lunes, 18 de febrero de 2008

Palabra de Cruyff.

!Dios mío! ¿ Qué he hecho yo para, en un domingo por la tarde, tener que tragarme a Johan Cruyff?. Hay que ser masoquista. Sabiendo, además, como sé, que el profeta nunca hace algo gratis. Ni cuando lo hace. Siempre espera, por la ventanilla que sea, algún tipo de compensación. Lo conozco desde antes de fichar por el Barça como jugador. Un común amigo, Armand Carabén, fue quien me filtró la noticia de su fichaje, para que yo la escampara, aquella misma noche por televisión. Para amargar, de paso, la victoria de aquel mismo domingo del Madrid. Fue en el Estudio Estadio que entonces presentaba, con su magia personal, Pedro Ruiz.

Al día siguiente de propagar la noticia, estuve tomando un vermout con Teo Stolz, un respetadísimo periodista holandés, auténtico embajador del país de los tulipanes en Cataluña, que me explicó cómo era y quién era Cruyff, y sobre todo su suegro, entonces su representate Cor Coster.

En honor a la verdad debo decir que tanto Teo Stolz, como antes Carabén, , siempre me hablaron bien (del lado positivo) de Cruyff. Y, sobre todo, de su mujer. Pero me advirtieron que su fichaje iba a revolucionar las relaciones entre periodistas y futbolistas. "No te extrañe que pida pasta por según qué reportaje". Hasta la llegada del profeta, ningún jugador había pedido/percibido un duro por hacer algun tipo de entrevista. Ni Helenio Herrera, que fue el inventor de las primas dobles por victoria, para cobrar él también el doble. Hasta la llegada de Cruyff, nadie cobraba por salir en la prensa, en la radio, o en la tele en blanco y negro. Cruyff fue el primero, aleccionado por su suegro, que era una especie de Roberto de Asís, pero en blanco/europeo/con aspecto de alto ejecutivo. Decían que se dedicaba a la venta de diamantes. Puede ser. Pero tenía tiempo también para representar a los principales futbolistas holandeses.

Y sólo llegar Cruyff a Barcelona, se cumplió el pronóstico. "Oye, Johan: queremos grabarte una hora para emitir tu vida a lo largo de una semana por Radio Peninsular. ¿Cuándo te va bien". Su pregunta fue rotunda: "¿Cuánto se paga por eso...?". Naturalmente era algo nuevo. No digo que injusto. Digo que nuevo en aquellos años. Cuando lo dije en la radio, los jefes casi se vuelven locos. "¡Qué se cree ese tío...! ". Pero se le acabó pagando. Doscientas cincuenta mil pesetas de la época, porque apareció un patrocinador de alimentos juveniles que los pagó.

Cruyff, pues, sentó cátedra en lo que a cobrar se refiere. Fue el primero en cobrar a un medio de comunicación. Y no ha sido la única vez. Y cuando no lo ha hecho, ha sido por algo. Por algo en lo que tenía interés él. Por romanticismo, o por la afición, un jamón.

Pero yo no quería contar historias/ni vivencias sobre el profeta. No exagero: tengo doce blocs/doce, de tamaño grande, de ciento cincuenta páginas cada uno (Enri) con apuntes sobre las aventuras/desventuras de la vida de Cruyff como jugador del Barça y después como entrenador también del Barça. Y eso que hace años/años que no nos hemos visto. Pero un día lo mismo escribo, para las nuevas generaciones, la vida-en-tres-dimensiones del profeta. Dentro y fuera del campo. No vaya a ser que las nuevas generaciones no sepan un día explicar quién fue Cruyff. Como le sucedió recientemente a Joan Laporta en televisión que al hablar de los mejores jugadores del Barcelona no quiso mencionar a Kubala porque "yo no lo he conocido. Fue el ídolo de mi padre. Pero yo no puedo hablar de él". Para que no se repita la historia, habrá que ir recordando como el profeta lleva treinta años viviendo de la misma teta, la blaugrana, con algunas interrupciones por en medio, que de alguna manera también seguro se ha cobrado.

Y es que a Cruyff, siempre se le ha temido. Sobre todo en su etapa como entrenador, porque "Yo, Claudio" se quedaba corto al lado de él. Hizo y deshizo a su antojo, y eso que el presidente no era JL, sino Josep Lluís Núñez, al que ayudó a ganar las primeras elecciones tras romper todo tipo de ética electoral en vísperas de las elecciones del 78 aprovechando las cámaras de TVE para decir. "Yo ya sé a quién no votaré". El mensaje iba dirigido a los que tenían previsto votar a Ferrán Ariño para que no lo hicieran, con lo cuál favorecía descaradamente a Núñez. Y así fue. Conociendo al profeta, no creo que su irrupción en aquellas elecciones fuera por cuestiones humanitarias. Mojándose como se mojó (como Rexach), y con sus precedentes, algo debió de caer, además del cabreo de Ariño y los suyos que se subían por las paredes.

Esto viene a cuento por su presencia de ayer ante las cámaras de TV3. Cuando me dijeron Cruyff sale por la tele, automáticamente pensé: "qué busca, o qué interés hay en su aparición. Así, por las buenas, Cruyff no sacrifica una tarde del domingo. Éste algo quiere decir, o tiene que decir".

Yo creo que Cruyff fue a TV3 con dos mensajes en el bolsillo. Uno, por si el Barça perdía en Zaragoza y el Madrid ganaba en Sevilla. Este era su mensaje A. Cargarse ya despiadamente a Ronaldinho/Deco/Puyol y desviar la atención del barcelonismo que días antes, en el baloncesto del Palau, ya flamearon pañuelos contra JL. Pero como pasó lo no imaginable, que el Madrid de Schuster cayera derrotado, y el Barça ganara en La Romareda, Cruyff sacó el modelo-de-mensaje B. Menos agresivo. Enviando mensajes, pero midiendo muy bien lo que decía. Aún así y todo, soltó sus perlas. Naturalmente contra Ronaldinho. "Todo lo que le pasa a Ronaldinho es culpa suya y de la gente que le rodea. Debe trabajar y sacrificarse más". Para añadir que "Ronaldinho ha vivido siempre de los elogios y sólo se aprende de las críticas".

Vamos a ver, profeta. Cuando dices que parte de lo que le pasa es culpa "de la gente que le rodea", hay que decir nombres. No vale eso de tirar la piedra y esconder la mano. Cuando se afirma algo así, hay que mojarse/mojarse. Pero no lo hizo porque, o le faltan argumentos, o le faltan huevos. Una de las dos cosas.

Después de decir que "debe trabajar y sacrificarse menos", el periodista, Xavi Torres, le tenía que haber preguntado en qué modelo debía fijarse: "En el de Cruyff-jugador, o en el de Cruyff-entrenador". Porque hablar de trabajo y sacrificio el jugador que se dedicó a sacar fueras de bandas y el técnico más vago que he conocido cuyo método de entrenamiento era "el rondo" es de "Apága y vamonos".

Además, tuvo el cinismo de decir que Ronaldinho ha vivido siempre de los elogios y sólo se aprende de las críticas. No será de los elogios que le ha dispensado Cruyff en sus artículos, primero en La Vanguardia y ahora en El Periódico. Es hora todavía que diga algo positivo/constructivo del brasileño. Desde que el gaúcho fichó, en contra de su voluntad, lo tiene en el punto de mira. Y no ha parado hasta contagiar al ambiente que el culpable de todos los males del Barça ha sido/es Ronaldinho. ¡Ay, Dios mio, si en Zaragoza falla el penalty y empata o pierde el Barça!. La emisión del "Gol a Gol" de ayer se habría convertido en un monográfico contra Ronnie. Y después, la hoguera pública en la plaça de Catalunya.

Pero Ronaldinho no falló la pena máxima y el árbitro quiso que el Barça ganara, y entonces vimos a otro-Cruyff, sin sacar todas las municiones, reservándolas para mejor oportunidad.

Acabo. Habló de Mounrinho y no habló (claramente) de Thierry Henry, pero sí me pareció interpretar que dejó caer que el equipo se tiene que adaptar "al nuevo líder". ¿Quiere decir que para usted, maestro, el nuevo líder ya es Thierry Henry, como en su etapa de entrenador lo fueron Hagi/Prosineki/Romerito....?.

Y, por último, al hablar de Mourinho dijo que "ni hemos hablado ni me han preguntado por él. Me gusta más Van Basten",

Le recordaré, señor Cruyff, que usted, sólo salir elegido JL presidente, realizó unas amplias declaraciones en La Vanguardia en las que decía con rotundidad: "Ni Núñez ni yo pintamos ya nada en este club". Han pasado casi cinco años, y Núñez, desde luego, no ha vuelto a pintar nada, entre otras razones, porque usted es el dueño de la brocha y no se la deja ni a su sombra. Si uno pinta y requetepinta en el club, no es otro que Johan Cruyff.

Lo que me falta por saber es cuánto gasta la entidad en pintura.