jueves, 21 de enero de 2010

Carles Barnils, el socio que mejor conoce el Barça

Nos hemos citado en el Melton, un restaurante de cocina clásica italiana de la calle Muntaner dónde es posible hablar con tranquilidad sin que tengas pegada otra mesa con las antenas puestas de otros comensales. Aquí tenía mesa fija Samuel Eto´o, porque aquí come con frecuencia Alejandro Echevarría, el ex cuñadísimo. Además de comerse bien, tiene ese toque de distinción y eres atendido por mujeres.

Carles (don Carlos) Barnils aún no ha tomado asiento que ya una agradable italiana le muestra el vino embotellado de marca: “¿Conforme?”. “Pregúnteselo al caballero”, le dice refiriéndose a mi. “Adelante”. Barnils es un excelente gourmet, y un sibarita de todo y en todo. Sobre todo de las mujeres:

-Por eso amigo siempre me acuerdo de Guria y de usted, porque además de ser uno de los mejores sitios dónde se comía, tenía una decoración insuperable, incluidas todas aquellas extraordinarias mujeres vascas que te atendían, empezando por doña Etorne. Es una lástima que desapareciera. ¿Y qué pasó? Porque era un restaurante y un negocio de fábula…

-Hemos venido a hablar del Barça. Y es que Carles/don Carlos lo sabe todo del club. No por ser el socio 448, sino por la intensidad con que ha vivido y conocido el club, desde ayer hasta hoy, porque sigue reuniéndose casi diariamente con barcelonistas que lo viven y lo ven cómo él, como Evarist Murtra, o como Amador Bernabeu, el abuelo de Gerard Piqué: “Que defensa tan extraordinario. Yo lo sigo desde que era niño. Nos ha tocado la lotería con él. Espero que las mujeres no me lo estropeen, porque, con esa estampa, le persiguen a todas las horas por todos los lugares…”

Carles/Don Carlos Barnils llegó al barcelonismo por su hermano Josep María Barnils Vila, doce años mayor que él y que en un infortunado diciembre del año 1961 fallecía en un accidente de coche, camino de Andorra, cuando al intentar evitar chocar con una roca, el automóvil se precipitó sobre el Canal de la central de Pons. Con su hermano viajaban sus padres, don Casimiro Barnils Moner y doña Carmen Vila Pi que perecieron todos ahogados. Sólo se salvó la secretaria de su hermano, Joana.

-Mi padre era un aficionado del Barça pero no tan apasionado como mi hermano Josep María. Tenía una agencia de publicidad y era propietario de algunas salas de cine, como el Publi en Passeig de Grácia y el Maryland en Plaça Urquinaona, nombre que por cierto acabada la guerra incivil le obligaron a modificar porque no estaban autorizados nombres extranjeros.

Su hermano Josep María, abogado, fue el creador/impulsor/fundador de la primera revista barcelonista, “Barça”. “Mi hermano era amigo de Francisco Miró-Sans. Le llevaba, además, algunos temas jurídicos. Miró-Sans ya tenía en la cabeza construir en un estadio nuevo, un gran estadio, aprovechando parte de unos terrenos que había adquirido cerca de la Diagonal el presidente Agustí Montal. Las Corts se había quedado insuficiente, porque la gente se había vuelto loca con Kubala y aquel Barça. Entonces, mi hermano Josep María le inculcó a Miró-Sans la necesidad de crear esa revista para ir informando al socio sobre el excepcional proyecto que era la construcción del Camp Nou. Y así nació “Barça” en 1956”

Me explica Barnils que en aquellos años no era fácil obtener autorización para la publicación de revistas. “Miró-Sans, que era adicto al régimen, sostenía una gran amistad con dos de los ministros más influyentes de Franco, Girón y Solís Ruiz, y fue a través de éste quien logró el objetivo. Así nació “Barça”, que se tuvo que registrar entonces como “Barca”, pero como el analfabetismo no era excluyente en muchos organismos oficiales, lo que para ellos era “barca” se fue modificando la ce, hasta convertirse en su auténtico nombre”.

Carles/don Carlos se hizo cargo de ella, en 1961, a la muerte de su hermano. No estaba muy convencido de asumir la responsabilidad de ser el editor, pero en honor de su hermano, por presión de Miró-Sans y de la mayor parte de periodistas que colaboraban en la revista se hizo cargo de ella. Barnils ya colaboraba en ella, sin su firma, bajo el seudónimo “Be-uve” que ya le ha acompañado para siempre, primero en Barça y años después cuando fundó la revista, también barcelonista, “R.B.”, en la que yo tuve el privilegio de colaborar y, sobre todo, de conocerle y aprender especialmente su sentido crítico de las cosas, empezando por las propias.

-En realidad –me dice- yo comencé haciendo “La quiniela del famoso”, entrevistándome con los actores y actrices más destacados de la época; y también haciendo crítica musical en los comienzos de la revista “Hola”, que como sabe se creó y fundó en Barcelona. Me introdujo Irurozqui, un periodista y caricaturista muy popular de aquellos años.

Le digo que conozco la historia, porque yo colaboré en el diario “La Prensa”, del que había sido director don Antonio Sánchez Gómez que junto con su esposa Mercedes Junco crearon la revista ("Hola") en la misma redacción de aquel desaparecido diario. Yo no coincidí en su etapa pero con el tiempo tuve oportunidad de conocerle a través de José María Zubeldia, un periodista granadino, al que le gustaban las mujeres tanto o más que a Carles/don Carlos Barnils. Y también tuve otro animada charla con él a través de Juan José Castillo que también llegó a colaborar, con seudónimo, en “Hola”.

Regresamos al tema barcelonista. Me comenta Barnils que con la revista “Barça” tuvo muchos problemas con la censura. “Cada tres por cuatro, me la retenían o me la secuestraban”. “Pero, ¿por qué les preguntaba en la delegación de Información y Turismo”

-Por roja, separatista y porque nos crea muchos problemas con sus artículos.

-En una ocasión –explica-, cuando Kubala fichó por el Español, Ibáñez Escofet escribió un artículo titulado “El arte de pensar con los pies” muy crítico con el gran ídolo barcelonista, a pesar de que éramos buenos amigos de Kubala. Pero para mí, y para el propio Manolo Ibáñez Escofet -¡que extraordinario periodista!- la libertad y el sentido de la independencia estaba por encima de las amistades. “Si se es amigo se puede discutir pacíficamente pero no enfadarse ni enemistarse”. Esto siempre lo tenía yo muy presente. Pero a lo que íbamos. Con ese título contrario al fichaje de Kubala por el Español se organizó, al parecer, un gran follón entre los partidarios de un club y otro en las tertulias que se celebraban en Canaletas, y el delegado del ministerio, que no recuerdo ahora su nombre, me dijo: “mire : por culpa de artículos como éste, cargados de rojería, ha estado a punto de organizarse una gran revuelta de orden público en Las Ramblas, y no olvide, señor Barnils, que por culpa de los toros comenzó la Semana Trágica de Barcelona”. Quedé estupefacto.

Me cuenta que, además de los problemas de censura, los problemas que comenzaron con el propio club, con el presidente Miró-Sans que quería una orientación de la revista sólo favorable hacia su persona y los problemas que aumentaron cuando también quiso intervenir el entonces secretario del club, Salvat, que pretendía utilizar la revista a favor de una campaña para que el estadio llevara el nombre de “Estadio de Francisco Miró-Sans”, como me opuse, porque nunca he sido partidario de que un estadio lleve el nombre de una persona, decidí dejar la revista.

A Carles/don Carlos le siguieron en bloque, toda la redacción, con la excepción de uno. Con Barnils se fueron gentes como Ibáñez Escofet, Juan José Castillo, Enrique Fernández, Josep Morera Falcó, Joaquím Muntañola, Mas Casals, Vidal Peris…

-La revista “Barça” de cuya autoría intelectual era mi hermano Josep María, cuando fue autorizada sólo se otorgaba su registro bajo el nombre de Miró-Sans, por aquella amistad que antes le aludía del presidente con los ministros franquistas. Pero quién además ponía las pérdidas económicas era primero mi hermano y después a su muerte yo, porque el club no la subvencionaba por entonces. Ni nosotros lo queríamos en honor a esa independencia. Total que cuando hubo el enfrentamiento con Salvat, yo intenté hacerme con los derechos de la revista, y Miró-Sans me pidió dos millones de la época y otros privilegios. Me negué, y decidí irme y fundar otra revista barcelonista.

Tampoco era fácil conseguir en aquellos años autorización para una nueva publicación, me comenta: “ Pasaba el tiempo y no había manera. Siempre era aquello de “pase usted mañana”. Era un imposible su autorización, máxime siendo barcelonista. Hablé con Platón, con Samaranch, que entonces tenían mucho poder, hasta que un día, paradójicas de la vida, me encontré en Madrid con Raimundo Saporta, entonces vicepresidente del Real Madrid y el directivo con mayor influencia que existía. Tenía desde el Madrid y desde su Banco Exterior más poder que muchos ministros. Me preguntó: “y de tú revista, qué? ¿Cuándo sales?”. Le dije que era un imposible. Que no había manera de lograr la autorización y me dijo: “vamos ahora mismo al registro del ministerio y veremos qué pasa”. Total, que entré en el ministerio sin autorización y salí con la correspondiente autorización para poder editarla”.

Así nació la revista barcelonista “R.B”. En la despedida con Saporta me dijo: “!Ah, no dudes de meterte con el Madrid, contra más te metas, más éxito tendrás”. Me dice Barnils que Saporta es uno de los tipos más listos que ha conocido. “Él y Samaranch, lo sabían todo, todo, todo”.

-Mire: es el único dirigente que sin ser presidente, lo recuerda todo el mundo. Yo diría que sólo hay dos directivos que han sido conocidos: Saporta, sobre todo, y Nicoulau Casaus. El resto de directivos, son olvidados por la gente en cuanto dejan de estar en el club. Bueno, muchos no son conocidos ni siendo directivos.

-Y por qué se matan algunos por ser directivos…-le digo.
-Unos, por tener una justificación para salir de casa y viajar; otros, porque la única manera de salir en los papeles es siendo directivos sino únicamente saldrían en las necrológicas.
-Y Carles/don Carlos Barnils porqué no ha sido directivo teniendo tantas oportunidades de serlo..

-Lo he podido ser con varios, con Llaudet, con Narcís de Carreras, con Núñez…el propio Joan Gich, en su época de administrador del club me lo ofreció reiteradamente. Mi respuesta siempre ha sido la misma: si aceptaba un cargo perdía la libertad y si mis compañeros y amigos de prensa me preguntaban por tal cosa no les podía engañar. En otros casos, porque prefería mantener la amistad a que se pudiera deteriorar por esos contrastes de pareceres que siempre deben existir en una junta, y que tan poco les gusta cuando llegan a ser presidentes.

-Por cierto, Barnils, antes me he olvidado de preguntarle: “Saporta, ¿era gay?”. Se especuló mucho con ello, entonces casi nadie se atrevía a salir del armario: “Él vivía con su madre, y lo que creo es que Saporta era muy Saporta, pero de ahí a que fuera gay, yo no tengo conocimiento de ello.”

Hablando de algunas personas del régimen anterior y de su antibarcelonismo, surge el nombre del cuñadísimo de Franco, Ramón Serrano Suñer, el hombre que tuvo más poder en España acabada la guerra incivil. Fue el más poderoso ministro del Interior y también de Exteriores, el que motivó el encuentro en Hendaya entre Hitler y Franco. Estaba casado con una hermana de doña Carmen Polo y se enfrentó a su cuñado porque a los pocos años de la guerra quería un cambio de régimen con la inclusión de Ortega y Gasset, de Marañón y de un gran barcelonista, Cambó, y Franco se negó y se distanciaron:

-Así es. Serrano Súñer tenía de siempre simpatía por el Barça. Una vez, quiero recordar, que en una entrevista en el desaparecido diario “Tele/eXpress” lo confirmaba. Pero es cierto que al equipo que admiraba desde su juventud era el Barça. Yo le dije una vez que era una pena que no lo hubiera confesado públicamente sólo finalizar la guerra porque nos hubiéramos evitado muchos problemas. Porque en aquellos años, no nos engañemos, salvo los aprovechados, ser barcelonista y ser del Barça era ser rojo y catalanista, lo que tampoco era cierto. Por eso dije “es una pena que Serrano Súñer no lo haya dicho en el momento oportuno”.

Comentamos que hay barcelonistas, o que sienten admiración por el Barça que resultan sorprendentes porque lo han ocultado. Que igual que hay gays sin salir del armario, hay barcelonistas que le sucede lo mismo. Le cuento, por ejemplo, mi experiencia con el premio nobel don Camilo José Cela que tuve la oportunidad (y el privilegio) de seguir, en la intimidad de Guria, con nadie más presente, que él, su mujer Rosario (que era a quien le dictaba sus obras) y con Tere, que después sería (es) mi mujer. Me sorprendió cómo celebraba cada gol del Barça al Real Madrid. “Mira – me decía- yo siento un cariño especial por el Barcelona y por Cataluña mucho más grande de lo que algunos imaginan. Yo me conozco muy bien esta tierra por un gran escritor y barcelonista, Josep María Espinás, y me conozco todos los rincones de Barcelona, muebles incluidos, por Néstor Luján y Horacio Sáenz Guerrero. No olvide que yo me desvirgué en Barcelona..”

Nos comentó que su padre era un entusiasta del fútbol, había sido uno de los fundadores del Fortuna de Vigo, club que acabó siendo el Celta de Vigo, y que también era un entusiasta del Barça de los inicios.

-Sé –le digo a Barnils- que aquel 0-5 del Barça, en la celebración que se hizo en el hotel de Madrid, uno de los que más lo celebraron fue uno de los hijos de Serrano Súñer..

Damos un nuevo giro a la conversación, mientras saborea la copa y los ojos se le escapan cada vez que pasa una mujer. Le digo que es la única persona en el barcelonismo que ha vivido intensamente unas elecciones desde dos candidaturas, las de 1978, estando detrás de Josep Lluís Núñez y detrás de Nicolau Casaus:

-Aquellas fueron unas elecciones extrañas, sorprendentes. El gran favorito era Víctor Sagi. Era el mayor exclusivista de la época. Todo estaba a favor de él, incluso hubo un intento de pacto entre Víctor Sagi y Núñez. Fue un encuentro que motivé yo en el restaurante Koldobika, el de la calle Bruc. Núñez pretendía que fueran los dos cabeza de candidatura y que fueran los socios quien eligiera el número uno entre ellos. Sagi no aceptó.

-Y después se le chantajeó con unas fotos que le hicieron abandonar…

-Pero siempre se ha rumoreado que había sido Núñez y es absolutamente falso.

-No –le digo- yo tampoco he compartido esa opinión, porque me consta que quien le chantajeó fue un importante editor de aquellos años…

-Es la misma versión que yo tengo. Que le exigió más publicidad para sus publicaciones y como Sagi no cedía le amenazó con las fotos de una modela en Londres.

Coincidimos con el mismo nombre, que no citamos, entre otras cosas porque ya no vive, y por respeto a la propia familia.

-Pero usted no sabe lo más bueno –me dice Carles/don Carlos Barnils- es que una vez fuera de combate Víctor Sagi, Núñez pudo llegar a pactar con Ferran Ariño el que se había convertido entonces en el favorito. Yo a Núñez le había dicho que nadie había sido presidente del Barça sin ser antes directivo. Que era un rodaje conveniente. “Mira Josep Lluís: lo mejor es que vayas de vicepresidente en una candidatura y dentro de cuatro años que habrás conocido el club por dentro te presentes”. Le convencí. Y mantuve un almuerzo en el restaurante La Oca de Plaça Maciá con los entonces máximos ejecutivos del club, Jaume Rosell y Joan Granados. Y les hice el ofrecimiento. Hablar con Ariño y Núñez está dispuesto a no presentar candidatura si va de vicepresidente económico en su candidatura”.

No prosperó, y Núñez presentó su alternativa. Por otra parte, Nicolau Casaus también competía. Barnils estaba detrás de las dos opciones por amistad personal con ambos.

-La idea de que Casaus se presentara no fue de Núñez como también se ha dicho, porque la presencia de Casaus, efectivamente, a quien más perjudicaba era a Ariño que competían por el mismo cesto de votos. La idea surgió de la hija de Casausa, de Roser, que le comentó a su padre: “Mira, papá, el Barça ha sido y es tu vida, y con los años que tienes esta es una buena oportunidad para presentarte a las elecciones, sino lo haces ahora, difícilmente lo harás”. Y así fue. Fue por iniciativa de su hija y contó con el apoyo, en todos los aspectos, de su esposo, Cardoner.

-Pero al unirse los dos sólo terminar las elecciones dio pie a todo tipo de especulación..

-Es cierto, y como Nicolau Casaus estaba cerrando su negocio textil, los rumores aumentaron. Pero no fue como se dijo. Otra cosa es que Núñez, por la amistad que les unía y por lo que Casaus representaba en todo el mundo barcelonista, le ayudara en la hora de poner fin a sus negocios.

-Casaus le hizo daño electoralmente a Ariño –le digo- pero más daño le hizo la politización de su candidatura, dejarse llevar por el grupo periodístico que entonces defendía los intereses de la izquierda y sobre todo del comunismo..

-Fue un gran error de Ariño, pero aún así y todo perdió por muy pocos votos.

-Hubo personas que habían compartido la misma junta con Agustí Montal que no le votaron y votaron a Núñez –le digo para añadir- El propio Jordi Pujol, que fue a votar por la tarde en vez de por la mañana, que habría influido, votó a Ariño pero a pie de urna me dijo: “Voto a Ariño pero ganará Núñez. Ferrán ha cometido el grave error de dejarse politizar la candidatura”.

-Estoy de acuerdo, y fue la verdad. Pero para que vea cómo es el Barça y lo complicado que son unas elecciones.

-Y ahora, Carles/don Carlos, ¿qué pasará?

-Si Sandro Rosell no comete errores, lo tiene todo a favor, entre otras cosas porque podemos votar a una persona que no tiene necesidad del club y la presidencia para hacer negocios y ganar dinero. Esta es una ventaja que tiene Rosell, además de sus virtudes personales. Porque el Barça de éstos años está representado por Ronaldinho, que fue quien nos devolvió la ilusión y las ganas, y después por la personalidad de Pep Guardiola. Estas dos etapas marcan el Barça de estos años.

-Y Laporta…

-La peor representación que hemos tenido.

-Y esas posibles alternativas…

-¿Quién..? ¿Godall? No me haga usted reir…

-¿Y Sala Martin?

-¿Estamos de broma..?- sonríe. Este señor de chaquetas entenderá, que se las regalo todas, pero del Barça y del fútbol, nada de nada.

-También existe la posibilidad de Soriano…

-¿Vió usted el reportaje que dio TV3 de él sobre Spanair..? Cometieron un error él y la televisión. Le falta una cierta humildad. Yo le diría que primero solucionara la compañía aérea y que en las próximas elecciones, no en éstas, más sosegado, con menos prepotencia, entonces optara a la presidencia. Pero hoy por hoy, si no comete errores, Rosell tiene todas las de ganar.

-Y Carles/don Carlos Barnils, socio 448 del Fútbol Club Barcelona…

-Seguiré votando y siendo un observador activo de la vida barcelonista. Ya le he dicho que el único que quizás me hubiera convencido para ser directivo podía haber sido Evarist Murtra, porque vemos el Barça de la misma manera, y porque ya era amigo de su padre, fundador de la Gran Peña Barcelonista.

Ya levantados de la mesa. Camino de la calle, le digo: “Por cierto. ¿le ha sorprendido lo de Félix Millet?” “Pues quiere que le diga la verdad: sí. Jamás me lo hubiera imaginado. He estado con él en la Fundació del Barcelona, pero hemos comido muy pocas veces, porque la verdad es que era bastante aburrido. Yo por el que he sentido un mayor cariño es por su hermano Xavier que fue vicepresidente con Montal en la etapa de aquel gran entrenador que fue Vic Buckingham. Y es que a mi, los técnicos ingleses, salvo excepciones siempre me han parecido estupendos, entre otras cosas porque tienen sentido del humor”


LA COPA DE TOTS


Un exemple del seu amor pel Barça és la Copa de Tots, un trofeo que es troba en el Museu del Futbol Club Barcelona. A mitjans de 1962, mentre es produeix el trasllat del local social del passatge Menéndez Vigo a La Masia, un directiu barcelonista té la “brillant” idea de vendre tots els trofeus del club que quedaren en mal estat, després d´un dels bombardeigs que patí Barcelona a la guerra civil. Aquest directiu va vendre els trofeus per 700 pessetes a un drapaire del carrer Violant-Hongria de Sants. Finalment, les copes van ser comprades per Carles Barnils qui va encarregar a un fonedor que fes una copa de 10 quilos de pes y 1,63 d´alçada que va a ser batejada con la Copa de Tots. Carles Barnils va pagar unes 400.000 pessetes de la època per l’obra que posteriorment va donar al club durant la presidència d’Enric Llaudet, amb qui apareix a la foto.

Va tenir que convèncer al drapaire per vendre-les perquè ja les havia compromès amb uns clients espanyolistes que pretenien fer petits orinals. “Aquell senyor de Sants, una gran persona i molt agradable, ho va entendre i les vaig poder recuperar”