viernes, 29 de enero de 2010

Más y más y más.

Son insaciables. Lo quieren todo. No se conforman con lo que tienen: viajes en abundancia, aviones privados, para ellos y para las buenas amistades, cambios de pisos, apartamentos de dia, apartamentos de noche, hoteles mandarines, comidas drolmas, visas oro, visas plata, visas bronce, amigos, amigas, fulanos, fulanas, intermediarios del bien y del mal, detectives, tamarices de los números, pelotazos, luces de gases, fiestas, más fiestas, champanes, juntaletras, juntavoces, junta 625 lineas (ajenas y propia) intoxicadores de vocación, intoxicadores de profesión e intoxicadores de facebook...

Son aprendices de nerones y claudios. Pero no tienen suficiente. Quieren, con todo su descomunal imperio, cargarse a los pocos mensajeros. Matar las pulgas a cañonazos. Y van los otros y les escuchan.

Y esto no ha hecho más que comenzar.