribarlos.

Si hace unos días, desde el programa "59 segundos" de TVE no cerró la puerta a su futuro ingreso en la política, ayer desde el "Avui" lo quiso rematar: "Lluitaré pels drets i la llibertad de Catalunya". Como si todos los que han hecho la transición política y ciudadana hasta hoy, no hubieran hecho nada. Como si Cataluña estuviera exenta de derechos y libertades.

Lo dicho: primero yo y después Dios. Un impresentable, a pesar del equipo.

sábado, 11 de julio de 2009

Pipper´s Club Laporta (3)

Hace años la cafetería del poder-de-la-pelota era Don Pancho. En Travessera/Aribau. Era el territorio comanche de don Pablo (Porta). Dije que un día les hablaría de ese santuario del fútbol (y más cosas) que fue ese lugar donde, además de futbolistas/directivos/entrenadores/periodistas iban gentes con notoria personalidad. Un habitual era José Manuel Lara padre, el creador del imperio Planeta. Mientras hablaba/polemizaba con don Pablo, siempre se hacía limpiar y abrillantar los zapatos por Pepe. Pepe, era uno de los pocos zapateros que no te arrancaba los tacones para cobrarte otro servicio. Además, en media faena cogía la guitarra y cantaba. Cantaba como los ángeles. "Pero ésto -refiriéndose a los zapatos- es más seguro y mejor pagado que el arte. Hay mucho cara en ese mundo que quiere que les cantes pero no te pagan ni una copa. Aquí, al menos, don Pablo y el "señor de los libros" (Lara) te invitan a un moriles y a unos boquerones".

Lara daba un consejo con frecuencia: "Si te tienes que levantar antes de las diez de la mañana, nunca te harás rico".Una verdad como un templo.
Por eso, ahora, el "Pipper´s" está tan lleno de ricos. De nuevos ricos. Son de diez de la mañana en adelante. "Noches alegres mañanas tristes". Pero con un buen coktel pasa rápidamente la tristeza y el ánimo se levanta rápidamente. Basta escuchar en el fondo a JL y su camarilla de palmeros para darse cuenta que la fiesta está en marcha. O sigue la fiesta.
El Pipper´s está situado en una de las calles con más historias de sexo/amor y golfería de la Barcelona gastadora. La rica y la que lo aparentaba. Había un puti club detrás de otro. La prostituta más famosa y pretendida era Carmen "la India". Tenía cola. Empezando por el gremio téxtil y pasando por todo el franquismo con poder, incluídos dirigentes (y futbolistas) de clubs. Carmen "la india" era una bomba. Yo la conocí. Vivía muy cerca de donde vivía el gran Ricardo Zamora, detrás del "Pipper´s".

Carmen "la India" ha sido el gran símbolo de esa zona. Barcelonista hasta la médula. No trabajaba cuando jugaba el Barça. Ya le podían ofrecer una fortuna que decía "hoy sólo me toca el Barça". Varios jugadores y directivos del club estaban locamente enamorados de ella.
Carmen "la India" es uno de los más grandes símbolos amorosos de la Barcelona del desarrollo y la transición. Un personaje célebre de la ciudad se murió del corazón intentando seducirla de amor en un mueblé cercano. Rápidamente llamaron desde el lugar a un amigo del muerto para decirle que hacían con él. "Para que la familia no se escandalice". Lo sacaron a un banco de la Diagonal para hacer ver que le había dado un síncope paseando por tan señorial lugar. Esto era un sábado. El gobernador estuvo informado al minuto. Lo enterraron con una docena de curas de acompañantes y en el fondo de la iglesia, con un pañuelo tapándole toda la cara, Carmen "la India", a la que la mitad de los allí asistentes conocían y lo habían dado todo por su amor. Pero su único amor eterno era el Barça.

Ahora, los únicos símbolos que quedan en esa zona, es una madame (estupenda ella), la señora Rius, que vive en la calle Villarroel, y JL, el presidente del Barça que es la gran referencia de esa zona. Evidentemente, ha perdido encanto. No por la señora Rius, sino por el "tritranquilo" que sólo seduce a habladores y escribidores. Hasta Eto'o pasa de él. Pero la gente de la pluma y el micro es distinta. Es más fácil de conquistar. Con Carmen "la India" no se hubieran comido un rosco, pero con JL tienen posibilidades de desayunar o tomar el aperitivo en el Pipper´s o de comer, por todo lo grande, en el Majestic. Me gustaría saber que dinero costó el fiestorro/hortera del otro día en Passeig de Grácia que se convirtió en un "autohomenaje" del propio JL.
Quizás, en la administración del club barcelonista conocen qué costó la autofiesta. Porque no me creo/no me creo que la pagara el presi. Para eso están los socios. Para pagar los viajes a Roma y para pagar estas fiestas sin límites.

Y después dicen que los socios no sirven para nada. Que se lo pregunten a los actuales directivos, presidentes y herederos incluídos.

"¡Visca el Barça!". Para unos más que para otros.

sábado, 4 de julio de 2009

Pipper's Club Laporta (2)

Sigo en el "Pipper´s", la cafetería que utiliza Laporta como despacho general. Desde donde dirige (a su antojo) el Barça rodeado de un séquito de aspirantes a algo. Sentado en una mesa próxima escucho lo que no quiero escuchar y de paso recibo el olor embriagador de la madame más famosa de la calle Villarroel, la señora Rius, una barcelonista integral que sabe más que nadie de las interioridades (nunca mejor dicho) de las personas. De importantes personajes. Barcelonistas y no barcelonistas.

Me encanta ese aire perfumado que se respira en la terraza -y no terraza- de esta famosa cafetería que se ha convertido en santo y seña del laportismo y donde se fraguan más cosas que en el propio club.

Supongo que entre el "Pipper´s" y el "Drolma" -¿pagando quién, querido socio?- se ha gestado buena parte de ese panfleto que pretenden vender pero que no se vende uno ni por casualidad, salvo que un día de estos, en un ataque de rabieta, el presi ordene al director general del club que adquiera varios miles de ejemplares para de esta manera hacer ver que la edición ha sido un éxito. Pero ni lo es, ni lo será. Porque la gente no está para engaños y menos de su propio presidente. Y como la gente no es tonta, ha dicho el panfleto lo compras tu, tu escribidor y tu editor que, por cierto, fue el mismo que publicó el libro de Tomás Guasch sobre Raúl Tamudo.

¿Es qué ninguna otra editorial quiso publicar el panfleto...?

Ni el cómplice escribidor (Espadaler), ni el Laporta hablan en el libreto de lo que deben hablar: de la economía del club. De los muchos gastos y pocos ingresos. Tema tabú. No interesa que se sepa dónde han metido el dinero, ese dinero inexistente en las arcas del club que ha precisado (precisa todavía) que una serie de bancos (diez como mínimo) renegocien un nuevo crédito sindicado. De ésto, ni media palabra.

Laporta dice -no en el panfleto- a los banqueros que el "triplete" ha costado más dinero del que preveían. Si es así, cero patatero para los gestores económicos. Empezando por Laporta, pasando por Soriano y rematando por Sala Martin. Una cosa es la que dicen/la que venden, y otra muy distinta la realidad. El Barça está necesitado urgentemente de liquidez y su deuda ronda los doscientos millones de euros. Más bien más, que menos.

De todo ésto, naturalmente, nada se dice...ni se intentará decir. Y que el triplete ha generado ese "agujero" financiero no se lo cree nadie/nadie/nadie.

¿Por qué Espadaler no pregunta dónde van los millones de euros que se ingresan...? ¿En pagar más de lo que se debe pagar a muchos jugadores que están a niveles galácticos florentinianos...?
¿A gastos suntuosos? ¿A viajes para vender imagen de presidente pero que no es otra cosa que vender humo? ¿A viajes utilizando aviones privados no justificados y utilizando los hoteles con más estrellas del mundo?

¿Cuánta gente, no socia, fue invitada a la final de la Copa de Europa con cargo a los socios de la entidad? ¿Entre los invitados figuraba el ex presidente del Real Madrid Ramón Calderón...?. Cuando menos, en vísperas de la final, él afirmó que estaba invitado por "mi buen amigo Joan Laporta"

Éstas y cuarenta mil cosas más son las que interesan saber y no más mentiras/más hipocresías/más burlas/más odios de esta pareja de listos que se compenenetran a la perfección, uno no preguntando lo que tiene que preguntar, y el otro diciendo una mentira tras otra con el objetivo de echar mierda sobre los futuros candidatos.

!Ah!. Y de los humos y olores que flotan sobre el ambiente del Pipper´s, el despacho personal y particularísimo del presi, no he dicho todavía lo importante.

Pero lo diré.

viernes, 3 de julio de 2009

El Pipper´s Club Laporta.

Decía hace un año que me tomaba un año sabático. Dicho y hecho. A lo largo de este período han sucedido muchas/muchas cosas. Las más importantes, la pérdida de muy buenos amigos de los que un día hablaré porque con ellos he pasado horas irrepetibles. Desde de don Pablo (Porta) hasta el último adiós, el de Baltasar Porcel, pasando por la desaparición de una extraordinaria mujer, la esposa de Horacio Seguí, el fotógrafo que más horas de vuelo ha invertido (de corazón) siguiendo al Barça. A todos ellos me referiré un día de éstos.

Hoy, sin embargo, quiero referirme a un vivo. O mejor dicho: a un par de vivos. El uno, todavía presidente (Laporta); el otro, todavía articulista (Espadaler). Ambos, unidos, intentando ser jamás vencidos.

Lo cierto es que no pretendía hablar ni de uno ni de otro pero después de su penúltimo y lamentable episodio, no me queda otro remedio que hacerlo. Al episodio que me refiero es a la publicación de ese panfleto que entre ambos amiguetes han decidido poner en circulación con una sola pasión: intentar destruir -si pueden- a un probable candidato a la presidencia del Barça, a Sandro Rosell. Es decir: intentar, con otros métodos, más barriobajeros todavía, repetir lo que ya sucedió hace treinta años. Liquidar, por la vía que sea, al gran favorito. Entonces, el publicista Víctor Sagí. Hoy, al único capaz de levantar las alfombras a JL, es decir, hacer lo que éste, mediante un extraño pacto, no hizo con Gaspart.

Me imagino que este panfleto que corre, a lo que se puede llamar cualquier cosa menos libro, se habrá inspirado en el despacho exterior del presidente. En el Pipper's. Una cafetería de la calle Villarroel, muy cerca de donde vive una célebre madame, la señora Rius, a la que no hace mucho el periodista Juliá Peiró le ha dedicado un hermoso libro sobre el amor sexual en la clandestinidad.

No sé si los aromas perfumados que se transmiten a través de los ventales de la señora Rius han podido influir malévolamente en la imaginación dañina de alguno de los permanentes huéspedes del Pipper´s Club donde, entre lingotazo y lingotazo, se elucubran las historias más perversas y macabras que la mente humana es capaz de discurrir.

Laporta, que tanto acusaba a Núñez de dirigir el club desde su despacho de la calle Urgell, resulta que lo hace, no desde un despacho, sino desde una cafetería, circunstancia que naturalmente pasa por alto el escribidor tanto en sus columnas en el diario que le paga por masajear al presidente como en este libreto que han puesto a precio de libro de apariencia seria y que no es otra cosa que una burla y estafa al lector inocente que pueda picar en este anzuelo de pésimas intenciones. Al biografiado, naturalmente, no se le pregunta por esa manera de dirigir el club desde una cafetería, como no se le pregunta por otras muchas cosas que nosotros si lo haremos, sin necesidad de editar un panfleto.

De la aparición de este librejo, "Passió absoluta", me enteré por el diario La Vanguardia, periódico que sigo diariamente desde hace casi medio siglo y que dió amplia cobertura a este panfleto, lo que me produjo extrañeza -no el panfleto, sino la cobertura informativa- en un diario que cuida con mimo sus contenidos y es toda una referencia en Catalunya desde hace más de un siglo. Que LV se hiciera eco en su edición diaria de esta basura-literaria me causó sorpresa y hasta pena. Que un diario que ha tenido (tiene) excepcionales plumas, que ha medido muy bien sus palabras, diera cabida en sus páginas al más vomitivo librito que ha sido capaz de publicar una editora catalana.

Pero por si la cobertura informativa de la aparición de este panfleto fuera escasa, poco después incluso Sergi Pamies le dedicaba un artículo con grandes caracteres. Es decir: si a alguien le había pasado por alto la aparición de "Passió absoluta", había que repetirlo ahora bajo la pluma de un excelente articulista (que lo cortés no quita lo valiente).

Me gustaría que un ejemplar de estas mentes/unidas, escritas o no en el Pipper´s Club Laporta, se las hicieran llegar al conde de Godó y que como editor de LV y vicepresidente recién nombrado de La Caixa lo leyera y se manifestara públicamente sobre si la sociedad catalana es merecedora de tener en primer plano de la actualidad a voces profundas tan repudiables/hipócritas/y mentirosas como el biógrafo y biografiado de esta lamentable historia que no ha hecho más que comenzar. Entre otras razones, porque esta bazofia escrita por un aprendiz de Galinsoga no deja de ser el arranque de las futuras elecciones presidenciales, a las que se quiere eliminar de entrada al favorito en las urnas, como en su día se hizo con uno de los hombres más cultos e imaginativos que ha dado Catalunya y que provocó su retirada de los comicios, al que antes nos hemos referido.

Los habituales al Pipper´s Club Laporta, incapaces de mantener encendida la "llama del triplete", viven con la única obsesión de mantener, por el camino que sea, los privilegios que les está otorgando la presidencia del club y harán todo lo que está en sus manos (y en otras manos) por impedir unas elecciones transparentes en que el vencedor sea el elegido por los socios y no como soprendentemente proponía no hace mucho el columnista Xavier Bru de Sala, también en LV "a Laporta le corresponde, con la bendición del padre Cruyff, proponer al próximo presidente (del Barça)"

Hasta aquí podríamos llegar.