viernes, 11 de junio de 2010

Penoso hasta el último momento.

De lunes (Catalunya Rádio, Manel Fuentes) a viernes (TV3, Lluis Canut), Sandro Rosell se ha zampado a los tres candidatos (Ingla/Ferrer/Benedito), más un ambicioso en la sombra (Soriano) y un presidente saliente que ha demostrado ser un personaje bananero (Laporta) peleando hasta el último segundo por sus propios intereses. La actitud de JL no tiene precedentes, y dificilmente los tendrá. Un presidente que no sabe abandonar el puesto cuando le toca, que actua con tanta parcialidad y malicia, se invalida por vida. Yo no sé si finalmente se dedicará o no a la política, pero cualquier ciudadano con un mínimo de sentido común no le votará. Porque no se puede votar a un tipo como éste. Si es incapaz de no saber salir del Camp Nou por la puerta que le corresponde y con las formas que corresponden a un presidente, ¿qué sería capaz de hacer investido alcalde/conseller o president de la Generalitat?

Laporta se ha invalidado por vida. Ganar títulos no significa tener licencia para todo. Y JL se ha creido que era el sheriff del Barça y de Catalunya, sin enterarse que los dueños del Oeste ya no existen.

Enric Llaudet ha sido uno de los más grandes presidentes de la historia del Barça. Vivió unos años durísimos, sin un céntimo en las arcas, rodeado de deudas por todas las partes, con los peores arbitrajes de la historia del club y con todo el gobierno franquista remando a favor del Real Madrid. Llaudet no ganó títulos, pero siguió haciendo grande/más grande todavía al Barça. Y sin títulos en el haber, salió por la puerta grande del Camp Nou. Lo que no le ocurrirá a este impresentaba presidente que nos deja, por muchos títulos que en su época se hayan conseguido. Laporta ha tenido una gran suerte en su etapa. De entrada, tener a Rosell en su período inicial que fue quién construyó la base de este equipo con la incorporación de Ronaldinho, Deco y Márquez y respetar y potenciar la cantera surgida de la época Núñez (Valdez, Puyol, Xavi, Iniesta). Después, tener la suerte de contar con un directivo como Evarist Murtra que peleó hasta la saciedad para lograr que Guardiola fuera el primer entrenador, cuando Laporta no lo quería -"mientras yo sea presidente no volverá"- y al mismo tiempo Ingla viajaba con Txiki en busca de Mourinho -"o quien fuera"- antes de ver a Guardiola en el banquillo.

En Guardiola sólo han creido tres personas: Lluis Bassat, que también intentó, sin suerte, incorporar a Rosell en su candidatura, Evarist Murtra, que siempre ha sido un ferviente defensor de Guardiola como jugador y como técnico...y Sandro Rosell que por su cabeza siempre pasó la idea de incorporarlo al Barça 2003, pero no pudo ser.

A Laporta se le recordara por los éxitos deportivos, a pesar suyo, pero sobre todo se le recordará por no haber sabido comportarse como un auténtico presidente. Llegó con una mentira y se va con una rabieta. Lamentable. Me quedo con Llaudet.

Nota.-Me entero que entre sus últimas e incalificables decisiones está el de prorrogar el contrato televisivo a favor de Mediapro/Jaume Roures y sustituir el nombre de Josep Lluis Núñez del museo por el de "Barça Experience". De confirmarse ambas decisiones se demostraría una vez más su también inclasificable proceder como presidente, tan lamentable como repugnante.