miércoles, 2 de abril de 2008

El Barça de Laporta, no el de Ronaldinho.

Este Barça, el que perdió miserablemente ante el Betis, el que ganó tristemente al Schalke en Alemania, no tiene nada que ver con el Barça de Ronaldinho. Es otro. Es un equipo sin chispa/sin magia. Me recuerda al peor Barça de hace muchos años. Al que buscaba el resultado para cumplir o soñaba con ganar al Real Madrid para justificar la temporada. Es el Barça de ahora, el que nos han diseñado Rijkaard/Txiki/Soriano y Laporta.

Gracias a Bojan, el Barça ganó al Shalke. Gracias a Valdés, el Barça no empató en el último suspiro. Y gracias/gracias/gracias, al peor equipo alemán que he visto en muchos años, el Barça salió vencedor. Así y todo, en los diez últimos minutos, los alemanes, nos los pusieron por corbata.

Este Barça de los Henry, los Abidal, los Touré Yaya (digan lo que digan) es un conjunto más. Que puede ganar partidos. Incluso puede sumar títulos. Pero nada tiene que ver con el Barça que nos ha hecho deleitar/entusiasmar/trempar. El Barça de Ronaldinho, es otra historia. Ni Eto'o es Eto'o. Es otro delantero. Y sin el instintito criminal que tiene (tenía) con Ronaldinho al lado. Aquellos pases/aquellos desmarques/aquellos taconazos...

Este Barça que ha fabricado JL es tan triste, tan monótono, como lo era aquel de Van Gaal que ganaba títulos y al que JL sacaba pañuelos, movilizaba protestas, creaba "elefants blaus" y presentaba mociones porque era un equipo aburrido, sin hacer honor al juego que querían los barcelonistas.

Pues bien: sin Ronaldinho, y casi sin Deco ni Márquez, ver al Barça ahora, aburre tanto como ver a la selección de Luis Aragonés, incluso ganando. Mucho tuya-mía, mucho triki-trak, pero nada más. Sólo hay que ver las caras de los espectores. Incluso de los directivos. Si ya son tristes de por sí, ahora, en los palcos, lo son más. Tienen cara de entierro. Pero de entierro de tercera. Veía anoche las caras de JL y del "ausente" Ingla y era todo un panorama. Afortunadamente, el realizador alemán casi no sacó planos de ellos porque si las secuencias del encuentro ya invitaban a cambiar de cadena, si aparecían las caras de JL y MI, era ya para estampar el televisor contra la pared. Igual que hizo una vez el entrenador Michels con una bandeja de champán en la habitació de unos jugadores, según relata Rexach en su "Ara parlo jo".

Dicen que la directiva y el presidente del FCB ha pedido a la familia de Ronaldinho que vengan a Barcelona y saquen al jugador del pozo en que se encuentra metido. Al margen de que me parece una mentira más de la factoría JL, en el supuesto de que no lo fuera, habrá qué preguntarse en primer lugar quién ha metido al jugador en el pozo. Él sólo no se ha metido. Txiki, Soriano y JL, saben muy bien porque el brasileño no logra salir del agujero en que le han metido. Agujero/pozo que, dicho sea de paso, tendrían que estar ellos, no el jugador. Con Ronaldinho fuera, en el campo, medio dormido/medio bebido, disfrutaríamos más, mucho más, de lo que estamos disfrutando con este Barça. Aunque gane la Champions. También la ganó Lorenzo Sanz. Claro que dos meses después se acabó Sanz. No caerá aquí, esa breva.