viernes, 3 de julio de 2009

El Pipper´s Club Laporta.

Decía hace un año que me tomaba un año sabático. Dicho y hecho. A lo largo de este período han sucedido muchas/muchas cosas. Las más importantes, la pérdida de muy buenos amigos de los que un día hablaré porque con ellos he pasado horas irrepetibles. Desde de don Pablo (Porta) hasta el último adiós, el de Baltasar Porcel, pasando por la desaparición de una extraordinaria mujer, la esposa de Horacio Seguí, el fotógrafo que más horas de vuelo ha invertido (de corazón) siguiendo al Barça. A todos ellos me referiré un día de éstos.

Hoy, sin embargo, quiero referirme a un vivo. O mejor dicho: a un par de vivos. El uno, todavía presidente (Laporta); el otro, todavía articulista (Espadaler). Ambos, unidos, intentando ser jamás vencidos.

Lo cierto es que no pretendía hablar ni de uno ni de otro pero después de su penúltimo y lamentable episodio, no me queda otro remedio que hacerlo. Al episodio que me refiero es a la publicación de ese panfleto que entre ambos amiguetes han decidido poner en circulación con una sola pasión: intentar destruir -si pueden- a un probable candidato a la presidencia del Barça, a Sandro Rosell. Es decir: intentar, con otros métodos, más barriobajeros todavía, repetir lo que ya sucedió hace treinta años. Liquidar, por la vía que sea, al gran favorito. Entonces, el publicista Víctor Sagí. Hoy, al único capaz de levantar las alfombras a JL, es decir, hacer lo que éste, mediante un extraño pacto, no hizo con Gaspart.

Me imagino que este panfleto que corre, a lo que se puede llamar cualquier cosa menos libro, se habrá inspirado en el despacho exterior del presidente. En el Pipper's. Una cafetería de la calle Villarroel, muy cerca de donde vive una célebre madame, la señora Rius, a la que no hace mucho el periodista Juliá Peiró le ha dedicado un hermoso libro sobre el amor sexual en la clandestinidad.

No sé si los aromas perfumados que se transmiten a través de los ventales de la señora Rius han podido influir malévolamente en la imaginación dañina de alguno de los permanentes huéspedes del Pipper´s Club donde, entre lingotazo y lingotazo, se elucubran las historias más perversas y macabras que la mente humana es capaz de discurrir.

Laporta, que tanto acusaba a Núñez de dirigir el club desde su despacho de la calle Urgell, resulta que lo hace, no desde un despacho, sino desde una cafetería, circunstancia que naturalmente pasa por alto el escribidor tanto en sus columnas en el diario que le paga por masajear al presidente como en este libreto que han puesto a precio de libro de apariencia seria y que no es otra cosa que una burla y estafa al lector inocente que pueda picar en este anzuelo de pésimas intenciones. Al biografiado, naturalmente, no se le pregunta por esa manera de dirigir el club desde una cafetería, como no se le pregunta por otras muchas cosas que nosotros si lo haremos, sin necesidad de editar un panfleto.

De la aparición de este librejo, "Passió absoluta", me enteré por el diario La Vanguardia, periódico que sigo diariamente desde hace casi medio siglo y que dió amplia cobertura a este panfleto, lo que me produjo extrañeza -no el panfleto, sino la cobertura informativa- en un diario que cuida con mimo sus contenidos y es toda una referencia en Catalunya desde hace más de un siglo. Que LV se hiciera eco en su edición diaria de esta basura-literaria me causó sorpresa y hasta pena. Que un diario que ha tenido (tiene) excepcionales plumas, que ha medido muy bien sus palabras, diera cabida en sus páginas al más vomitivo librito que ha sido capaz de publicar una editora catalana.

Pero por si la cobertura informativa de la aparición de este panfleto fuera escasa, poco después incluso Sergi Pamies le dedicaba un artículo con grandes caracteres. Es decir: si a alguien le había pasado por alto la aparición de "Passió absoluta", había que repetirlo ahora bajo la pluma de un excelente articulista (que lo cortés no quita lo valiente).

Me gustaría que un ejemplar de estas mentes/unidas, escritas o no en el Pipper´s Club Laporta, se las hicieran llegar al conde de Godó y que como editor de LV y vicepresidente recién nombrado de La Caixa lo leyera y se manifestara públicamente sobre si la sociedad catalana es merecedora de tener en primer plano de la actualidad a voces profundas tan repudiables/hipócritas/y mentirosas como el biógrafo y biografiado de esta lamentable historia que no ha hecho más que comenzar. Entre otras razones, porque esta bazofia escrita por un aprendiz de Galinsoga no deja de ser el arranque de las futuras elecciones presidenciales, a las que se quiere eliminar de entrada al favorito en las urnas, como en su día se hizo con uno de los hombres más cultos e imaginativos que ha dado Catalunya y que provocó su retirada de los comicios, al que antes nos hemos referido.

Los habituales al Pipper´s Club Laporta, incapaces de mantener encendida la "llama del triplete", viven con la única obsesión de mantener, por el camino que sea, los privilegios que les está otorgando la presidencia del club y harán todo lo que está en sus manos (y en otras manos) por impedir unas elecciones transparentes en que el vencedor sea el elegido por los socios y no como soprendentemente proponía no hace mucho el columnista Xavier Bru de Sala, también en LV "a Laporta le corresponde, con la bendición del padre Cruyff, proponer al próximo presidente (del Barça)"

Hasta aquí podríamos llegar.