No voy a hablar del partido de Riazor. Para decir que el Barça jugó "pensando" en Manchester me ahorro absurdos/tonterías/engaños/mentiras. El Barça perdió porque su fútbol fue lamentable y la actitud de sus jugadores vergonzosa. Con Thierry Henry a la cabeza. Después de la Champions, hablaré de la estrella que trajeron Laporta/Soriano para eclipsar y acabar con Ronaldinho. Del mayor timo de la historia del club. Y eso que han habido. Desde Romerito a Overmars, pasando por los Prosinecki, Bogarde, Rochemback, Bogarde, Albertini, Maxi López, Thuram....Los está superando a todos. Que ya es decir.
Pero no. No voy hoy a escribir sobre este timo. Voy a hacerlo sobre el robo. Sobre ese extraño y misterioso robo que se ha producido en el despacho presidencia. La sustracción del ordenador personal de JL.
Me parece todo muy raro. Qué les voy a decir. Me parece raro/extraño/misterioso y hasta sorprendente que en en más de cien años de historia de la entidad, con la cantidad de presidentes que ha tenido el club, sólo se persiga, sólo se amenace, sólo se robe, al mismo presidente. A JL. Qué quieren qué les diga. Es tan/tan/tan extraño que únicamente éste presi sea pasto de las amenazas y de los robos. No digo que lo dude. Digo que me cuesta digerirlo. Máxime teniendo en cuenta que nunca, en su centenaria vida, el Barça ha dispuesto de un sistema de protección y seguridad como desde que JL está en la presidencia. Primero se incorporó a la directiva el cuñadísimo Echevarría precisamente para eso, para velar por la seguridad del presi. Se incorporó él y toda su máquina de protección, con el consiguiente gasto de dinero que ello conlleva. Después se incorporó un nueve jefe de seguridad, Elías Frade, un ex inspector de los mossos en excedencia, y que hoy continúa en el club aunque ahora bajo un nuevo jefazo de seguridad, contratado hace poco: Xavier Martorell, ex director general de Seguridad Ciudadana de la Generalitat durante varios años.
Pero a pesar de todo el montaje policial, los ladrones (o el ladrón) se cuelan en el despacho presidencial. Raro. Muy raro. Y todavía más raro me parece que aparezca en público, uno de los muchos vicepresidentes del club, Alfons Godall (compañero colegial de JL) y vincule el robo a "alguien cercano". Lo escuché el viernes noche en Catalunya Ràdio y me pareció su comparencia patética/lamentable. Si Godall, como hoy recoge La Vanguardia, ya sabe que "alguien ha ido al club con muy oscuras intenciones" y añade que "todo me hace pensar que el autor del robo es alguien del entorno del Barça", no sé cómo no lo ha denunciado ya, y de paso han cesado todo el espectacular (y costoso) aparato policial que dispone actualmente el club.
No se puede tirar la piedra y esconder la mano. No se puede insinuar/acusar a "alguien del entorno del Barça" sin demostrarlo. Me parece deleznable. Como igual de lamentable me parece la portada y mucho más la contraportada del diario "Sport" de ayer. No por lo que se escribe en la última, porque desde que no la hace Miguel Rico no la leo, salvo muy excepcionalmente, si la escribe Emilio Pérez de Rozas o hay una publicidad. Salvo estas excepciones, he prescindido de la "mejor última" del periodismo deportivo catalán. No me refiero pues al escribidor. Me estoy refiriendo a la repugnante viñeta que ayer adornaba esa especie, en la que se preguntaba: "¿A quién demonios le puede interesar el ordenador de Laporta?". Y junto a la pregunta se mostraban las caricaturas de Dani Sánchez Llibre, Galliani, Roberto de Assís y Sandro Rosell. No citaban sus nombres, pero eran fácilmente identificables los cuatro. Incluir a cualquiera de los cuatro entre los posibles sospechosos, me parece de juzgado de guardia. Pero si además, uno de los cuatro está vinculado al Barça, me parece todavía más escandaloso. Y si unimos la última/la caricatura/ y las palabras de Godall, es para maldecir al autor (autores) y exigir responsabilidades.
Me duele decir y escribir ésto. Y me duele todavía más, porque yo, sólo yo, únicamente yo, sé lo que quiero y lo que me une a ese diario, no sólo desde su fundación, sino desde antes/desde mucho antes de su nacimiento y gestación.
Se puede tener mala uva. Se puede tener mala leche. Se puede carecer de toda ética. Pero vincular un robo a un entorno, a unas personas, a una persona, me parece tan ruin, tan deplorable, tan penoso...Pero así de lamentable es.
Hasta aquí, de momento, hemos llegado.
Pero no. No voy hoy a escribir sobre este timo. Voy a hacerlo sobre el robo. Sobre ese extraño y misterioso robo que se ha producido en el despacho presidencia. La sustracción del ordenador personal de JL.
Me parece todo muy raro. Qué les voy a decir. Me parece raro/extraño/misterioso y hasta sorprendente que en en más de cien años de historia de la entidad, con la cantidad de presidentes que ha tenido el club, sólo se persiga, sólo se amenace, sólo se robe, al mismo presidente. A JL. Qué quieren qué les diga. Es tan/tan/tan extraño que únicamente éste presi sea pasto de las amenazas y de los robos. No digo que lo dude. Digo que me cuesta digerirlo. Máxime teniendo en cuenta que nunca, en su centenaria vida, el Barça ha dispuesto de un sistema de protección y seguridad como desde que JL está en la presidencia. Primero se incorporó a la directiva el cuñadísimo Echevarría precisamente para eso, para velar por la seguridad del presi. Se incorporó él y toda su máquina de protección, con el consiguiente gasto de dinero que ello conlleva. Después se incorporó un nueve jefe de seguridad, Elías Frade, un ex inspector de los mossos en excedencia, y que hoy continúa en el club aunque ahora bajo un nuevo jefazo de seguridad, contratado hace poco: Xavier Martorell, ex director general de Seguridad Ciudadana de la Generalitat durante varios años.
Pero a pesar de todo el montaje policial, los ladrones (o el ladrón) se cuelan en el despacho presidencial. Raro. Muy raro. Y todavía más raro me parece que aparezca en público, uno de los muchos vicepresidentes del club, Alfons Godall (compañero colegial de JL) y vincule el robo a "alguien cercano". Lo escuché el viernes noche en Catalunya Ràdio y me pareció su comparencia patética/lamentable. Si Godall, como hoy recoge La Vanguardia, ya sabe que "alguien ha ido al club con muy oscuras intenciones" y añade que "todo me hace pensar que el autor del robo es alguien del entorno del Barça", no sé cómo no lo ha denunciado ya, y de paso han cesado todo el espectacular (y costoso) aparato policial que dispone actualmente el club.
No se puede tirar la piedra y esconder la mano. No se puede insinuar/acusar a "alguien del entorno del Barça" sin demostrarlo. Me parece deleznable. Como igual de lamentable me parece la portada y mucho más la contraportada del diario "Sport" de ayer. No por lo que se escribe en la última, porque desde que no la hace Miguel Rico no la leo, salvo muy excepcionalmente, si la escribe Emilio Pérez de Rozas o hay una publicidad. Salvo estas excepciones, he prescindido de la "mejor última" del periodismo deportivo catalán. No me refiero pues al escribidor. Me estoy refiriendo a la repugnante viñeta que ayer adornaba esa especie, en la que se preguntaba: "¿A quién demonios le puede interesar el ordenador de Laporta?". Y junto a la pregunta se mostraban las caricaturas de Dani Sánchez Llibre, Galliani, Roberto de Assís y Sandro Rosell. No citaban sus nombres, pero eran fácilmente identificables los cuatro. Incluir a cualquiera de los cuatro entre los posibles sospechosos, me parece de juzgado de guardia. Pero si además, uno de los cuatro está vinculado al Barça, me parece todavía más escandaloso. Y si unimos la última/la caricatura/ y las palabras de Godall, es para maldecir al autor (autores) y exigir responsabilidades.
Me duele decir y escribir ésto. Y me duele todavía más, porque yo, sólo yo, únicamente yo, sé lo que quiero y lo que me une a ese diario, no sólo desde su fundación, sino desde antes/desde mucho antes de su nacimiento y gestación.
Se puede tener mala uva. Se puede tener mala leche. Se puede carecer de toda ética. Pero vincular un robo a un entorno, a unas personas, a una persona, me parece tan ruin, tan deplorable, tan penoso...Pero así de lamentable es.
Hasta aquí, de momento, hemos llegado.