He vivido la transición política. Intensamente. Muy intensamente. Fuí uno de los muchos catalanes que contribuí a normalizar el país. Lo hice intensamente. Desde un puesto clave colaboré a que socialistas/comunistas/nacionalistas pudieran trabajar en las mismas condiciones que lo hacían otros pensamientos. Intenté, con éxito, la convivencia. Sólo me opuse a los radicales, a los intransigentes y a los que desde el bunker pretendían el inmovilismo. Que nada cambiara. Viví, en primerísima persona, todo el proceso del gran cambio de este país, de un régimen dictatorial a un sistema de libertades. He vivido, pues, los años difíciles. Los años de riesgo. Incluído el intento golpista del 23-F, con un militar rebelde abriendo la puerta de mi despacho, acompañado de tres chusqueros, pistolas en mano, para preguntarme con exigencia: "Desde este momento, no se mueve una sola mosca aquí....".
-"¿Quiere que avise al jefe de seguridad de su presencia aquí...?"- se me ocurrió decirle. No me dejó finalizar la frase. Pegó un puñetazo a lo Sonny Liston sobre mi mesa y me dijo: "Aquí, no hay más jefe de seguridad que yo...."
He vivido, pues, por citar un sólo ejemplo, momentos difíciles, angustiosos, de tener los huevos a la altura del cuello, lejos de su natural posición. He vivido las cloacas del poder, como antes había conocido lo más representativo del Barrio Chino (desde Can Carola a la Bohemia), pasando por la chuleria de los yankis del Saratoga que a base de dólares/de muchos dólares, se llevaban medio borrachos (borrachos enteros) el ganado más selecto del Panam´s.
He vivido tantas y tantas vivencias, tan diferentes todas ellas, cómo para que ahora me venga un presidente chulo/vanidoso/déspota/engreído/mentiroso/caprichoso para que me tome el pelo con nuevas promesas de futuro y en un acto de gran cinismo presente el relevo de Rijkaard con la misma naturalidad que a lo largo de cinco años nos ha venido engañando.
¿Por qué cesar ahora, quince días antes de finalizar la Liga, a Rijkaard y anunciar ya la incorporación de Guardiola?. Como no hay argumento que se sostenga, la respuesta la daré yo: para que no se hable de él, del presi embaucador, y los medios de comunicación se dediquen a debatir sobre Rijkaard y sobre Guardiola. Mientras hablan de ellos, no se habla de él, del causante del caos, del creador de la ruina.
Decía antes que he conocido a lo largo de mi vida muchas gentes, de alta cuna y de baja cuna, de chorizos con corbata y delincuentes honrados. De Pedralbes a la Barceloneta, hay una gran fauna de personalidades, pero he conocido a pocos/muy pocos personajes tan embaucadores, tan falsos, tan mentirosos como este presidente que, como le dejen, dejará el club como un solar.
Ayer dijo, entre silencios y mentiras, que el relevo de Rijkaard y el nombramiento de Guardiola lo había tomado la junta directiva por unanimidad. Mentira. Lo que sucede es que sus mentiras tienen la complicidad de todo un grupo de directivos incapaces de dar un paso al frente por temor a cómo reaccionará el presidente. Porque, en el fondo, estos que dicen ser directivos, le tienen miedo/pánico. El Barça hoy vive una etapa de terror. Nadie se atreve a decir nada. Nadie abre la boca. Unos, por miedo a jugarse el puesto en el palco. Otros, porque aspiran/ambicionan (ilusos ellos) a ser los delfines del pequeño dictador.
JL ha logrado, en tiempo récord, destruir todo un proyecto que otros hicieron. Los que no están. Los que se fueron por pudor, por dignidad, por ética.
A JL hoy ya no le quedan socios que le defiendan. Está metido en un bunker, con los que aspiran a seguir, y con el aliento (cada vez más débil) de un sector de prensa que sigue cargando contra Ronaldinho y los futbolistas a los que dará la baja, para desviar la atención, para no hablar del peor presidente de la historia del Barça.
JL ha hecho bueno (es un decir) a Gaspart. Es peor/infinitamente peor que él, que ya es decir. Un día, finalizada la temporada, les hablaré de los "tres de los Maristas" (Laporta/Godall y Yuste, el ferretero) y otro día de los "clusters" y el "chaquetas". Es decir, la guardia pretoriana de este "Chávez catalán" que ha querido que el Barça fuera su trampolín para la política. Pero tengo la sensación, o la esperanza, de que algunos políticos importantes ya conocen al personaje y lo están viendo venir.
Ayer, si conociera lo que es la vergüenza, es vez de presentar el adiós de Rijkaard, tenía que haber presentado el suyo. Pero no. Se ha bunkerizado porque necesita más al Barça que el Barça a él. Para el Barça sería un alivio. Para él, la desesperación. ¿Quién sería y qué sería de JL sin este club que se ha transformado en su finca particular, con coche blindado, tarjeta visa oro, avión particular y un ejército de serviles y palmeros al servicio de su egoísmo....?