Godall, el compañero de pupitre de "Kid" Laporta, se presenta como el hereu. La tradición barcelonista del porrón se ha roto. Ahora, ni porrón ni hostias. Directamente al amigo. Y punto. Se ha perdido aquella bella tradición textil en que se pasaban el porrón y las queridas no acudían al palco. Eran otros tiempos. Kid Laporta, igual que primero se llevó la Mercè por delante y después Montserrat y ahora aspira a quedarse con la Generalitat, ha terminado con todas las más puras tradiciones catalanas. Incluida la democracia. "Va Godall de presidente. Ni candidato ni nada. Directamente a mi sitio. Y punto". Y el rebaño jaleando. "Con nosotros, basta", se ha oido decir. No sé sabe si lo decía el chaquetas (Sala Martin), el inspector (Joan Oliver), el ordeñador (Johan Cruyff), el cafelitos (Cubells) y/o los camareros del Pipper´s, del Drolma, del Luz de Gas, del Sutton, o mis vecinas, las aspirantes a un puesto en el protocolo del club.
El que seguro estaba de acuerdo era el de Trafic.
Sólo falta despejar una incógnita, si el estirado/el distancias se une al coro o prefiere volar por su cuenta. Pronto lo sabremos.
Godall, el que más sabe de la vida de Kid Laporta, ha sido designado el candidato. "Qué coño candidato:!Presidente!". Y todos han contestado: "!Presentes!". Como ya anticipó un articulista de renombre hace unos meses: "El presidente lo deberían elegir Laporta y Cruyff". Bueno, más o menos esa es la idea. De momento, para guardar las formas (aunque les importe un canuto) han elegido al tristezas.
Sólo falta saber qué vestimenta lucirá: si la bata del cole de cuando iba con Kid; si la del palco de los domingos; si la de independentista de cuando fundaron y arruinaron el Pi de Ángel Colom y Pilar Rahola, o el slip que utiliza en sus paseos playeros..
Por cierto, espero que en su sonada presentación nos cuente, de paso, a qué se dedica, además del Barça. Lleva siete años como directivo y aún nadie me ha sabido explicar qué hace además de ser amigo de pupitre de Kid Laporta.
Como no diría Pujol: "Ya toca".