viernes, 12 de marzo de 2010

Laporta, ¿a quién sigues engañando?

Laporta ha dicho que desea unas elecciones modélicas. Lo suelta y se queda tan ancho. Como si todos los demás fueramos tontos. Si lo que dice fuera verdad y no fuera una mentira más hace tiempo que se hubiera retirado. Como hicieron otros. Pero Laporta dice una cosa y hace otra. Vive con la mentira. Para que el FC Barcelona no perdiera su tradición democrática, las elecciones tendrían que ser libres, sin participación ni maniobras presidenciales. Mirar lo que hicieron otros presidentes. Sin ir más lejos: Agustí Montal que no quiso intervenir en su sucesión, actuando con transparencia y dejando que fueran los socios quienes eligieran su sucesor. En ese período de transición presidió la entidad Raimón Carrasco que con Jaume Rosell y Joan Granados dieron todo una lección de democracia. Es probable que ellos tuvieran sus favoritos pero en ningún momento interfirieron en el proceso electoral. Lo mismo podría decirse de Josep Lluís Núñez que cuando decidió poner fin a su presidencia y convocar a los socios a las urnas, actuó con ejemplar legalidad, dejando también libertad a los socios para que eligieran el futuro presidente, y el presidente elegido fue Gaspart que en ningún momento hubiera sido su candidato.
Y lo mismo podría decirse del proceso electoral que llevó adelante Joan Trayter, todo un ejemplo a la hora de presidir una etapa de transición algo que, por cierto, todavía no le ha agradecido Laporta.
Ahora estamos en la recta final del mandato de Laporta y éste, en vez de mirar al retrovisor y ver lo que han hecho sus antecesores, se acoge al peor de los sistemas: el que impera en los paises bananeros. Intentar interferir en todo, participar en todo, para que su candidato/s puedan resultar victoriosos.
Me parece una vergüenza. Una vergüenza para la historia del club. Y la vergüenza es todavía más grave si tenemos en cuenta que su profesión (sic) es la de abogado y que su ambición inminente es la política. En mal lugar deja a los abogados y mal panorama se divisa en el futuro si finalmente salta al ruedo político.

Que Laporta tenga la cara de decir que quiere unas "elecciones modélicas" actuando como actúa es de un gran cinismo. De entrada, si quisiera unas elecciones, ya no modélicas, simplemente normales, lo primero que habría hecho era explicar con claridad a los socios las muchas sombras que invaden su camino, haber cesado de forma fulminante al director general Joan Oliver, no postularse en favor de nadie y retirarse a su casa, o a su condición de socio de a pie. Pero no. Laporta es de otra especia. Su espíritu democrático nada tiene que ver con la raíces de este país. Y menos con las de Europa. Su espejo son los países bananeros. Ahí estaría en su salsa. Mandando eternamente a lo juan palomo.

Cuando dices que te gustarían unas elecciones modélicas, ¿a quién estás engañando...?