martes, 27 de noviembre de 2007

El "entierro" de Ronaldinho.

Ya está todo preparado. La directiva de Laporta ha logrado su objetivo: que Rijkaard -!por fín!- se convierta en el enterrador del brasileño. Su marginación ante el Recreativo de Huelva y la suplencia ante el Olympique de Lyon han sido el detonante final. Intentaran, aún, alinearlo ante el Español para así, si se pierde, asistir ya a su definitivo entierro azulgrana. La prensa oficialista ya tiene preparadas portadas, artículos, columnas, sábanas para matar y rematar a Ronnie. No vaya a resucitar. Y la directiva de Laporta contenta, con su nuevo sepulturero a la cabeza, Marc Ingla, un funcionario tan gris pero especializado en dejar cadáveres por donde pisa -Bartomeu, Faus...-. Lo que sea para contentar a Laporta y Soriano. Y Cruyff, naturalmente, celebrándolo con cava. Por fin, el jugador más odiado y humillado por el holandés, y la sombra más alargada de Sandro Rosell en el vestuario y en el club, ha caído. Ya sólo quedan Deco y Márquez, que tienen también todos los números para acompañar a Ronie en el duelo.

De momento, han ganado los celos y las envidias. El Barça ha perdido. Pero el Barça, salvo el interés personal, poco o nada les importa a ese reducido grupo encabezado accidentamentel por Laporta. A ellos, sólo les importa ellos.