jueves, 25 de marzo de 2010

Soriano no tenia otra salida.

Ferrán Soriano anunció que no se presentará a las elecciones presidencial del Barça. En realidad, nunca había dicho que lo hiciera. Dar un paso en sentido contrario era de un gran riesgo. Riesgo para la compañía aérea que representa y riesgo personal. Soriano no tenía asegurada la victoria. En principio, los sondeos le situaban a una gran distancia de Rosell. De presentarse a los comicios y perder, ¿cuál era su futuro? Imprevisible pero no muy halagüeño. Además de perder, habría colocado a Spanair en una peor situación de la que ya se encuentra. Sin embargo, no participando en la carrera de las urnas y centrándose para lo que fue contratado, intentar solucionar sus problemas, es lo mejor que podía hacer.

Por otra parte, si Soriano quiere participar en las elecciones, dando apoyo a una candidatura temabién se equivocara. Soriano no puede estar jugando cartas mientras esté al frente de Spanair. No puede ganarse enemigos. Tiene que ganar clientes. Y si Soriano actúa cómo debe actuar la única salida es mantener un prudente silencio, aguardar al resultado final de las elecciones e intentar establecer un puente con el presidente elegido para que Spanair y el Barça encuentren un camino de colaboración futura.

Todo lo contrario es un suicidio. Colectivo e individual. Soriano, no olvidemos, no es empresario, no es el dueño de la compañía. Es un ejecutivo. El más alto ejecutivo, pero eso, lo que quiere decir que sus acciones deben ir en paralelo con los intereses del consejo de administración. No con sus intereses.

Si Soriano se dedica a lo que se debe dedicar, Spanair, soluciona sus problemas, y no enreda, puede ser un candidato de futuro. Hacer lo contrario, le digan lo que le digan sus allegados, sería poner en peligro su presente y arruinar su futuro.

A veces, en la vida, toca esperar. Cómo le ha ocurrido a Sandro Rosell. Se marchó, calló y aguardó su momento.

Pero por lo escuchado en su entrevista en RAC-1, Soriano aún tiene una cierta resistencia a la inteligencia. Quiere seguir buscando cosquillas, como, por ejemplo, que en la carrera electoral hace falta una nueva foto, una foto que centralice el panorama. ¿Pretende Soriano imitar a Laporta y tener también su propio candidato...?

En la vida no hay que ser listo, ni creerse listo. Hay que ser inteligente. Y, por lo que parece, Soriano se empeña en ser lo primero.