"La Vanguardia" se refería ayer a los jugadores azulgrana ausentes estos días en los entrenamientos. Titulaba (a toda página): "El Club de los desaparecidos". Y narraba los distintos tipos de ausencia de Eto'o, Zambrotta, Henry y Thuram. El diario era generoso y no añadía los nombres de Laporta e Ingla, éstos ausentes incluso del partido de Sevilla. El vice deportivo, porque prefirió irse a esquiar; y el presi, deprimido, por la escasa audiencia que tuvo su presencia en TVE y porque le sigue preocupando más el futuro (la política) que el presente (el Barça). Y no lo digo sólo yo. El pasado lunes, en "El País", Enrique Murillo decía: "El presidente, sin duda, está haciendo un curso por correspondencia CCC titulado "Cómo usar la fama futbolera para medrar en política" y en plena precampaña electoral está muy atareado con las clases prácticas".
En esta casa de Troya que es actualmente el hábitat de la directiva barcelonista que preside JL, ¿qué coño van a hacer los jugadores?. Lo que se les antoja. Y mucho más, si uno es del Camerún y se llama Samuel Eto'o, con mis respetos a todos los cameruneses.
No voy a escribir de las horas doradas de JL, ni del invisible Ingla. Voy a hablar de "los ojos de mi niño" que es Eto'o para los laportistas y para muchos de los que tampoco votaron laportismo que, como dejó escrito el ex presi Enric Llaudet poco antes de morir "somos setenta mil los que no le hemos votado".
Miren, Samuel Eto'o, tan fiero en el verde como fuera de él, hace lo que se le antoja en el Barça. Y lo hace desde el primer día. Y se va de viaje y regresa de viaje cuando quiere y cómo quiere. Y ya le pueden acompañar en el viaje Txiki Begiristain y el llamado directivo Perrín, que sigue haciendo lo que le pasa por las bolas. La directiva, a callar. Desde el presi al invisible, pasando por el amo de las cuentas. Todos a sus pies.
A su regreso hoy, cuatro días después de haber perdido la Copa Africa y además de no haber sido elegido -como esperaba- el Sex Symbol del torneo (trofeo que le ha arrebatado el ghanés "Macho" Agogo, el delantero del Nottingham Forest), se cumple exactamente un año de aquel día que decidió poner una bomba en el vestuario azulgrana y de cuyos envenenados efectos todavía no se ha recuperado el equipo, ante la callada por respuesta de toda la directiva. Aquella fecha en la que dirigiéndose a Rijkaard dijo: "Es de malas personas salir en una rueda de prensa a decir que no quise jugar". Y en la que también se dirigió a Ronaldinho para decir: "Un compañero dice que hay que pensar en el equipo. Pues bien, yo entreno hasta lesionado".
Ha pasado un año, Rijkaard está con una pata fuera, Ronaldinho con la dos, y quien puso la bomba en el vestuario, sigue haciendo lo que quiere en su finca particular que es el Barça. ¿Y cómo no lo va a hacer?.
Un día, estando el africano recuperándose de una de sus lesiones en su casa , se encontraban allí cinco periodistas y -!cómo no!- el ex (?) directivo Echevarría. En una de estas, Eto`o, exclama:
-¡Alejandro (por Echevarría), me apetecen unos churros!.
Y el directivo, o ex directivo (lo que prefieran), se pone la chaqueta y como un rayo sale por la calle Mandri en busca de una churrería para servir/servicialmente al caprichoso jugador. En menos que canta un gallo, allí estaba don Alejandro con los churros, de paso, con algunos más para los periodistas.
Si Samuel es capaz de hacer eso con el Cuñadísimo, qué no será capaz de hacer en los dominios de JL. Lo que quiera. Puede poner una bomba en el vestuario (13-2-07) y un año después seguir todo peor que antes. Y puede acabar de jugar un domingo a las seis de la tarde, y regresar cuatro días después, por muy secretario técnico y directivo que le acompañen. Y es que como escribió un día Antoni Puigverd en LV, su carácter es "sanguíneo, extremo, sulfúrico, pasional, intuitivo, extrovertido, arrauxat".
A Eto'o se le perdona todo. No hay quien le tosa. Los jugadores lo valoran en el verde, pero no le respetan ni valoran fuera. Es presumido. Muy presumido (ahí están su harén de coches de lujo y sus no menos cincuenta de relojes a cual más llamativo). Pero ese ego sólo comparable al de JL, le ha costado alguna vez más de un disgusto.
En su primera campaña como azulgrana, pudo ser pichichi, pero se quedó sin él. En la penúltima jornada de Liga se enfrentaban en el Camp Nou, Barça y Villarreal, que acabaron empatando a tres goles, con los tres marcados por quien le arrebató el pichichi, Diego Forlán. Cuando el uruguayo marcó el segundo tanto, Eto'o bajó enfurecido hasta donde estaban sus defensas y Valdés, y les dijo: " yo también sería pichichi con esta puta defensa...". El cabreo le duró toda la semana. A pesar de aquellos tres goles de Forlán, aún existía la posibilidad de alcanzarlo en la última jornada en que el Barça jugaba en San Sebastián. Pero, con la liga ganada, algunos titulares se desapuntaron del partido y otros jugaron como si el camerunés no estuviera. Naturalmente, se quedó sin pichichi.
Y es que su propio entrenador, Frank Rijkaard, una noche, en el autocar-rúa con el que celebraban un título, con toda la plantilla que les salía la cerveza por la cabeza, le cantó eufórico al camerunés: "Si quieres ser más pichichi, hay que ser menos egoista/ si quieres ser más pichichi, hay que ser menos egoista...".
Y es que Rijkaard, al igual que la mayor parte de la plantilla, le valoran con las botas en el campo, pero no le valoran vestido/enjoyado, con el móvil siempre en marcha, "con línea directa con JL", como él mismo ha presumido. Y es que Eto'o, además del presi y del cuñadísimo, tiene una legión de prensa a sus pies. Empezando por su "hermano", el rey de las ondas nocturnas, y pasando por el "zorro plateado", que han sabido publicitar cada gol suyo como obras de arte. Y goleadores, y pichichis, siempre los ha habido en el Barça y para sacarse el sombrero. Desde Mariano Martín a César, pasando por Re/Rexach/Krankl/Quini/Romario/Ronaldo...y ha podido tener más, si Terry Venables no se empeña en Archibald, cuando Minguella ya tenía a Hugo Sánchez en Barcelona dispuesto a firmar por el Barça, o si el profeta no se empeña en enviar al córner a Gary Lineker y a robarle minutos a Julio Salinas.
O sea, Samuel Eto'o, por marcar algunos (pocos) goles más que Ronaldinho en los cuatro años que llevan juntos, siendo uno rematador y el otro creador, tiene bula para todo. Y es que los goles del camerunés arman mucho ruido, y son repetidos en los Telenoticies para engordar su ego y el de su presi, e incluso se repiten en los telediarios madridistas para alegrar a Calderón y joder a Florentino.
La suma de todas estas cosas han engrandecido más la vanidad/el ego de quien ahora es el mandamás después de JL. Prueba de ello es que un año después de aquella bomba explosiva, que dinamitó para siempre el vestuario, se toma la licencia de regresar de su país cuando le sale de las bolas, por mucho Código interno que dice existe.
Y termino con unas palabras que le dedicó Carlos Toro en el diario "El Mundo" en las que decía: "Eto'o, antílope cabrío que tira al monte, está dando en parte la razón al Real Madrid, que vió rápidamente la naturaleza cerril y turbulenta de su artista adolescente. El camerunés es un jugadorazo. Pero el talento no es una patente de corso ni debe situarse por encima de otras virtudes puramente personales, como la modestia, la obediencia y la discreción, aplicables cotidianamente a cualquier actividad humana".
Y punto final: "Los cementerios están llenos de gente imprescindible".