lunes, 17 de mayo de 2010

Rosell en "El Larguero"

Sandro Rosell estuvo en "El Larguero" de la cadena Ser. Fue entrevistado por De la Morena, desde Radio Barcelona participando también Miquel Rico, Emilio Pérez de Rozas y Tomás Guasch, es decir el sanedrín barcelonés, con la ausencia de Andrés Astruells recuperándose de un nuevo susto en la salud. Y Jordi Martí, con preguntas inteligentes y llamativas. Hay que decir, que el encuentro entre el precandidato y los periodistas resultó de gran interés y la hora que duró la conversación se hizo corta que es el mejor elogio que puede hacerse. Rosell estuvo claro, contestándolo todo, sin rodeos, y eso que algunas preguntas no eran fáciles ni cómodas. Pero no rehuyó nada y dejó claras muchas cosas, entre ellas las "alegrias económicas" por las que vive el club. Y es que al socio hay que decírselo todo, lo bueno, que generalmente está a la vista, sobre todo en el terreno de juego, y lo menos bueno que no se acostumbra a ver...aunque se intuye y no acostumbra a oler bien.
En honor de Rosell hay que decir que sabe decir las cosas, o apuntarlas, con diplomacia y elegancia, pero diciéndolas. No como otros precandidatos prefieren no decir nada, ni tan sólo pasar de puntillas. Por eso sólo hablan de Rosell. Cuando lo que hay que hablar es del club y máxime cuando las competiciones han finalizado.
Entre Rosell y el resto de precandidatos hay mucha/mucha diferencia. Es como el día y la noche. La noche, además de los éxitos deportivos, ya ha sido explotada durante años a costa de no sé quién, aunque lo imagino. Ahora toca explotar y vivir el día, pero de día.
Escuchar a Sandro Rosell con José Ramón de la Morena anoche en "El Larguero" fue como un chorro de frescura, de talento, de vida. Y es que si el Barça logra liderar los despachos como lidera el campo, puede haber un Barça todavía más triunfante. ¿Más? Sí, más. Sobre todo en aquellos aspectos como son los "gastos menores" de los balances que pasan desapercibidos para la mayoría, pero son los que a medio y largo plaza acaban destruyendolo todo. Menos a los que han vivido de ellos.