domingo, 8 de agosto de 2010

Buena noticia.

No siempre un no fichaje es una mala noticia. Decir que Cesc no ha fichado por el Barça es una mala noticia, discrepo con quien lo ha dicho. Sea directivo; sea periodista. Y que conste, que soy un admirador del fútbol del jugador catalán, hoy capitán del Arsenal. Pero también lo era anteayer, cuando militaba en el fútbol base y al que había visto en más de una ocasión, entre otras cosas porque siempre he sido un seguidor del fútbol canterano. Pero fichar hoy a Cesc era (es) un imposible para un Barça al que han saqueado y han dejado sin un duro, y para empeñarse ya se han empeñado más de los previsible los anteriores.

Pagar hoy por Cesc alrededor de cien millones de euros (al traspaso hay que añadir los emolumentos del jugador y los flecos correspondientes) me parecería una locura dada la precaria situación de las arcas barcelonistas.

Hace años (muchos) cuando Enric Llaudet presidia el club en una situación de derribo, no sólo por la construcción del Camp Nou sino por las deudas que había dejado su frívolo presidente (Miró-Sans), la prensa le preguntó al presidente por el insistente rumor del fichaje de Pepe, un extremo izquierdo brasileño, descendiente de gallegos y que formaba ala con el fenomenal Pelé porque no lo fichaba el Barça si el delantero estaba deseoso de firmar por el Barcelona. Llaudet, cansado de tanta insistencia y presión por parte de un periodista, le dijo: "Hoy, le voy a dar una buena noticia: no fichamos a Pepe". El periodista se quedó helado. "Mira -le dijo Llaudet- he tenido que elegir entre un delantero fantástico y la economía del club y he decidido que es más importante la tesorería del Barça que el mejor jugador del mundo".

Llaudet, que no tenía pelos en la lengua, fue así de rotundo. "Entre volver a pedir dinero a los socios y seguir endeudados, prefiero no ser campeón, aunque lo que yo quiero es ganar siempre". Y Llaudet recordó al colega que el Barça estuvo a punto de bajar a segunda división y que no bajó por milagro (hizo la promoción y la misma semana quedó campeón de Copa) porque no había dinero para reforzar la plantilla. "Y los socios del Barça, los que quieren al Barça, hubieran seguido siendo del Barça aunque descendiera. El Barça es un sentimiento, por encima de todo". Por eso digo que a pesar de la calidad de Cesc -¿por qué se fue, porqué renovó con el Arsenal?- su no fichaje no deja de ser una buena noticia. Buena, en las condiciones financieras en las que han dejado la entidad los que han vivido de espaldas a los socios y de espaldas a la realidad.