martes, 27 de mayo de 2008

Hoy es un gran día.

Escuché en Catalunya Ràdio a Oriol Giralt, la cabeza visible/activa de esta moción de censura contra Laporta y su junta directiva. Me gustó una vez más como ya me sucedió hace unos días cuando pasó/habló y convenció en "El Rondo". Desde entonces, he seguido puntualmente sus pasos y todos los que se refieren a él, preguntan o escriben lo mismo: ¿Quién está detrás de él?. Yo no lo pregunto. En primer lugar, porque es una falta de respeto al socio actuante. En segundo término, porque lo que importa no es eso. Lo que cuenta es si es justa o injusta la moción de censura. Y por las firmas conseguidas, por el respaldo obtenido, está claro/clarísimo que los socios barcelonistas están por la labor, pese a ser la peor época del año para sumar adictos con el Camp Nou cerrado.

La moción de censura fue una idea del grupo de Laporta para derribar a Núñez. Y si no se lograba el objetivo, al menos dañar la imagen de un presidente que podía caer mejor o peor, pero que en vez de vender patrimonio, aumentó el patrimonio del club. Núñez era prepotente pero era incapaz de viajar/viajar/viajar con séquito a cuestas con cargo a la tesorería del club. Y menos todavía comer/comer/comer en carísimos restaurantes siempre pagando los socios. Que Núñez no era simpático es evidente, pero que Núñez miraba la "pela" del club como propia, eso es indiscutible. Nadie podía dudar (ni ha dudado) de las alfombras por las que pisó durante más de veinte años. Lo mismo podía decirse de Agustí Montal, que también tuvo sus defectos, pero nadie dudó en aquellos años de que podía meter mano donde no debía.

Además, con todos los errores que quieran atribuirse a aquellas dos directivas que marcaron época (la de Montal y la de Núñez) ningún socio podía poner en tela de juicio, y menos avergonzarse del presidente que les representaba. Sabían guardar las formas y tenían en todo momento un compartimiento señorial. Les dijeran lo que les dijeran, ellos por encima de todo, sabían que representaban a quien representaban. Lo que no ha sabido hacer Laporta. Y eso que los mandatos de Montal Costa y de Núñez no fueron fáciles, porque coincidieron con los momentos más convulsivos del país. En plena transición y edificación del país. Montal fue el pim, pam, pum de la democracia. Me gustaría ver ahora a JL y sus palmeros, ante los medios de comunicación de entonces, con el "Barrabás" a la cabeza y el grupo Mundo a la cabeza. Lo que aguantó Montal (sin rechistar) hoy no lo aguanta nadie.

No hablemos ya de Núñez que el enemigo lo tenía en casa. Si el equipo vencía "ganaba Cruyff". Si el equipo perdía, "perdía Núñez".

Cruyff, el amigo, el asesor de JL, ha sido el peor mal que le ha caído al club desde su llegada. Primero porque como jugador sólo ganó una Liga y una Copa en cinco años de estancia y arrasó con todo el dinero del club. Esa fue la debilidad de Montal, permitir que Cruyff se enriqueciera a cosa de empobrecer al club. Y si no hizo más estragos es porque allí se encontró con obstáculos como Jaume Rosell y Joan Granados que fueron cortando/recortando los caprichos del más caprichoso de los futbolistas que han pasado por Can Barça.

Cruyff siempre ha sido un oportunista. Juró fidelidad a Montal pero cuando éste dimitió y convocó elecciones, lo primero que hizo el holandés fue cambiarse de chaqueta (aún no había aparecido XSM) y pedir el voto para cualquiera menos para Ariño, con lo cuál estaba pidiendo el apoyo para Núñez.

Es decir, nada le costó cambiar de acera. El resto ya lo saben de sobras. Estuvo a punto de regresar al Barça de la mano del Grup d´Opinió y de Sixte Cambra, y en pleno regreso...se fue con Núñez como entrenador. Lo que el nuñismo le aguantó no tiene nombre. Primero, ratificarlo cuando se pedía su cabeza. Después, cuando llegaron los éxitos, siempre fueron los éxitos del holandés. Ni de los jugadores. Ni de los directivos. Ni del presidente. Ni de los socios. Fueron "sus" éxitos. De nadie más. Cuando subido en la noria de la vanidad, se cargó al equipo para meter primero al novio de su hija, después al marido de su hija, y más tarde a su hijo, y pintaron bastos, entonces el malo/el culpable/el responsable era (fue) Núñez.

La salida de Cruyff del Barça es la página más negra de la historia del barcelonismo. Recuerdo, como si fuera hoy, cuando Gaspart acude al vestuario para hablar con él y terminó como el rosario de la aurora. Gaspart no iba con la intención del cese, sino de una advertencia más, pero Cruyff en un ataque de excitación y locura (como los que ahora exhibe JL) llegó a decir que "Dios os castigará. Ya ha comenzado a hacerlo. Al presidente se le ha muerto una nieta y a ti también te tocara". Fue su final. Y como fue su final, aún tuvo arrestos para decir públicamente en Holanda que "Núñez es un tirano sin alma que marece estar entre animales".

Un tipo así. Un personaje así, capaz de decir a uno que acaba de enterrar a su nieta que "Dios ya ha comenzado a hacerlo", es para impedirle de por vida la entrada en el club. Y para negarle el saludo de por vida. Sin embargo, Cruyff encontró acomodo en el "laportismo". Primero apoyando la moción de censura de Laporta y los suyos contra Núñez, y después subiéndose al carro de los ganadores con su amigo JL en la presidencia.

Cruyff pensó que con su amigo en la poltrona, iba a seguir haciendo y deshaciendo a su antojo. Pero no contaba (ni él, ni el presidente) con que Sandro Rosell saliera respondón y marcara su línea de acción. "Yo soy el vicepresidente deportivo, pues yo actúo de vicepresidente deportivo". Y así se construyó el Barça que nos ha maravillado a todos. A base de decir "no, no y no" a los jugadores que pretendían fichar Cruyff/Laporta/Txiki, que no eran otros que los archisabidos Albelda, Aimar, Ayala y recuperar a Roger, mientras la oferta de Rosell era Ronaldinho, Deco, Márquez e, incluso, Kaká y Cristiano Ronaldo, pero no había dinero para tanto ni éstos dos jugadores podían esperar uno o dos años más porque las ofertas de Milán y Manchester United eran más que tentadoras e inmediatadas.

Después, ya saben de nuevo la historia. Los directivos que habían entrado a servir al Barça con ganas/ilusión/ideas y avales personales, un día dijeron basta a los caprichos del presidente, y porque vieron que cada día que pasaba JL se desviaba más de los objetivos iniciales. Y dijeron: "hasta aquí hemos llegado". El resto de directivos, los más torpes, los más vanidosos, varios de los que no avalaron, los más ambiciosos, los más chaqueteros (con "el chaquetas" -XSM- incluído) quisieron quedarse junto al presidente y a la alargada sombra de Cruyff. Y lo que empezó de maravilla, ha terminado como previsiblemente era de esperar.

Bueno, todavía no ha finalizado. Pero ahora ya no hay duda que Laporta y su séquito tienen las horas contadas en el club. El primer round lo ha ganado el socio y abogado Oriol Giralt con cuatro perras. El segundo round, cuando la moción sea un hecho, será la caída definitiva de uno de los peores presidentes de la historia del club que se ha dedicado a mentir/engañar y a vivir los mejores años de "su" vida.

A los socios del Barça se les puede engañar una vez. Y dos. Pero tres, ya no. Y los socios están dispuestos a ir en bloque para sacar de dónde está a un presidente que como él dice "no me reconozco".

La moción de censura de Oriol Giralt es el principio del fin del laportismo y del cruyffismo. Un mal sueño para todos los socios de buena fe y que tienen principios éticos y morales que por encima de victorias y derrotas no quieren verse nunca más representados por este tipo de gentes que como un día dije no hacen de presidente sino que oKupan (para mal) la presidencia.

Hoy, puede ser un gran día para el club. El futuro, un mejor futuro, está a la vuelta de la esquina.