Ayer fue un día lleno en novedades. La primera, de buena mañana, la entrevista concedida por Sandro Rosell al diario económico "Expansión". Tenía gancho la portada y todavía más su interior. Era también polémica en algunos aspectos, no sé si porque así lo quería el protagonista, o por error de quienes la confeccionaron. De todas maneras, en los despachos influyentes, ayer estaba muy presente lo que decía Sandro y lo que se decía de(parte) su fortuna, lo que imagino no gustaría al precandidato y menos todavía a su familia nada amiga de ostentaciones. Pero ésto, a veces, es el precio de la fama.Y sobre todo cuando la fama traspasa fronteras, por virtudes propias y no únicamente heredadas (salvo la inteligencia y la constancia). Y es que Rosell hoy es, al igual que el club de sus amores, más que un simple aspirante a la presidencia, por grande que sea la presidencia, en este caso la del Barça. Diría más que un personaje. Se le conoce aquí y allá. Es un personaje global. Con intereses y contactos en América del Sur, en América del Norte, en los Estados Unidos. En Qatar. En África y con algo más que la mirada puesta en China y en la India. Especialmente en los países emergentes. Y es que Rosell ha pasado a ser el primer precandidato global del Barça, y probablemente en el primer (futuro) presidente del global. Él no pierde las horas entre luces. Va por faena.
Y si ayer por la mañana nos despertó (o nos despertaros) con Expansión, por la noche nos obligó a estar enganchados a la red social. Por vez primera, un precandidato de este país, se comunicaba,via charla, a través de Twitter y para decir, entre otras cosas que el acuerdo verbal (no renovación)era una buena noticia. Una buena noticia para el barcelonismo, incluído él pero que a juzgar por las caras de quienes dieron la noticia (JL y TB)parecían transmitir un pésame, probablemente a Godall y Sala Martin que no quisieron ni estar en la foto. Probablemente aún estarían leyendo y releyendo "Expansión".