Un día, Alejandro Echevarría, el cuñadísimo, dijo a uno de esos amigos-de-ocasión que le gusta frecuentar: "Ese, si yo puedo, no será nunca presidente del Barça". "Ese", al que se refería don Alejandro, era Ferrán Soriano.
Yo no sé si Soriano llegará a ser un día presidente del FC Barcelona o no. No soy profeta. Pero lo que no será es el delfín, el "hereu". Lo sabe desde hace unos meses. Desde que JL decidió remodelar la junta directiva, no con la idea de potenciar a Marc Ingla como vicepresidente deportivo del club, sino con el proyecto de sacar del baloncesto al directivo Jaume Ferrer para que no siguiera quemándose vivo en un Palau que vive en llamas.
Jaume Ferrer en el basket no ha hecho nada. O mejor dicho sí: gastar millones y millones de euros (el club que más ha gastado en Europa en los últimos años) y desmoralizar a los incondicionales del club. Su política de fichajes ha ido de fracaso en fracaso y su poder de persuación ha sido nulo. Dejó marchar a Marc Gasol, no le convenció para su retorno, de la misma manera que no hizo nada (junto a JL) por retener a Juan Carlos Navarro y fracasó en su intentó de fichar a Rudy Fernández.
Es decir, como directivo-ejecutivo-gestor, ha fracasado.
Pero Jaume Ferrer siempre se ha movido bien/muy bien entre bastidores. Y sigue moviéndose entre los que mueven los hilos fácticos de la calle Córcega, casi Diagonal. Por esos hilos llegó al Barça, y por esos hilos pretende/quiere ser el futuro presidente del FC Barcelona.
Jaume Ferrer, comenzó a ir al Barça con el fichaje de Cruyff. Entonces iba al Camp Nou con el carnet de otro, o sea, pagando otro. Ahora no, ahora paga lo suyo y (dicen) lo de otros. Cuentan que es el avalador de varios directivos, con lo cuál, tiene algo más de voz que otros directivos, aunque estando con JL siempre es una voz modulada, sin provocar la ira del presidente. JL no deja levantar la voz a nadie, ni a los que tienen nada (por supuesto) ni a los que tienen más que él, cosa que le jode.
Sin embargo, Jaume Ferrer ha sabido siempre moverse bien entre dos aguas, sabiendo además que en caso de marea, el salvavidas-fáctico que tiene, puede ahogar al aspirante a político.
Como el equipo va mal, las secciones van mal, el patrimonio comienza a ir mal, los dineros no van tan bien y JL tiene un plazo de caducidad como presidente, hoy parece que ha comenzado el "pistoletazo" de salida para quien pretende ser el futuro presidente. La alfombra se la ha puesto un diario de gran influencia para que la familia barcelonista (la no influyente, la que paga) vaya familiarizándose con él, con su apellido, con su cara. Y Jaume Ferrer ha comenzado ya su promoción personal y particular. Y ha comenzado diciendo que "no creo en los directivos que van de estrellas". Lo debe decir por sí mismo, porque el directivo que aparece hoy en colores, a dos páginas, en plan estrella, no es otro que él. Sí, el mismo que cuando aquel famoso documental-confidencial sobre el FC Barcelona reclamaba más protagonismo para los demás.
Yo no sé si Jaume Ferrer llegará a ser presidente o no. Pero lo tiene todo para serlo. Muchos directivos están dispuestos a apoyarle, no por lo que vale, sino porque ya ha anunciado que "me gustaría que hubiera una directiva continuista". Es decir, les asegura a la mayoría lo único que quieren: la tarjeta de directivo, el coche en el parking, un puesto en el palco, con canapés y whiski incluídos, y de vez en cuando algún viaje pagado, con hotel incluído. No aspiran a más. Es decir, a no perder su status actual.
Además, JL, se encuentra en un callejón sin salida y no tiene otra alternativa que apoyar a Jaume Ferrer (por cierto, bien visto por el cuñadísimo). Los hilos-fácticos que promueven la candidatura del hasta hace poco "tapado", son los mismos hilos que va a necesitar JL para su carrera política.
Así, pues, ya tenemos candidato a la vista. Candidato con más padrinos, imposible. Claro que, a veces, tenerlo todo a favor (padrinos y prensa incluídos) no es suficiente. Que se lo pregunten a Bassat. Hace años sí. El "porrón barcelonista" se lo pasaban de uno a otro dentro del mismo círculo de amistades. Pero los tiempos han cambiado. Y ahora, incluso con alfombras, hay que sudárselo. Tampoco mucho. Pero algo sí.
Ha comenzado, pues, la carrera hacia la presidencia del Fútbol Club Barcelona. Esto ya parece Norteamérica que las elecciones son eternas. Aquí ya tenemos a uno, que ni es negro, ni es mujer, ni es republicano. Algo será.