lunes, 3 de marzo de 2008

Txiki Begiristain: "¡Que aprendan!"

El Barça tiene (dicen) un buen secretario técnico. No sé qué ha hecho bien desde que está como secretario técnico del FCB, pero cae bien. Siempre ha caído bien. Tiene estrella/tiene prensa. Y por si faltara poco, tiene a Johan Cruyff por detrás y a Jan Laporta por delante. Casi nada.

Txiki es un secretario técnico muy especial. Casi nunca viaja para ver a otros equipos, ni a otros jugadores. Sólo viaja con el Barça, va al palco del Barça y, como mucho, viaja a Africa para hacer compañía a Eto'o, o a Argentina a no se sabe qué. Txiki es de estos secretarios técnicos modernos que quiere que le traigan las cosas a casa. Y ya en casa, con la bendición del profeta, y la santificación de JL, decidir. Bueno, decidir/decidir, lo hacen casi más los intermediarios, que ellos. Sobra el casi.

Desde que estalló la crisis directiva y se fueron los que no debían irse, Txiki se ha puesto el traje de secretario técnico y se lo ha creído. Y con los padrinos que tiene (y ha tenido) no hay quien le tosa. Incluso se cree que sabe fichar, que es lo peor que le podía haber sucedido al club. Y ahora, ya hasta se atreve opinar. Y es capaz de decir, por citar lo último, que estaba de acuerdo con que Messi se quedara en el banquillo. Y se queda tan ancho. Y como en TV3 siempre ha tenido influencia, nadie le dice lo que le tiene que decir.

Ya sabemos que Txiki nunca ha sido pro-Messi. Si por él fuera, "la pulga", ya no estaría en el club. Hay que tener memoria histórica, y a Messi, antes de explotar-en-aquel-Gamper, le ignoraba. El argentino era uno más del montón.

Es curioso el fenómeno-Txiki. Nunca ha defendido a los que defiende la afición. Sus postulados no han sido ni Deco, ni Ronaldinho, ni Messi. Sus defendidos fueron Aimar/Alberda y Ayala, pero como no le dejaron ficharlos, se sacó la espina endosándonos a los Mario/Ezquerro/Maxi López, y, junto con Rijkaard, a los Albertini/Davids, Van Boommel, Zambrotta/Thuram y Gudjohnsen. Es decir lo mejor de la tercera edad europea.

Y ha defendido, y defiende, la continuidad de Oleguer, un gran patriota catalán, pero nunca un jugador de la primera plantilla del FCB. Ni Oleguer podía llegar a tanto, ni el Barça a menos. Y, encima, deja marchar a Belletti y Van Bronckhorst, que sin ser estrellas de la otra galaxia eran mejor/infinitamente mejor que los laterales que les han sucedido. Incluído Abidal, que planta tiene, pero defendiendo es un queso de gruyere y atacando (y centrando) nos recuerda cada vez más a Zenden, pero en negro y alto.

Pero Abidal no ha sido el gran abanderado de la "operación francesa" que nos vendieron a bombo y platillo las portadas de colores con Laporta/Soriano y Txiki como máximos garantes del éxito de la operación. Llegaban las nuevas estrellas con Thierry Henry como gran abanderado y con Gaby Milito para darle en las narices al Realísimo. A buena parte de la prensa le caía la baba. Estos super-fichajes eran la columna vertebral del nuevo Barça. ¡Por fín! ¡Por fín!, los Márquez, los Deco, los Xavi, los Belletti, los Ronaldinho, y hasta Messi (siempre hay algún jomeini entre los que escriben/y hablan), los veían condenados al banquillo de por vida. Mejor en el banquillo que traspasados, que es más humillante.

JL/Txiki y Soriano sacaban pecho. "¡Que aprendan!". Y los abrazacubiertos-lameplatos de turno, que cada vez son más, dedicando páginas/páginas/páginas de diarios deportivos y no deportivos, y horas/horas/horas de teles-radio enloqueciendo al personal con un equipo de mega-craks que iban a hacer olvidar a los "malditos".

Por fín, por fín, el Barça de JL, el Barça del profeta, el Barça de Txiki (el chico para todo) era una realidad. Y entre tanto fichaje-estrella, el del palo (Soriano) vendiendonos las excelencias de la economía-administración blaugrana.

Ahora, ya entrados en realidades, siete meses después de toda aquella operación-maquillaje, apoyada en la operación-masaje, está saliendo la realidad. Que para ver jugar de verdad a Thierry Henry, tendrían que regalar en cada partido una colección de sus viejos partidos del Arsenal. Aquí, hasta la fecha, le estamos pagando una jubilación de oro/oro. Lo que hay que decir de Abidal, ya está dicho (!Y Sylvinho, suplente!). Del "músculos" Touré Yayá ya dimos el otro día nuestra opinión. Es igual que jugara o no ante el Atlético de Madrid. Hace lo mismo: nada. Pedir menos a un futbolista, es imposible. Y un consejo: que no se dedique a tirar faltas, que a los recogepelotas no se les paga para ir a la calle en busca de sus balones.

Y de Gaby Milito, ¿qué?. Yo no digo que sea malo, lo que digo es que es un futbolista vulgar. De patadón. Y de patadón ya teníamos y tenemos a Puyol, que cuando menos es de casa. Con Gaby Milito comienzo a tener la misma sensación que se me produjo cuando fichamos a Manolo Hierro, que el bueno era el hermano, Fernando. Pues bien, si las cosas no cambian, creo que los aragoneses nos han endosado al que querían, y el bueno (Diego) se lo han quedado ellos.

Ojalá sea un espejismo, pero comienzo a tener dudas, muchas dudas de Milito, de Abidal, de Touré Yayá (jugando y sin jugar) y ya ninguna de Thierry Henry, que el Arsenal ya nos la ha vuelto a meter, como en su día nos la metieron hasta el fondo con Overmars.

Queda aún temporada y espero estar equivocado. Pero los olores en este terreno tampoco son, por ahora, muy buenos. Los otros olores, los interiores, los de la cocina que se manejan JL y Soriano, ya los ha puesto al descubierto, en salmón, el ex directivo Faus.