jueves, 1 de mayo de 2008

Yo no confío.

En el Barça se impone una revolución. Pero la revolución no la pueden hacer los que están dentro, los causantes del fracaso. La revolución hay que hacerla desde fuera. Presionando. Y la presión sólo se puede hacer (cívicamente) desde las gradas. Durante los partidos. Igual que lo hacía Laporta en su etapa de oposición. Con una diferencia: cuando él batallaba contra Núñez, no existían argumentos como los hay ahora. Núñez sería lo que quisieran pero, de entrada, sabía comportarse en el palco. Sabía estar/ser presidente. No como esta especie de monstruo que nos ha tocado sufrir. Entre Núñez y Laporta hay una diferencia notable: la de principios. Yo, con Núñez no estaba de acuerdo en muchas cosas, pero me fiaba de sus principios. Actualmente, no me fío de este presidente, ni de sus principios, si es que los tiene. Y no me fío de sus números, ni de los que él dice, ni de los que le apadrina Xavier Sala Martin. No me fío ni de uno ni de otro. Puede que esté equivocado, pero dificilmente alguien podrá evitar mi desconfianza. Los números del Barça quiero verlos cuando ellos no estén. Cuando se levanten las alfombras por donde pisan y han pisado. Entonces veré cómo se ha gestionado económicamente el club. Mientras, de confianza, cero patatero. Ya puede salir (como ayer), Sala Martin por TV3 y decir que el club económicamente está en buenas manos. ¿Por qué me lo voy a creer...? ¿Por qué lo diga el chaquetas...?.

Yo no confío en nada/nada en este Barça "laportiano", y no creo porque todo el historial presidencial está lleno de mentiras/de embustes/de engaños. Y de gestos nada civícos. El penúltimo en las gradas de Olf Traford. Cuando un presidente no sabe estar en un su sitio, se descalifica por si mismo. Y JL ha demostrado en multitud de ocasiones no saber estar, no saber presidir un club, y mucho menos un club del señorio y la categoría del FC Barcelona.

Lo dije un día y lo repito hoy. Laporta es peor/mucho peor/infinitamente peor que Joan Gaspart. Es, con mucho, el peor presidente de la historia del club. ¿Y en él voy a seguir confiando un nuevo proyecto...?. ¿En él...? ¿En un Cruyff que lleva más de treinta años viviendo del barcelonismo...? ¿En Txiki Begiristain, otro inútil/vago y presumido...?. ¿En esta banda de vanidosos/presumidos/prepotentes/vagos y vividores voy a seguir confiando los destinos de un club como el FC Barcelona.?.

No hay más cambio de ciclo que la marcha de JL de la presidencia del club. El Barcelona no merece tener un presidente como el que tiene. Por muchos "puigcercós" que salgan en su defensa. Hay muchos más socios en los graderíos que "puigcercós" en los palcos. Que a JL lo defiendan los políticos (algunos) ya está dicho todo.

JL se ha cargado el fútbol. Hace veinte años que el Barça no marcaba un gol en cuatro partidos consecutivos. Se ha cargado las secciones. En baloncesto, ha gastado más millones que ningún otro club europeo y es una vergüenza verlo. Ahora ya, ni en balonmano. Después de la derrota en Ciudad Real, por vez primera en veintisiete años, el club no suma ningún título.

JL se está cargando todo. Absolutamente todo. Y encima hay medios de comunicación que parece que le acusan con una serie de preguntas las cuales, leídas las preguntas, no dejan de ser un ataque despiadado contra algunos futbolistas (especialmente contra uno).... y una defensa presidencial. Una defensa indefendible.

Por eso decía al principio de esta crónica que no hay otra salida para defender al FC Barcelona (y no a los que viven de él) que presionar en el campo. Con el máximo civismo, con la máxima elegancia, pero presionando constantemente para que este presidente acabe arrojando la toalla. Como hizo él con Núñez, pero entonces sin los argumentos de ahora. Núñez, cuando menos, sabía estar, sabía ser presidente de un club como el Fútbol Club Barcelona.