miércoles, 30 de abril de 2008

Ronaldinho sí; Laporta, no.

Decía el otro día, antes de jugarse la vuelta del Manchester United-Barça, que no tenía confianza en este equipo. Que me gustaría equivocarme pero no existían argumentos para tener fe en un equipo que la toca mucho pero, sin Ronaldinho, no es lo que era. Un equipo previsible, que se sabe siempre por dónde saldrá, que no domina el juego aéreo y que sin el brasileño las faltas no sirven para nada, los córners lo mismo y sus delanteros son menos (nada) matadores sin él. Ahí está el caso Eto'o, que desde que no juega Ronnie su incapacidad es total. Sólo marca a los débiles. Punto. Lleva trescientos minutos sin oler el gol. Ya no digamos Thierry Henry, seiscientos minutos sin perforar la red y cuando lo ha hecho ha sido ante rivales sin fuelle.

Lo que pasó, pues, en Old Trafford, desgraciadamente, no me ha pillado por sorpresa. Era lo lógico/lo normal teniendo en cuenta cómo juega uno y cómo juega otro, aunque si en el Barça no estaba Ronnie, el Manchester no contaba con Vidic y Rooney, dos jugadores contundentes, de gran pegada y que en el caso del inglés sirve además para oxigenar a Cristiano Ronaldo.

Pero el Barça-Manchester ya es historia. Ahora, empieza otra historia. Y la que empieza, en contra de muchas opiniones, no debería empezar por el inicio de un nuevo ciclo que pasara por la decapitación de Ronaldinho. ¿Me puede decir alguien, con argumentos convincentes, por qué el nuevo ciclo barcelonista debe empezar con Ronaldinho fuera del club y, por ejemplo, con Thierry Henry dentro...?. ¿Por qué....?. De entrada, el brasileño es tres años más jóven, no padece las lesiones crónicas del francés, y tiene una magia que no tiene ningún otro futbolista ni en el Barça, ni en el Manchester, ni en el mundo entero. ¿Por qué el Milán quiere al brasileño y nosotros no lo queremos...?. Que me lo expliquen y, repito, con argumentos. ¿Por qué ha trasnochado...? ¿Por qué se ha pasado la temporada en el gimnasio...?.

Hoy, sin jugar hace dos meses, la última gran asistencia que recuerdo se la he visto a él. Hoy, la última falta convertida en gol se la he visto a él, y la última genialidad también se la he visto a él (el gol ante el Atlético de Madrid). Y, además, he visto y revisto que Messi, Eto'o son más/mucho más con el brasileño.

Yo creo que el nuevo ciclo no debe empezar por la salida de Ronaldinho. El nuevo ciclo debe iniciarse por la marcha de Txiki Begiristain, el mayor inútil/torpe/y vago de los secretarios técnicos al que sólo le gusta hacer de portavoz del club en los descansos de los partidos, jugar al golf y decir amén a todas las ocurrencias cruyffistas.

Pero el ciclo no debe detenerse en Txiki sino tirar arriba/más arriba/mucho más arriba. El ciclo debe comenzar por la renuncia y dimisión de toda la junta directiva, una suma de incapaces e inútiles, y llegar hasta Joan Laporta, el presidente más vanidoso/más chulo/más cínico/más hipócrita/más prepotente/más provocador que ha conocido la centenaria vida de la entidad.

JL ha demostrado una incapacidad total para gestionar el club. No sólo en la parte deportiva sino que (me temo) también en la parte económica. Un presidente que ha demostrado ser incapaz de poner orden y disciplina (quizá porque tenía que haber comenzado por él mismo), que ha dividido el vestuario, que no sabe fichar, que no sabe administrar el club (ha crecido en más de un cien por cien el personal y los gastos de representación se han multiplicado también por cien), no puede seguir más presidiendo una entidad que hace cinco años confió en una junta directiva cuyas piezas más válidas dimitieron disconformes con el rumbo que estaba tomando el club por los engaños y caprichos presidenciales secundado por un grupo de palmeros que lo único que les importaba (les importa) era estar/figurar/aparentar en el palco presidencial.

El Barça ya no es lo que era. El Barça, cinco años después, precisa de una nueva revolución, de un nuevo cambio, de un nuevo ciclo que debe empezar por la salida de esta presumida y funesta directiva presidida por el peor de los presidentes que hemos conocido.

El problema, pues, no es Ronaldinho, que es reciclabe, como pretende hacer el Milan. El problema (y grave) es JL, su especie de directiva (incluído el chaquetas XSM) y los cuatro laportistas que le apoyan, más interesados también en acudir al palco que en que el Barça funcione.

Sí, pues, a un nuevo ciclo, pero sin este impresentable presidente.

domingo, 27 de abril de 2008

El robo.


No voy a hablar del partido de Riazor. Para decir que el Barça jugó "pensando" en Manchester me ahorro absurdos/tonterías/engaños/mentiras. El Barça perdió porque su fútbol fue lamentable y la actitud de sus jugadores vergonzosa. Con Thierry Henry a la cabeza. Después de la Champions, hablaré de la estrella que trajeron Laporta/Soriano para eclipsar y acabar con Ronaldinho. Del mayor timo de la historia del club. Y eso que han habido. Desde Romerito a Overmars, pasando por los Prosinecki, Bogarde, Rochemback, Bogarde, Albertini, Maxi López, Thuram....Los está superando a todos. Que ya es decir.

Pero no. No voy hoy a escribir sobre este timo. Voy a hacerlo sobre el robo. Sobre ese extraño y misterioso robo que se ha producido en el despacho presidencia. La sustracción del ordenador personal de JL.

Me parece todo muy raro. Qué les voy a decir. Me parece raro/extraño/misterioso y hasta sorprendente que en en más de cien años de historia de la entidad, con la cantidad de presidentes que ha tenido el club, sólo se persiga, sólo se amenace, sólo se robe, al mismo presidente. A JL. Qué quieren qué les diga. Es tan/tan/tan extraño que únicamente éste presi sea pasto de las amenazas y de los robos. No digo que lo dude. Digo que me cuesta digerirlo. Máxime teniendo en cuenta que nunca, en su centenaria vida, el Barça ha dispuesto de un sistema de protección y seguridad como desde que JL está en la presidencia. Primero se incorporó a la directiva el cuñadísimo Echevarría precisamente para eso, para velar por la seguridad del presi. Se incorporó él y toda su máquina de protección, con el consiguiente gasto de dinero que ello conlleva. Después se incorporó un nueve jefe de seguridad, Elías Frade, un ex inspector de los mossos en excedencia, y que hoy continúa en el club aunque ahora bajo un nuevo jefazo de seguridad, contratado hace poco: Xavier Martorell, ex director general de Seguridad Ciudadana de la Generalitat durante varios años.

Pero a pesar de todo el montaje policial, los ladrones (o el ladrón) se cuelan en el despacho presidencial. Raro. Muy raro. Y todavía más raro me parece que aparezca en público, uno de los muchos vicepresidentes del club, Alfons Godall (compañero colegial de JL) y vincule el robo a "alguien cercano". Lo escuché el viernes noche en Catalunya Ràdio y me pareció su comparencia patética/lamentable. Si Godall, como hoy recoge La Vanguardia, ya sabe que "alguien ha ido al club con muy oscuras intenciones" y añade que "todo me hace pensar que el autor del robo es alguien del entorno del Barça", no sé cómo no lo ha denunciado ya, y de paso han cesado todo el espectacular (y costoso) aparato policial que dispone actualmente el club.

No se puede tirar la piedra y esconder la mano. No se puede insinuar/acusar a "alguien del entorno del Barça" sin demostrarlo. Me parece deleznable. Como igual de lamentable me parece la portada y mucho más la contraportada del diario "Sport" de ayer. No por lo que se escribe en la última, porque desde que no la hace Miguel Rico no la leo, salvo muy excepcionalmente, si la escribe Emilio Pérez de Rozas o hay una publicidad. Salvo estas excepciones, he prescindido de la "mejor última" del periodismo deportivo catalán. No me refiero pues al escribidor. Me estoy refiriendo a la repugnante viñeta que ayer adornaba esa especie, en la que se preguntaba: "¿A quién demonios le puede interesar el ordenador de Laporta?". Y junto a la pregunta se mostraban las caricaturas de Dani Sánchez Llibre, Galliani, Roberto de Assís y Sandro Rosell. No citaban sus nombres, pero eran fácilmente identificables los cuatro. Incluir a cualquiera de los cuatro entre los posibles sospechosos, me parece de juzgado de guardia. Pero si además, uno de los cuatro está vinculado al Barça, me parece todavía más escandaloso. Y si unimos la última/la caricatura/ y las palabras de Godall, es para maldecir al autor (autores) y exigir responsabilidades.

Me duele decir y escribir ésto. Y me duele todavía más, porque yo, sólo yo, únicamente yo, sé lo que quiero y lo que me une a ese diario, no sólo desde su fundación, sino desde antes/desde mucho antes de su nacimiento y gestación.

Se puede tener mala uva. Se puede tener mala leche. Se puede carecer de toda ética. Pero vincular un robo a un entorno, a unas personas, a una persona, me parece tan ruin, tan deplorable, tan penoso...Pero así de lamentable es.

Hasta aquí, de momento, hemos llegado.

viernes, 25 de abril de 2008

Cristiano Ronaldo y Samuel Eto'o.

Leyendo las memorias de Jordi Pujol sale a relucir el nombre de José Luis Lasplazas, un hombre/un nombre que poco o nada dice a las nuevas generaciones. Lasplazas ha sido uno de los grandes maestros del periodismo deportivo. Fue director de "El Mundo Deportivo", cuando éste diario era una sábana (por lo grande) y tenía también un popular espacio deportivo en RNE en Barcelona, programa que sintonizaba frecuentemente Florenci Pujol, padre del ex presidente de la Generalitat y quien inculcó el barcelonismo a su hijo.

Lasplazas lo fue todo en el periodismo deportivo, incluso seleccionador nacional. Una de sus frases más célebres era cuando vertía un pronóstico en un partido clave. Casi siempre acababa diciendo: "Se puede ganar, se puede empatar y se puede perder". No se mojaba nunca. Pero no se equivocaba nunca. Era la manera más certera de salir del paso.

En el periodismo actual, hoy "lasplazas" son toda una legión. Dicen, de otra manera, lo que don José Luis decía hace medio siglo. "El Barça jugó muy bien, sólo le faltó el gol". "En Manchester, puede pasar cualquier cosa". Lo he leído y lo he escuchado. Aquí nadie se moja, ni se mojará, hasta que termine el partido de vuelta en Inglaterra. Y mojarse no es decir por decir un resultado en la porra de turno. Mojarse es decir/argumentar quién es mejor, quién es peor, quién puede ganar y quién puede perder la eliminatoria, aunque después no aciertes.

Yo quisiera que el Barça de todos (no el de Laporta) ganara y eliminara al Manchester United. Pero soy realista y creo que, sin Ronaldinho, el equipo de Old Trafford es superior. Y si además no juega Márzquez, como no juega (el único que va bien por arriba) y Deco y Mesi, aunque ya están, pero no están al cien por cien, me reafirmo más en mi escaso -por no decir nulo- optimismo.

Este Barça, no nos engañemos, no chuta. Y no chuta desde que a Samuel Eto'o le entró un ataque de cuernos hace año y medio, desencadenó la crisis de Vilafranca y aquel Barça de Ronaldinho que todavía era líder de la competición, dejó de existir. El presi se alineó con el camerunés y de aquel Barça nunca más se supo.

Esta es la realidad, nos guste o nos guste.

Aunque haya llegado a las semifinales de la Champions, los números de este Barça sin Ronaldinho y sí de Eto'o, Henry y JL, son cada vez más deprimentes. Son el rey de las posesiones del balón, pero nada más. Ocho partidos, ocho, han finalizado con empate a cero. Patético para un equipo con ambición. En los últimos siete partidos, ha marcado seis goles. Y los córners y las faltas no sirven para nada, desde que no juega el maldito (R). Desmoralizante.

Tierry Henry y nada, es lo mismo, y Samuel Eto'o sólo es capaz de marcar al Levante, al Murcia, al Huelva....En la Champions, sólo ha marcado dos goles desde hace dos años. Es decir, el camerunés, después de las lesiones y sin Ronnie, merece portadas por lo que dice, no por lo que hace. Y sale en televisión, por los spots, no por los goles.

Números en mano, pues, vamos a Manchester con muy pocas posibilidades. Para colmo, el fútbol inglés se ha caracterizado históricamente por el dominio del juego aéreo, y Milito y Puyol no son precisamente ángeles voladores. Tienen otras virtudes pero no precisamente las de dominar el juego aéreo. Es decir, estamos en clara desventaja aérea. Y cuando hay una falta en contra, en Old Trafford siempre cantan lo mismo "One only one Ronaldo" (sólo hay un Ronaldo).

Cristiano Ronaldo, que es un grandioso jugador, pero no es Ronaldinho, tiene sin embargo unos números escalofriantes en su haber. El portugués lleva 32 goles, pero marca ante todo tipo de rival, no sólo ante los rivales flojos. Y los marca de todas las maneras, con la derecha, con la izquierda, con la cabeza, de falta y hasta de penalty, aunque fallara el último.

En el Camp Nou, sin hacer nada del otro mundo, cada vez que a Cristiano Ronaldo le llegaba un balón, nos los ponía por corbata a nosotros, a Milito y a Abidal, y menos mal que el árbitro dijo que con un penalty era suficiente. Ésto, sin hacer nada.

Es evidente que en Old Trafford, el Barça puede marcar un gol. Pero también el Manchester puede meter dos, por el césped, por el aire, de falta o de córner. Tienen más recursos, muchos más recursos que este Barça. A qué engañarnos.

Cristiano Ronaldo hoy es más/mucho más/infinitamente más que Samuel Eto'o. Y los centrales del Manchester son más/mucho más que los del Barça. Y los azulgrana sin Ronaldinho, son menos/mucho menos/infinitamente menos que los ingleses. No querer verlo, es engañarse.

Otra cosa muy distinta es la ilusión, es la fe, que a veces mueve montañas. Hace más de cuarenta años, el Barça era teóricamente inferior al Wolverhamton, entonces uno de los grandes equipos ingleses. Los "lobos" no habían perdido nunca en su casa. Y el Barça, en una tarde memorable de Kocsis ganó 2-5, con cuatro goles del ariete hungaro. Pero Kocsis dominaba el juego aéreo más/mucho más que los ingleses. Por eso le llamaba el "cabeza de oro". Pero el Barça va a Old Trafford sin ningún cabeza de oro, ni delante, ni detrás. Demasiada desventaja...Claro que, como decía Lasplazas "se puede ganar, se puede empatar y se puede perder".

jueves, 24 de abril de 2008

Ni al Arco Iris.

El que no haya visto el partido entre el FC Barcelona y el Manchester United, pero haya escuchado a los profesionales de la palabra (comentaristas/opinadores) y haya leído la prensa, le podrá parecer que el Barça hizo el partido de siglo. Lo ponen por las nubes. "El mejor Barça". Y, enfrente, el peor equipo del mundo, el de Fergurson. Es decir: no hubo color. Y algunos rematan con un "al Barça sólo le faltó el gol". Casi nada. Sin goles, que yo sepa, nunca se gana.

Pero uno vió el partido y juro que no estaba borracho, pero ví el encuentro que los demás no vieron. Vi el Barça que nos tiene acostumbrados últimamente. Con más ganas, con más hambre, pero la diferencia era que en el titular estaban Márquez en la defensa y Deco en el centro del campo. Y la presencia de dos de los tres malditos, le dió otro aire, otro color, otro sentido al conjunto. Parecía otro equipo, porque Márquez y Deco (lesionados y/o castigados) son jugadores de raza/de carácter, además de que saben siempre qué hacer con el balón. Y de jugar con ellos a sin ellos, hay una notable diferencia en calidad, en contundencia y en virilidad.

Al partido, para ganar, le faltó el tercer maldito: Ronaldinho. ¿Cuántas veces a lo largo del partido nos acordamos de él?. De entrada, porque hace un fútbol imprevisible y las defensas contrarias nunca/jamás saben por dónde va a salir: si por la derecha, si por la izquierda, si con un taconazo, sin con una espaldinha, si con un cambio de juego, con una acción individual, o con un pase letal a Eto'o. Y, además, cada vez que hay una falta próxima al área, forzosamente te acuerdas del brasileño. Y ante el Manchester United nos acordamos hasta cinco y seis veces, en faltas idóneas para un buen lanzador, es decir para Ronaldinho. Pero el brasileño sigue lesionado/castigado y se perdió una ocasión de oro de ganar este primer envite. Ronnie, como mínimo, hubiera aprovechado una de las faltas. Sólo una. Suficiente.

(El último gol de falta que marcó el Barça ya casi ni nos acordamos. Lo marcó Ronnie el día que se lo dedicó a Manel Vich, el locutor del Estadi. Desde entonces, cero patatero)

Este Barça, con Mázquez y Deco gana, pero sin Ronnie no existe. Eto'o mete goles al Levante, como Thierry Henry, pero no marcan goles cuando los deben marcar, entre otras cosas porque quién se los inventa no está en el campo, está de vacaciones pagadas.

El Manchester no hizo nada. Es cierto. Pero no sé qué habría ocurrido si Cristiano Ronaldo marca el penalty. No lo sé. Pero me temo que habríamos asistido a otro espectáculo.

El Barça trabajó/luchó/dominó/le puso ganas. Ésto, para un club de regional es plausible, pero para un Barça es insuficiente. El Barça, además de todo ésto, debe jugar y sobre todo meter goles. El fútbol son goles. Es lo único que vale. La gente va al fútbol a ver ganar a su equipo. La gente del Barça va al Camp Nou a ver vencer a sus colores y además les exige que juegue bien. Lleva tres partidos consecutivos (Getafe/Espanyol/Manchester) jugando mucho a tocarla pero sin meter un sólo gol. Se puede tener mala suerte un día. Y dos. Pero tres, ya es mucha/demasiada causalidad. Esta delantera es deprimente. Con Eto'o y sin Eto'o. Con Henry y sin Henry. Los únicos que le dan otro aire, otra frescura, son Messi y Bojan, pero para el entrenador éstos son "tocables", es decir, sustituibles, por lo que parece.

Yo, con el cero-cero, no soy tan optimista como vende la prensa-laportiana. Puede que el Barça marque un gol, pero, ¿Cristiano Ronaldo y los suyos son tan malos y tan tontos como para no marcar goles...?.

Hay, además, algunas cosas preocupantes. Ayer (dicen) vimos al mejor Barça, y ayer (dicen) vimos al peor Manchester United. Puede ser. Pero en el Camp Nou dos jugadores, dos centrales, Rio Ferdinand y Brown, se bastaron/se sobraron para neutralizar todos los ataques azulgrana que dicho sea de paso son todos previsibles.

En Old Trafford hay que contar que ni el Manchester será el que vimos ayer anímicamente tocado por el fallo del penalty, ni estará para sólo para defender. Veremos a Cristiano Ronaldo que, cuando la toca, hace daño, y en casa más/mucho más. Y otra cuestión a tener en cuenta. El Barça flaquea por arriba, en el juego áereo. Lo estamos viendo en el campeonato de Liga. Pues bien, en el Teatro de los Sueños, el que mejor domina el juego aéreo (Márquez) no estará, y Puyol (que sí estará) y Milito son futbolistas con grandes límitaciones en el juego aéreo. Y ésto, lo malo, es que lo saben Fergurson y cada uno de sus jugadores. Y por eso me preocupa. Y por eso me convierte no en un optimista, sino en un pesimista, que es un realista con información no manipulada.

Termino. Ayer se puso de manifiesto -una vez más- que Abidal y nada es lo mismo. Ni sabe atacar y tiene problemas a la hora de defender. Si Abidal juega por real decreto, que siga jugando, pero como ya dije es como un queso gruyere. Otra cosa, Milito, es otro defensa limitido, demasiado limitado, que tiene que recurrir con exceso a jugadas punibles. Y Toure Yaýa, que tiene todas las facultades del mundo, alguien le tiene que decir que a veces hay que arriesgar, y hay que jugar con más verticalidad y que de vez en cuando los centrocampistas tienen que chutar a puerta. Pero a puerta, no a la tribuna alta.

Este Barça es un Barça muy limitado, muy lejos del que nos encandiló. Sin embargo, ojalá en Old Trafford, haya milagro. Pero el milagro tendrá que ser importante y que la portería de los ingleses sea algo así como el Arco Iris para ver si los eto'boys son capaces de meterla.

domingo, 20 de abril de 2008

Los huevos del Barça.

Mejor no hablar del Barça-Espanyol. Malo. Peor imposible. El Espanyol, sin balones a Tamudo, no es nada. El Barça, sin Ronaldinho, sigue sin ser nada. Más que el Espanyol sí, pero menos que aquel Barça que parece ya pertenecer a la historia. Este equipo se lo han cargado. Entre Laporta, Cruyff, Txiki y Rijkaard han logrado vulgarizar el equipo. Ya parece aquel equipo de Cruyff-jugador que durante cuatro de los cinco años que estuvo (salvo el primero) fueron infumables. Se está repitiendo la historia. Entonces se cargaron (por celos y amiguismo) a Sotil primero y a Juan Carlos y Marcial después, y ya nunca más fue el equipo campeón del primer año.

Ahora, sin Ronaldinho (sobre todo) y sin Deco, este Barça es un equipo más. Mejor que otros sí, porque tiene más plantel, más recursos, pero un conjunto sin ilusión, sin espectacularidad, sin saber qué hacer con el balón. Y, sin magia. Esa magia que le dió Ronaldinho y que lo convirtió en un conjunto diferente/vitalista/ilusionante.

Ya nadie sabe a qué juega. Sin Ronaldinho, todos son menos. Ni Eto'o es Eto'o, aunque marque goles. Ni Messi es Messi. Ni Iniesta ni Xavi son cómo parecían ser. Y Bojan es un buen jugador, un excelente delantero, que puede marcar (y marcará) muchos goles pero no es el crack que marca diferencias.

De Thierry Henry, la estrella que JL se sacó de la chistera para que no se hablara del Madrid campeón y para ensombrecer a Ronaldinho, mejor no hablar. Ha sido el timo de la estampista. En la Liga, ha jugado ochocientos minutos más que el brasileño y ha marcado un gol menos. Es decir, Ronnie que lo suyo no es marcar sino "dar", ha goleado más que el francés que sí es goleador.

Últimamente, horas antes de cada encuentro, JL nos obsequia con unas declaraciones, prometiendo la victoria, la Liga, la Champions. "Estamos vivos", dice. Y !zas!, revolcón. Es lo mismo que sea el Betis, el Getafe, el Huelva, el Espanyol....Estoy llegando a la conclusión que JL, además de haberse cargado este equipo campeón, de ser un mal presi, de ser vanidoso/chulo/prepotente, es gafe. Estoy convencido que es el gafe que nos persigue este último año y medio.

A la afición barcelonista sólo le queda una esperanza/una ilusión: eliminar al Manchester United. Es lo único que queda. Y después Moscú. Pero antes, hay que pasar por la piedra al conjunto inglés. Lo que no es fácil.

Sir Alex Ferguson lleva veinte años en el Manchester. Pudo ser entrenador del Barça antes de ir dónde está. Cuando entrenaba al Aberdeen (y le ganó la final de la Recopa al Real Madrid) se entrevistó con Núñez y Gaspart para sustituir a Terry Venables. Estaba dispuesto a venir. Quería venir. El propio Venables y el que después sería entrenador del Barça, Bobby Robson, lo recomendaron. Núñez dudó y acabó fichando a Luis Aragonés. Poco después, Fergurson fichó por el Manchester. Y nos ganó una Recopa (bueno se la ganó a Cruyff) con dos goles del también ex azulgrana Mark Hughes. El portero, debutante, era Busquets.

A Ferguson le tira el olor blaugrana. Aquí, en el Camp Nou, ganó aquella mítica final al Bayern Munich, cuando los alemanes ya estaban celebrando el título. En el minuto final, dos goles. Desde entonces, a Kahn, le ha quedado esa cara y esa mala uva.

Ahora, Fergurson intentará de nuevo que el Teatro de sus sueños sea el Camp Nou. Él, con Cristiano Ronaldo (que también pudo ser culé), y el Barça, previsiblemente, sin Ronaldinho.

Si Rijkaard le echara huevos (por una vez) y se olvidara de que existen JL y JC (que lo cesarán igualmente) y fuera capaz de alinearlos, lesionado, sin dormir y bajando del puente aéreo) a Ronaldinho, Deco y Marquez, la magia y la ilusión regresarían al Camp Nou. Pero para eso, especialmente en el caso del brasileño, el entrenador tendría que ponerlos encima de la mesa y decir con "éstos, hasta el final". Al fin y al cabo, no hay lesionados. Hay castigados, según Xavier Sala Martin presidente de la Económica y amigo/amiguísimo de JL,

Es evidente que sin ellos, también se puede eliminar al Manchester. Incluso vencer en Moscú y ser campeones de Europa. A veces, la flauta suena. Le sonó a aquel Madrid con Ivan Campo de titular. Todo es posible en el fútbol. Pero fútbol de quilates, fútbol de oro, fútbol de magia, está demostrado que sólo es posible con Ronaldinho. Y hay que ser ciego para no verlo. Mejor dicho: hasta los ciegos listos e inteligentes lo ven. Los únicos que no lo ven son los celosos/envidiosos/amargados. O los que no tienen lo que deben tener.

martes, 15 de abril de 2008

Cruyff menosprecia el catalán.

Johan Cruyff, el amigo de JL, ha estado esta mañana en El Matí de Catalunya Rádio para ser entrevistado por Antoni Bassas. El motivo, el argumento, era hablar de la Fundación de Cruyff, algo que, tomado en serio, siempre nos ha parecido elogiable. Separo los cruyffes. Hay varios. Uno es el que se entrega a las causas de los niños discapacitados y, otro, es el que ya conocemos, el que vive eternamente del FC Barcelona. Antes con Montal, después con Núñez, y ahora con Laporta.

Este Cruyff sin incompatibilidades, que si el río suena, tanto le da el montalismo, el nuñismo y/o el laportismo, depende de quién esté en el poder, ha hablado un poco, sólo un poco de la actualidad. Ha criticado, como siempre a Ronaldinho, se ha apuntado ahora al carro de Bojan, no se ha mojado por Laudrup ni por Guardiola y ha dicho que ahora sólo interesa la eliminatoria con el Manchester United. El resto no existe. De la pésima temporada no hay que hablar.

Se ha defendido de los ataques que le ha dirigido Carles Rexach en su libro "Ara parlo jo", en el que dice que ha estado siempre muy influido por su familia. Por su esposa y por su suegro. Ha querido defender a su familia. Lógico.

Cruyff, como saben, nunca se ha expresado en catalán. Siempre lo ha hecho en castellano. Cosa que no me ha llamado la atención. Lo que más me ha extrañado de la entrevista ha sido su rechazo al catalán. Sin rodeos. Menospreciando totalmente la lengua. Antoni Bassas le ha invitado a ser tertuliano de su programa y Cruyff le ha contestado que "si es en alemán o en inglés sí", para añadir: "Fuera, con el catalán nadie te entiende" y ha manifestado que él habla para los que le entienden. Bassas se ha quedado un tanto parado/cortado...y ha defendido lógicamente el catalán. Lo que me ha extrañado es que Bassas no haya sido lo debidamente duro con el holandés, con un holandés que hace más de treinta años que vive de los catalanes, y no digo que hable el catalán, pero al menos construya una frase, sólo una frase en el idioma que le ha dado todo, a cambio de muy poco.

Cruyff ha estado despreciativo con el catalán y, por tanto, con los catalanes y los barcelonistas. Si en vez de ser el holandés es otro quien hace las afirmaciones que ha hecho él, el propio Bassas habría sido más duro, mucho más duro. Pero Cruyff tiene licencia para todo. Para eso y paramucho más. Por eso es dios.

viernes, 11 de abril de 2008

Brasileños en el Barça.

Parece que las horas de Ronaldinho con el Barça están contadas. Uno de los más grandes jugadores que ha pisado el Camp Nou, desgraciadamente también dirá adios por la puerta pequeña. En contra de su voluntad. El gaúcho quería ser jugador del Barça eternamente. No entraba en su cabeza/en sus cálculos, dejar el Barça y dejar Barcelona. Pero en un año todo ha cambiado. Es cierto que el brasileño ha llevado una vida desordenada. Pero ya en los tiempos felices trasnochaba al igual que otros compañeros de equipo y cuando entraba en la sala Bikini más de un directivo aplaudía cuando tocaba los bongos.

Ronnie, pues, ha caído en el pozo, pero no le han faltado colaboradores a la hora de caer.

Ronaldinho vino por Rosell, y fichó por la personalidad y cabezonería de Rosell. Cruyff no lo quería. Txiki, no se mojaba. Rijkaard no decía nada, porque aún no conocía el club por dentro. Y Laporta quería lo que quería Cruyff, pero tampoco se atrevía a enfrentarse a Rosell que era el vicepresidente deportivo. Nadie habría entendido un enfrentamiento entre el presi y el vice, ya antes de tomar posesión. Rosell quería alguien que ilusionara, que fuera capaz por sí sólo de dar la vuelta al calcetín y argumentaba que con la Triple A (Albelda, Ayala, Aimar) ni el equipo, ni el socio, iban a trempar. Y se cerró en banda: "O Ronaldinho....o que venga Cruyff aquí y se moje". Como Cruyff quería estar, sin estar, y JL no quería un escándalo tan pronto, Rosell acabó ganando la batalla y se fichó al brasileño. Y llegó Ronnie de la mano de Rosell y ante el cabreo poco disimulado de Cruyff y su séquito. Hay que acudir a la hemeroteca de los artículos escritos por Cruyff y buscar con lupa una línea/una sólo línea, en la que haya dicho algo elogioso del gaúcho. A más éxitos, a más genialidades, a más golazos, el silencio era cada vez mayor en Cruyff y todo su círculo. Ahí están las palabras de JL sólo ganada la primera Liga en que ignora al brasileño y felicita públicamente a Cruyff. ¿Por qué...?

Rosell tenía una baraja de ases para fichar en un plazo de dos años. En una primera tacada, quería a Ronaldinho (el primero), Deco (el segundo) y Kaká (el tercero). Después, al portugués Cristiano Ronaldo, hoy la gran estrella del Manchester United, y Luis Fabiano, el actual goleador del Sevilla. Incluso habló con todos ellos, pero en aquel momento no había liquidez en la tesorería del club para tanta promesa. Lo que no vinieron (Kaká, Cristiano Ronaldo, Luis Fabiano) también querían venir, pero por el Barça y por Rosell. Pero el Milán (Kaká) y el Manchester (Cristiano Ronaldo), eran demasiado club para decir no y esperar.

Ésto, ni JL, ni Cruyff, ni Soriano, ni Ingla, ni Echevarría, ni otros se lo perdonaron nunca a Rosell y, de rebote, al propio Ronaldinho. Los mandamases del club, con JL a la cabeza, abrazaban al delantero en la cara, pero lo apuñalaban por la espalda. Ésto siempre lo ha sabido el jugador desde el primer día. A pesar de que los "Judas", en una última cena, a espaldas de Rosell, le ofrecieron el oro y el moro al jugador, a su hermano Roberto, a su hermana Deisy, y hasta a doña Miguelina. Un contrato blindado hasta el año 2014. Todo para ganarse la voluntad del jugador. Naturalmente, no cumplieron. Fue una nueva mentira. Importante mentira.

Además de no cumplir lo prometido, poco a poco le han ido quitando de alrededor sus hombres de más confianza, incluso los futbolistas de mayor amistad, para dejarlo sólo, aislado. Con Deco no han podido del todo, porque Deco es mucho Deco, y es capaz de decir en la cara lo que otros dicen a lo bajini.

La historia es que el brasileño más deslumbrante, más mágico, más extraordinario, para no perder la tradición del club, también saldrá por la puerta pequeña, por grande que sea el club al que va destinado. Ronaldinho no quería salir ni por la puerta grande y menos aún por la pequeña. Ronaldinho quería, ha querido siempre, seguir aquí.

La historia del FC Barcelona y los brasileños es compleja. El Barça ha sido el primer club que ha fichado brasileños en la historia del fútbol español. Los primeros incorporados fueron tres, en el año treinta y uno: el guardameta Jaguaré Bezerra de Vasconvelles, el medio centro Fausto Dos Santos y el delantero Fernhando. Los dos primeros del Vasco da Gama, en la primera gira que un equipo brasileño realizó por España e Italia. Jaguaré y Dos Santos alucinaron a los aficionados. El meta, por su espectacularidad. El medio, Dos Santos, por su inteligencia. "Es imposible superar lo que hace este brasileño" comentó Samitier. Y es que este pequeño gran jugador, Fausto, era una maravilla. El Vasco era un club amateur y no los podía retener, Ficharon por mil pesetas al mes y las primas por victorias. Fernhando era más complicado. Pertenecía a Fluminense, entonces el club más rico de Brasil, y el Torino lo tenía medio fichado. Acabó jugando en Italia. Pero Jaguaré y Fausto Dos Santos se quedaron, a pesar de que no podían jugar por su condición de extranjeros. La directiva del Barça movilizó cielo y tierra para que la Federación autorizase la alineación de jugadores extranjeros. Pero no hubo manera. Incluso algunos dirigentes, con el presidente Gaspar Rosés al frente se reunieron con el político radical Alejandro Lerroux (entonces ministro de Estado del gobierno presidido por Aniceto Alcalá-Zamora) para que influyera en la apertura de fronteras. Pero nada.

Jaguaré y Dos Santos se dedicaron a jugar partidos amistosos. El portero (24 años) no se encontraba muy a gusto en su papel de jugar amistosos, además de que cada vez sentía más nostalgia de su tierra. Y se fue. Fausto Dos Santos aguantó más, y Las Corts se llenaba para ver los recitales que en los amistosos ofrecía el pequeño y grandioso jugador. Pero Dos Santos tenían demasiadas novias como para seguir aquí sin jugar encuentros oficiales. Se marchó. Fue un palo para la afición. Nunca había visto un jugador de tamaña calidad.

Tuvieron que transcurrir más de quince años para que el Barça, de nuevo, acogiera un brasileño en sus filas. Era el año cuarenta y ocho. Luicidio Da Silva Batista, un gran goleador del Palmeiras fichaba por el club azulgrana. Poseía un gran olfato de gol, pero había una gran competencia en el equipo: Escolá, Badenes y un César que venía empujando con muchísima fuerza. Luicidio no era titular (sólo jugó tres partidos oficiales) y disponía de muchas horas libres. Demasiadas. Y en aquellos finales años cuarenta, Barcelona era un Paris en pequeño. El Paralelo y las Ramblas eran un hervidero de felicidad. Las mejores cantantes, las mejores vedettes, las mejores bailarinas, las mejores revistas (con "Los Vieneses" de Kaps y Joham a la cabeza), los mejores cómicos (Alady, José Santpere)...y las artistas y cabareteras más picantes de todo el país. Todas las grandes figuras del cancionero español estaban en el Paralelo, y también los mejores mueblés.

Luicidio Da Silva no pudo resistir tanta tentación y su entrenador, el uruguayo Enrique Fernández, a los pocos meses decidió embarcarlo de nuevo rumbo a su país. El Barça se quedaba sin una figura. La luna pudo más que el sol.

Una década más tarde, en 1957, el Barcelona contrataba un nuevo brasileño. Blanco, universitario y a punto de finalizar la carrera de Derecho. Algo insólito. Su nombre: Evaristo de Macedo. Venía avalado por el gran fichador del club, Samitier, y las negociaciones las había llevado un empresario catalán, Ignasi Faus, cuñado de un directivo de la junta de Miró-Sans. (Ignasi Faus era abuelo de Xavier Faus, el directivo dimisionario de Laporta).

Evaristo, sólo llegar a Barcelona, acudió a Les Corts para ver a su nuevo club que se enfrentaba al Atlético de Madrid en partido de Copa. El Barça batió al Atlético por ocho a uno, en una tarde memorable del paraguayo Eulogio Martínez, autor de siete de los ochos goles. "¿Y para qué me han fichado a mí?", preguntó el brasileño. Evaristo dió un extraordinario rendimiento al club. Jugó 228 partidos y marcó 178 goles. Marcó un gol que todavía hoy recuerdan los más viejos barcelonistas: el que le marcó al guardameta madridista (que era catalán) Vicente y que significó la eliminación por vez primera del Real Madrid de la Copa de Europa. La fotografía de aquel cabezazo en plancha dió la vuelta al mundo. Evaristo fue un héroe.En su etapa blaugrana logró catorce hat-triks. Su ilusión era finalizar su carrera deportiva en el Barça, pero no fue posible. Llaudet se empeñó en que se nacionalizara español para dejar libre una plaza de extranjero. El jugador se negó....y como el Madrid no le puso esa condición, acabó fichando por el equipo blanco. Pero las lesiones le impidieron repetir sus grandes éxitos del Barça.

Hoy, medio siglo después, Evaristo es todavía recordado como uno de los más grandes profesionales que ha tenido el Barça, y uno de los mejores brasileños que han venido.

Durante un tiempo, el Barça estuvo empeñado en fichar al delantero Pepe, un formidable extremo izquierdo, hijo de padres gallegos, pero que el Santos se negó a traspasar hasta en tres ocasiones. Formaba ala con el más grande jugador de todos los tiempos, Pelé, y se entendían a las mil maravillas. A Pepe le llegó a ilusionar venir al Barça pero el Santos nunca accedió a su traspaso.

En 1966, el presidente Enrique Llaudet quiso dar un golpe de efecto y fichó a Walter Machado Da Silva. Había sido el máximo goleador de su país y estaba considerado el delfin de Pelé. Su fichaje extrañó porque el fútbol español tenía las fronteras cerradas para nuevos futbolistas extranjeros. A Llaudet, le dijeron, extraoficialmente, que la Federación Española iba a autorizar la adquisición de jugadores foráneos. Pero no fue así. Fue cuando Llaudet hizo unas famosas declaraciones en las que decía: "Si no puede jugar, Silva será mi chófer". No fue su chófer, pero se tuvo que limitar a jugar amistosos. En su debú, marcó dos preciosos goles al Botafogo. Al cabo de medio año, fue cedido al Santos. Silva ya se quedó en su país donde siguió goleando. Al Barcelona le costó varios años, cobrar parte de su traspaso. Tuvo que intervenir Havelange en persona para que el Barcelona finalmente cobrara.

Con las fronteras ya abiertas en los años setenta (el año del fichaje de Cruyff), un año más tarde, el Barcelona incorporaba un magnífico defensa, el central Mario Peres Ulibarri, conocido por Marinho. Un zaguero de gran calidad, de corte elegante, que era temible con el balón en los pies. Marinho era pura esencia, pero no se sintió a gusto con el alemán Weisweiler y decidió regresar a su país y fichar por el Internacional de Porto Alegre. Una pena porque se trataba de un central formidable.

Seis años más tarde, en 1980, una fuerte crisis ocasionada por un enfrentamiento entre el entrenador Rifé y el ariete Krankl, provocó el apartamiento del equipo del austriaco y la contratación de un gran goleador: Carlos Roberto de Oliveira, Roberto "Dinamita". Procedía del Vasco da Gama y su debut no pudo ser más esperanzador: marcó los dos goles que sirvieron para derrotar al Almería en la Liga. Pero Roberto Dinamita duró poco. Cesó Rifé y su sustituto, Helenio Herrera, no tuvo paciencia con él. Y después de jugar once partidos pidió regresar al Vasco donde en su reaparición marcó cinco goles.

Roberto Dinamita, varias veces pichichi en Brasil, es uno de los cuatro jugadores brasileños que tienen un mural personalizado en el estadio de Maracaná. Los otros tres son Garrincha, Pelé y Zico.

Desde hace quince años, es diputado por el partido de Lula en el estado de Río de Janeiro.

Dos años después de la experiencia fallida de Dinamita, el Barça intentó de nuevo el asalto a un futbolista brasileño, al lesionarse gravemente Schuster en una entrada del bilbaíno Goicoechea. El Barça trajo a un centrocampista del Internacional de Porto Alegre llamado Cleo Ignacio Hickman que apuntaba buenas maneras. A los pocos días de estar en el club, se filtró desde Brasil que era homosexual. Se armó un gran revuelo en la directiva barcelonista. El jugador lo desmintió y antes de fichar le invitaron a casarse para acallar todos los rumores. Gaspart actuó de padrino...pero Cleo no vistió la camisola blaugrana más que en un solo amistoso, en L´Hospitalet. Aunque tuvo una gran actuación, se dijo que no era el perfil del jugador que buscaba el entrenador alemán para suplir a Schuster y Cleo regresó a su país. Un año después vino a jugar el Gamper en la presentación de Maradona, trofeo que ganó su equipo y él dejó constancia de su calidad.

La historia del resto de brasileños que han venido al Barcelona por ser más cercana la conocen perfectamente. Desde Romario a Rivaldo, pasando por Ronaldo, por citar las tres erres más famosas que ha tenido el club, Ronaldinho aparte. Los tres, pese al rendimiento espectacular de sus actuaciones, no tuvieron una buena salida de la entidad. Romario duró año y medio. Se fue cansado de Cruyff. El holandés pretendía controlar su vida nocturna y diurna y el delantero nunca quiso ser rehén del técnico y acabó marchándose después de que Cruyff le utilizara como cabeza de turco de una derrota por cinco a cero en Madrid.

Los goles/golazos de Romário todavía están en la retina de los aficionados. Dificilmente nacerá otro delantero tan intuitivo en el área y con su instinto criminal. Después de Pelé, el máximo goleador de la historia del fútbol brasileño, con mil goles marcados.

Romário pudo llegar al Barcelona tres años antes, tras la Olimpiada de Seúl, pero Cruyff prefirió un defensa, el también brasileño Aloisio, a Romário, entonces jugador del PSV de Holanda. El entonces director de fútbol del Barça, Ramón Martínez, lo había recomendado. Pero Cruyff no lo quiso. Después cedió a su contratación.

Bobby Robson, el gran entrenador británico, cuando fichó por el Barça, entre sus fichajes, se trajó al jóven Ronaldo, también en el PSV holandés. Fue un hallazgo. Ronaldo explotó en el club azulgrana y realizó una campaña portentosa, con unos goles estratoféricos, basados en su endiablada potencia y velocidad. Ronaldo se convirtió en un sólo año en el mejor jugador del mundo pero las pretensiones económicas de sus representantes acabaron con la paciencia de Núñez que se negó a sus contínuas exigencias. Cuando el presidente lo quiso arreglar, ya era tarde. El Inter ofrecía un contrato millonario al jugador y había llenado de dinero los bolsillos de sus agentes. Ronaldo fue el sueño de un año.

Laporta, entonces oposicionista, criticó duramente a Núñez por dejar escapar a Ronaldo y manifestó que si él un día llegaba a ser directivo jamás un gran jugador saldría por la puerta pequeña. El tiempo le ha hecho olvidadizo.

Para tapar, en parte, la salida de Ronaldo, el Barcelona fichó el último día de plazo a Rivaldo, pagando su cláusula de rescinsión. Rivaldo le dió un magnífico rendimiento al club, pero mantuvo fuertes enfrentamientos con Van Gaal ya que no estaba conforme con su ubicación en el terreno de juego, Sin embargo, ha sido uno de los delanteros más rentables del club. Rivaldo ha sido un extraordinario jugador y algunos de sus goles están entre los mejores de los últimos años, como los que marcó en el Bernabéu en una de sus más afortunadas noches, o ante el Valencia con un hat trick en la última jornada de Liga, un gol de ellos, el tercero, de una chilena imposible de olvidar.

A Rivaldo le faltó carisma para conectar con los medios de comunicación pero en su honor hay que decir que ha sido uno de los delanteros más importantes del último medio siglo del club.

Junto a éstos brasileños han llegado otros más en los últimos años, desde Giovanni Silva (el mejor) hasta Edmilson al que las lesiones han machacado, pasando por jugadores como Sony Anderson, Geovani (que provocó una fuerte polémica entre Pereda y Parera que acabó en los tribunales), Rochemback, Sylvinho, Belletti hasta Deco y Motta, los dos mejores amigos de Ronaldinho. A Deco, se le identifica más como portugués dado que fue fichado del Oporto que está nacionalizado portugués y defiende los colores de Portugal.

De Deco, poco hay que decir. Pocos centrocampistas de su calidad, de su visión de juego, de su coraje y de su temperamento con madera de líder han llegado al Barcelona y junto a Ronnie uno de los grandes artífices del mejor Barcelona que hemos visto y disfrutado en muchos años. Muy por encima del dream team.

En cuanto a Thiago Motta fue fichado siendo muy joven, por decisión de Serra Ferrar cuando era director de fichajes del Barça. Pese a su mala salida del club, ha sido uno de los futbolistas más rentables y de mejor rendimiento en el club en estos felices años. Motta no ha sido tratado con la justicia que su trabajo en el equipo ha merecido. Probablemente el tiempo, juez inexorable, será mucho más justo.

De no haberse producido la "caza de brujas" que ha existido en los últimos tiempos por parte de la directiva de JL sobre todo aquello con olor a Ronaldinho, muy probablemente Motta seguiría siendo jugador del FC Barcelona. No hay que tener mucha memoria para recordar que, en un momento determinado, ha sido uno de los futbolistas del plantel con más novias a la hora de ser traspasado, y Motta siempre antepuso el Barça a todas las ofertas que le llegaron. Ni quería irse del Barça, ni de Catalunya, pero la negligencia y despotismo de Txiki, pudo más, y su marcha fue orientada y forzada desde la presidencia como principio del fin de....Ronaldinho.

Un triste final para una gran película protagonizada por todos estos brasileños que han hecho vivir al Barcelona buena parte de los mejores años de su vida.

Pero a veces los celos, las envidias, las torpezas de una presidencia pueden más, mucho más, que la felicidad y los sentimientos de los asociados. La historia dirá como un presidente (JL) y un teórico asesor (Cruyff) han acabado con una de las mejores páginas de la vida del club.


jueves, 10 de abril de 2008

"El chaquetas",

No les voy a hablar del partido ante el Schalke O4. Lo saben todo. La mejor síntesis, es el título que ilustra la crónica de Ramón Besa en El Pais": "Un gol cómico acaba con un drama". Y es que el partido de ayer, ante unos inútiles delanteros teutones, fue un auténtico drama, resuelto con esa jugada esperpéntica de Touré Yaya. El Barça padeció e hizo, de nuevo, padecer. Como dijo Joaquím María Puyal en su retransmisión de Catalunya Rádio; "Hemos visto todas las miserias del equipo". Y en pleno cabreo añadió: "Es indignante ver jugar a Thierry Henry".

Yo creo que estas dos autorizadas opiniones son suficientes para resumir el estado actual de este Barça que ya no llena el estadio. El cemento vacío ha regresado al Camp Nou. Y lo ha hecho por la incompetencia y el abandonismo de quienes rigen la entidad.

Decía JL a los maltratados peñistas de L´Hospitalet que el Barça no ficharía un entrenador cómo Mourinho. Que el Barça tiene su estilo, su forma de jugar. ¿A qué estilo se refiere?. Porque desde que Ronaldinho y Deco no son los amos del equipo, éste equipo no juega a nada. Es igual, o peor, que el de Van Gaal, aquel tan criticado y pañueleado por JL y sus palmeros de siempre. E infinitamente inferior al de Bobby Robson. En los dos últimos partidos en el estadio (Getafe, Schalke), bostezos, ronquidos, pitos y pañuelos. Un gol en ciento ochenta minutos. Para ésto, hasta Capello sirve.

¿Es éste el estilo que entusiasma/enriquece/enloquece a JL?. Que se lo haga mirar.

No quiero ser cruel. Pero desde que Ronnie y Deco no están juntos dirigiendo al equipo en el césped, haciendo lo que saben hacer, pasándose por el forro lo que les pueda decir Rijkaard y Begiristain, éste Barça no vale la pena verlo. Es un Madrid-más. O un Valencia-más. Es decir, nada.

Tan chulo y prepotente que es JL, ¿sería capaz de programar un encuentro de este equipo a las 00,00 de la madrugada.....?. No, rotundamente no. Sólo acudirían los okupas del palco, amigas incluídas.

Pero no era hoy mi propósito hablar del partido. Lo único que nos queda, después de ocho meses patéticos, es la posibilidad de jugar ante el Manchester United, y espero que no jueguen ni Abidal, ni Thuram, ni Touré Yayá, ni Thierry Henry el gran líder que venía a sustituir a Ronaldinho y abanderar el nuevo proyecto deportivo en palabras de JL y Soriano. Cada vez que han querido hacer de Rosell, peor de peor. Si Rijkaard alinea a esta banda de fantásticos y además putea a Bojan, puede acabar como el rosario de la aurora. Porque Puyol, ya está mosca con Abidal que por culpa suya sale a tarjeta por partido. De momento, Puyol, ya no podrá jugar en Manchester.

Pero vamos a lo que íbamos. Al asunto del "chaquetas", que no confundir con el "chaquetero". El chaquetas (de colores) es Xavier Sala i Martin, socio desde que JL le dijo que iba a ser presidente de la Comisión Económica del FC Barcelona. Sino seguiría sin ser socio. Al palco, por la cara. Eso sí, siempre con colores distintos.

El chaquetero es Evarist Murtra, el ideólogo siniestro, éste sí socio desde la cuna, pero que desde que tiene uso de razón, a compadreado con todos los presidente y con todos los opositores, así siempre ha tenido garantizado el acceso al palco.

Ya saben la que ha líado el vendedor de humo, el de colores, el amigo del presi. Dice que algunos jugadores de la plantilla están "apartados" y "aislados" del resto del equipo, aunque "se disfrace la situación diciendo que están lesionados".

Lo dice el presidente de la Comisión Económica del FC Barcelona, lo dice Xavier Sala Martin, lo dice un amigo del presi. No lo dice un periodista, ni un enemigo del club, ni un oposicionista. Y encima, desde Catalunya Rádio, la radio amiga, la radio controlada, según el departamento de prensa del club. Hablando de seudoperiodistas, de juntaletras, de palanganeros. Dice Jordi Badía, ese que pagan los socios y sirve exclusivamente a JL. "Sala Martin es una autoridad respetable para las cuestiones económicas, pero no tiene información sobre el día a día del club ni sobre su marcha deportiva". Primero, si no tiene información, es porque tú, Badía, no se la suministras. Como a nadie. Tú sólo estas, día y noche, para JL. Los demás, no existen. En cuanto a que Sala Martin "es una autoridad respetable para las cuestiones económicas", eso lo dices tu, el presi, y cuatro analfabetos más. Como Sala Martin, en el Mundo, en España, en Catalunya, hay uno en cada esquina. Lo que sucede es que se promociona. Le va el protagonismo tanto o más que a JL, que ya es decir. Los dos se pegarían ante un espejo por saber quien es el más guapo. Son salidos del cuento de Blancanieves.

A mí, cuando me hablen de economistas-respetable en el Barça, que no me hablen de este tipo, por favor. Es un cuentista con plaza de profesor en una universidad extranjera. Como él, sin decirlo, sin premuir, ochocientos. Cuando me hablen de economistas-barcelonistas citenme personas válidas/serias/respetables. Háblenme de ese sabio nacido en Reus (1936), Jaume Gil Alujas que durante catorce años fue presidente de la Comisión Económica-Estatutaria del club, y cuya notoriedad ha brillado por su ausencia, pese a que ha sido el catalán y español que más cerca ha estado del Nobel de economía.. O háblenme, si quieren, de Fabiá Estapè, padre de toda una generación de economistas, que con sus consejos y asesoramientos como directivo del club a finales de los cincuenta impidió que el agujero de la contrucción del Camp Nou no fuera a mayores y que los empleados, jugadores y técnicos cobraran sus mensualidades, gracias a sus mediaciones bancarias porque el de Port-Bou era el único que tenía credibilidad personal en aquella junta. O háblenme de otros, hasta del figuerense Joan Trayter que de economía sabe tanto como el chaquetas, y de matemáticas más, mucho más. Pero uno se ha dedicado a dar clases en las Escolas Pias y en el Abat Oliba (Trayter) y el otro (Sala Martin) se ha dedicado a hacer demagogia y a publicitarse, Y los citados, Gil Alujas, Estapé, Trayter, además saben de fútbol, porque lo han mamado de chiquillos, mientras usted, querido "chaquetas", sólo va al fútbol desde que su amigo JL está en el palco. Pero el balón más redondo que ha visto, es cuadrado.

Eso sí, tiene tiempo para estar en todos los guisos. Ser tertuliano, dedicarse a entrevistar, machacar sin ética a los políticos que no le caen bien en vísperas de las elecciones (Montilla) y a viajar -¿con cargo a quién?- con su inseparable JL por todo el mundo, mientras va dando lecciones de su economía favorita, la que le gustaría aplicar, la más salvaje de todas: que los pobres sean más pobres y los ricos más ricos.

Este arrogante Sala i Martin es el que ha enseñado el culo de los que mandan y el que ha venido a certificar que todo lo que dicen los médicos/los técnicos/los directivos/ y JL, es mentira. Pura mentira. Claro, que tampoco hay que hacer mucho caso de sus palabras, como decía anoche Samuel Eto'o al ser preguntado por lo que había dicho de los lesionados no-lesionados: "¿Quién lo ha dicho...?", preguntó el africano: "!Va!. Aquí el que manda es Laporta y el resto que se vaya a la mierda....."

Más claro, el agua.

lunes, 7 de abril de 2008

Yo, Laporta.

Joan Laporta dice que la pañolada del domingo iba dirigida a los jugadores. Miente. Vuelve a mentir. Es evidente que algunos de los pañuelos podían ir dirigidos a jugadores como Thierry Henry, su bandera, el gran fiasco de su política deportiva. Pero la mayor parte de los silbidos y la casi totalidad de los pañuelos tenían un destinatorio: JL, el mayor embaucador, el mayor embustero, el mayor dictador que ha dado la historia del FC Barcelona.

Decía un día Carlos Barnils, inventor de la oposición barcelonista muchos años antes que JL, con mejor estilo, y dando siempre la cara desde su desaparecida revista opositora R.B. (Revista Barcelonista), que esta junta directiva que hoy gobierna el club "entró como las fuerzas de liberación". "Laporta no ganó por Beckham que se sabía había fichado por el R.Madrid, las elecciones las perdió el grupo Bassat quien, además, llegó tarde al mundo del fútbol. La gente le veía como un presidente para cortar cintas y poner escudos".

Laporta se benefició de la debilidad del grupo Bassat y de la herencia de Gaspart. El Barça quería y necesitaba un cambio. Y el cambio era la candidatura en la que JL ponía la cara, pero la listeza, la sapiencia, la inteligencia estaba dentro del equipo, no en su persona. JL era el pico de oro, el trilero, el experto en dinamitar el nuñismo junto a sus inseparables Perrín/Godall y el eterno Cruyff que lleva más de treinta años viviendo del Barcelona y paralelamente arruinando al Barcelona. Pero ese grupo tenía otros valores, los más sobresalientes: Rosell, Moix, Bartomeu, Faus...justo todos los que, a la vuelta de la esquina, abandonaron la nave y dejaron sólo a JL junto a sus palmeros, a los que les teóricamente les íba a ir mejor con los cesantes: los Soriano, los Ingla, los Echevarría, los Sala Martin....hasta que se sumaron otros arribistas históricos, Perrín y Borrás, y el gran líder del chaqueterismo azulgrana, Evarist Murtra, el siniestro personaje que ha estado en todas las salsas, incluída la del nuñismo.

Todo este grupo, sin los dimitidos (y aquí no incluyo al farsante Echevarría, pagador de estómagos agradecidos), son los que han destruído al equipo y al club en estos dos últimos años. Son los que se han dedicado a vivir, a viajar, a trasnochar....Es decir, a elegir y marcar el camino por el que debían ir las estrellas más débiles de espíritu. En una ciudad tan pequeña como Barcelona en un suspiro se sabe dónde se baila, con quién se baila, y quienes son los bailarines. Y no han sido exclusivamente Ronaldinho y cía, por toda la mierda que se les haya querido echar encima. Y se les sigue echando. Basta con ojear algunos diarios del pasado fin de semana para ver cómo se ensañan con el jugador y cómo pretenden desviar todos los males hacia su persona, como si él fuera el entrenador, el médico, el secretario técnico, el inexistente vice deportivo y el presidente.

Todos los males, todo lo malo del Barça, lleva un nombre: Ronaldinho. Todos los éxitos, todo lo bueno, tiene como apellido Laporta. Justo todo lo contrario a la realidad.

Vale la pena leer (siempre vale la pena, sean sus columnas, sean sus libros) a un articulista y escritor como Enrique Vila Matas, un barcelonista de toda la vida, ya su padre celebró hace unos años sus bodas de oro como socio de la entidad. Es decir, un barcelonista de los de verdad, de los que siempre han cumplido a cambio de nada, de la satisfacción de ser del Barça. Dice Vila Matas en el artículo publicado ayer en El País ("La bronca de Laporta"): "Oyendo a Laporta en el encuentro de peñas de L´Hospitalet no se sabía si se preparaba para futuros mitines políticos o imitaba a Núñez cuando defendía a Cruyff. Creía haberlo visto ya todo en el Barça hasta encontrarme con la secuencia impagable de Laporta dirigiéndose autoritariamente a nosotros, pobres aficionados, para decirnos que no viene Mourinho y recriminarnos a voz en cuello que nos dejemos guiar por "hipócritas y embaucadores que se hacen pasar por barcelonistas".

"Espero no estar bajo sospecha de embaucar a nadie, porque hace 50 años que soy socio y tengo un respetable número muy bajo de carnet, el 3.998. Creía haberlo visto todo hasta que oí al engreído Laporta decir que no había que dar la temporada por perdida".

Y Enrique Vila Matas finaliza así su artículo: "Aún podemos ganar la Liga", dijo Laporta al terminar un nuevo horrendo partido del Barça. El palco era acosado en aquel momento por una multitud ciega, agresiva. Ya no hay vuelta atrás. Los errores desde hace dos años han ido demasiado lejos. Las palabras del presidente en L´Hospitalet y su desagradable tono dictatorial ya no se van a olvidar. Nos confundió con su chófer. Y lo que más asombra es que eligiera ayer para desenmascararse. Laporta puede salir peor que Gaspart del circunstancial palco".

Mejor dicho, imposible. Mejor escrito, imposible.

Yo creo que todo lo que JL tenía que hacer en el Barça, tanto desde todo tipo de oposiciones hasta la presidencia, ya lo ha hecho: destruir/destruir/destruir y desunir/desunir/desunir. JL ha sido un mal, una enfermedad para el barcelonismo desde hace veinte años. Y hay que acabar y exterminar este mal y quien únicamente lo pueden hacer son los socios del club, apoyándose, si es preciso, en los poderes legítimos del pueblo. Si para que renunciara a la presidencia Joan Gaspart fue necesaria la participación de la Generalitat porque se había convertido en un peligro social, hoy, el peligro social es JL, gane o no gane la Liga, gane o no gane la Champions. No es ya una cuestión de marcadores. Es una cuestión de principios. Una entidad centenaria como el FC Barcelona, símbolo de toda una nación, no puede estar ni un segundo más en manos de quien no sabe representarlo.

JL ha sido un profesional del engaño, de la mentira constante, y no se puede estar eternamente mintiendo y engañando a todos. Bueno, a todos no. Porque ya los maristas de Sant Joan lo expulsaron en su juventud, por mentir, por engañar, por manipular. Es decir, la vocación no es nueva, le viene de por vida. El problema es que ahora, además, su "única virtud" exhibida hasta ahora, viene acompañada de unos unos gestos y unos tics dictatoriales , propios de los peores países bananeros, pero impropios de un presidente del Fútbol Club Barcelona.

El "Yo, Laporta" ha finalizado, y de su permanencia en la presidencia serán responsables, a partir de hoy, todos sus cómplices, los que siguen sentándose junto a él en el consejo directivo y todos aquellos juntaletras o juntapalabras que con su aliento siguen haciendo grande el monstruo. El círculo virtuoso ha muerto, con títulos o sin ellos. Ya es lo de menos.


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domingo, 6 de abril de 2008

Ronaldinho y los médicos

La medicina siempre me ha merecido un gran respeto. Y me lo seguirá mereciendo por vida. Tengo argumentos sobrados para ello. La medicina (doctores, cirujanos...) hace milagros con el paciente, aunque no creamos en los milagros. Pero como en todo, hay de todo. No van a ser una excepción. Hay quien vive por la vocación y hay quien vive de la profesión. Pasa con los periodistas, los curas, los abogados, los ingenieros y los políticos. Hay de todo en la viña del señor, aunque lo que abunde sea lo bueno, no lo malo.

Decía ayer, en mi anterior crónica, que me parece un escándalo el caso Ronaldinho, con la versión médica contradictoria que se ha dado en los últimos días y con sus consiguientes manipulaciones como han denunciado muchos comunicadores. No todos, claro.

Los médicos del FC Barcelona saben la verdad del caso Ronaldinho, y el jugador sabe la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Los médicos pueden diagnosticar misa, pero los pacientes son los que saben si pueden ir a misa o no.

Yo, por ahora, sé lo qué se ha contado, lo que se ha dicho, e incluso intuyo lo que no se ha dicho. Me voy a olvidar por un momento de esas contradicciones, pero voy a juzgar ya, las últimas declaraciones efectuadas por los médicos del Barça que hablan de "casualidad" en la lesión experimentada por el jugador. No conformes con ello, el doctor Ricard Pruna ha ido más lejos: "Que piense (Ronaldinho) por qué se ha lesionado". Me parecen lamentables éstas palabras, impropias de cualquier dirigente y mucho más de un médico, de tu propio médico. Decir y airear públicamente estas palabras son descalificables y condenatorias, inmerecedoras de alguien que viste bata blanca y es responsable directo del paciente.

Con el sólo pronunciamiento de esa frase -"Que piense por qué se ha lesionado"- ya se descalifica como galeno y como persona.

He dicho, y repito, que sólo puedo hablar bien de la medicina y de los médicos. Que, afortunadamente, hay más sabios que tontos, más humanos que inhumanos, y evidentemente más salvavidas que matasanos. No hay punto de comparación. Pero hay también excepciones. No sólo en la propia vida, sino en la propia historia del FC Barcelona.

Miren: ayer, tanto "La Vanguardia" como "El Mundo Deportivo" ofrecían dos magníficos reportajes sobre el cuarenta aniversario de la muerte de uno de los grandes ídolos que ha tenido el barcelonismo, Julio César Benítez, y del que les he hablado en más de una ocasión, porque fue un caso (el de su muerte) que viví muy directa e intensamente. Fíjensen sí lo viví que ese desgraciado acontecimiento cambió en parte el rumbo de mi joven vida profesional. Mientras algunos periodistas eran cesados o apartados de sus cometidos profesionales por lo publicado respecto al estado de Benítez, a mí, aunque no esté bien decirlo, se me abrían diversas puertas para incorporarme a colaborar. Mientras parte de esa prensa afectada, el día antes de morir el jugador, y en la misma fecha de su muerte, escribían que era duda en la alineación para el partido contra el Real Madrid, a mí, cuarenta y ocho horas antes, se me "levantaba" (censuraba) un original por escribir que "Benítez ni jugará contra el Real Madrid, ni volverá a jugar". Yo no sabía que iba a morir, pero sí sabía que su estado era grave, gravísimo.

Ayer, en "La Vanguardia", Enric Bañeres (para mí, un magnífico periodista) entrevistaba a la viuda del futbolista, Pilar Ruiz Peces y decía: "Julio murió de un envenenamiento". Y explicaba que se le había hecho una biopsia "pero a mí no me quiso entregar (el doctor) los resultados. Esa biopsia guarda el secreto de la muerte de Julio.". Bañeres le pregunta "¿Y la autopsia?". Respuesta: "No se le hizo. Años después pensé en la posibilidad de hacerla, pero me dijeron que me iba a costar muchos trámites y un dinero que no tenía".

-La de Benítez -dice Enric Bañeres- fue una muerte rodeada de mucho morbo...
-Sí, hasta se dijo que yo le habia envenenado, dándole cianuro poco a poco.


Un día conté, en una de estas crónicas, cómo un directivo me dijo horas antes del suceso "no es nada". Y cómo las versiones que filtraba el club no tenían nada que ver con la realidad. Se hablaba de una intoxicación en Andorra por digerir unos mejillones en mal estado. El propio médico de entonces del club, hoy fallecido, me habló de esa versión, al día siguiente de una urticaria....

Nada de lo que decían desde el club coincidía remotamente con lo que a mí me estaban contando el ex jugador y ex entrenador del club, César Rodríguez, muy amigo del matrimonio, y Salvador Dinarés, el entonces propietario de la Gran Bodega y uno de los amigos más íntimos del futbolista. No hace mucho escribí que Dinarés era el más facultado para explicar la vida y la muerte de Julio César Benítez. Él fue, además, al que le tocó estar en medio de la viuda y la familia del jugador ya que en aquellos días de dolor no había relación entre ambas partes. Y recuerdo, también, como en un salón del Hotel Condado, en la calle Aribau, la madre de Benítez lloraba su desconsuelo preguntándose una y mil veces: "¿Qué ha pasado con mi hijo...?. Ni los médicos, ni los directivos, me saben dar una explicación...Cada uno me da una versión diferente".

Ésto, no me lo han contado. Ésto lo he vivido yo en primera persona.

De historias médicas, hay mucho que contar. He tenido la suerte y el privilegio de contar con la amistad de muchos grandes médicos del FC Barcelona, desde Joaquím Cabot, el gran precursor de sistemas operatorios seguidos por los mejores cirujanos de todo el mundo, a Carles Bestit, pasando por Eduardo Alcántara, el hijo del mítico delantero y también médico del club Paulino Alcántara, a otros muchos doctores que ha tenido el club, como González Adrio, Borrell....Y he vivido partes equivocados, partes intencionadamente equivocados, porque el entrenador o un directivo de peso les había pedido que prolongara la lesión (la baja) de un jugador o que la acortara, o que no facilitara la realidad. Me lo han contado, con nombres y apellidos, médicos, masajistas, y enfermeras importantes.

Sin ir más lejos, en la época de Johan Cruyff entrenador, el club vivió uno de sus momentos más lamentables como, con el futbolista en la camilla camino del quirófano, se discutía quién lo iba a operar y en qué clínica se iba a llevar a cabo la operación. Lo que casi menos importaba era la grave lesión del jugador (hoy entrenador). Lo que preocupaba era quién operaba, por intereseses en este caso de clínicas, de aseguradoras.

Un día relataré cómo siendo joven, y trasnochando más de la cuenta, al llegar a un entrenamiento para cubrir la información, el jefe de los servicios médicos de un club, me dijo a mi y a un compañero: "Tenéis cara de cansados..." "Pues sí, le dijimos". El doctor, que nos apreciaba mucho, nos dijo: "Pasar al despacho y os daré una inyección de "toro" y estareis como nuevos". Y así fue. Pocas horas después estábamos como nuevos. Nunca nos dijo en qué consistía aquella inyección de "toro". Tampoco insistimos...

De los médicos, pues, como de los periodistas, los curas, los abogados, de los dirigentes de club y no club, de los políticos, se puede hablar largo y tendido. Y no siempre el que más grita, el que más manda, el que más alto habla, el que más sospechas o pseudosospechas deja caer, es siempre el más justo, el más sincero y el más creíble.

Yo, en toda esta historia del caso Ronaldinho, y de su vida un día también claramente hablaré, lo único que sé es que hace unas semanas se quejaba de molestias, y los médicos, los técnicos, y los directivos, pusieron en duda la versión del jugador. Y hoy, días después, resulta que está lesionado. Es lo que sabemos. Y sabemos que hay futbolistas que mienten, pero también que eternamente no mienten en todo.

sábado, 5 de abril de 2008

Ronaldinho: el mayor escándalo del Barça.

Todo apunta a que Ronaldinho ya ha pasado a ser historia del FC Barcelona. Y lo hará, con toda seguridad, por la puerta de servicio, como le ha sucedido a la mayor parte de estrellas del club y, también, por unas u otras razones, a casi todos los brasileños que han vestido los colores azulgrana.

Joan Laporta, tras ser elegido presidente del club, dijo que con él, ningún gran jugador volvería a salir en falso del Barça. Una mentira más en su extenso y variado repertorio de engaños y falsedades que viene prodigando en sus cinco años de presidencia. Ahí está el caso Ronaldinho. La penúltima mentira con el parte médico del club en el que hace dos semanas se decía que no tenía ninguna lesión con lo cual se daba a entender que era una inventiva del delantero para borrarse de los partidos. Ahora, se ha demostrado que Ronaldinho no engañaba, que estaba lesionado. Los que mentían eran los médicos, el cuerpo técnico, el departamento de prensa, la directiva y el presidente. Todos mentían impunemente, menos el jugador.

La falsedad y manipulación de ese parte médico no tendría que caer en saco roto. Todo lo contrario. Deberían de intervenir, entre otros, el Colegio de Médicos por una parte, y en el Colegio de Periodistas por otro lado. En el primer caso, para pedir responsabilidades a los médicos del Barça por firmar un parte carente de veracidad conscientes de ello. De entrada, el colegio de médicos los tendría que apartar de sus funciones facultativas, abrir expediente y si es preciso suspenderles de su profesión durante un tiempo.

Que unos médicos se presten al engaño en perjuicio de la salud de una persona, en este caso Ronaldinho, no puede pasar sin castigo alguno.

Por otro lado, también el Colegio de Periodistas debería intervenir en contra del jefe del departamento de prensa de la entidad, Jordi Badía, como responsable y autor de un comunicado que ha dañado gravemente la imagen pública de Ronaldinho.

En ambos casos, además de los citados colegios, debería intervenir de inmediato la Junta Directiva y el presidente del FC Barcelona para apartar de la disciplina del club a los firmantes de este grave escándalo, y en el caso de que no lo hagan, todos los directivos y el presidente se convertiran en cómplices de uno de los mayores escándalos que ha vivido la entidad en muchos años. O mejor dicho: es un escándalo sin precedentes en la historia de la Entidad.

De este grave perjuicio ocasionado al delantero y al club, deben responder ya, sin más dilación, todos los causantes del daño, con el presidente JL a la cabeza quien, además, debe dar explicaciones públicas de cuanto ha sucedido.

Los socios, los aficionados, y hasta los ciudadanos, merecen una respuesta clara y contundente de cuanto ha sucedido para que unos médicos, unos periodistas, unos técnicos y unos directivos hayan falseado la realidad. En una palabra: hayan mentido a los socios y a la opinión pública.

El caso Ronaldinho no puede quedar así. Y si el club, y los colegios profesionales citados no lo aclaran, ahí están los estamentos deportivos y jurídicos, incluso la Generalitat de Catalunya para intervenir en un gran fraude con gravísimas consecuencias para la integridad física, moral y pública de un afectado al que se le ha querido gravemente perjudicar con el añadido impacto negativo que ello representa para la imagen universal del FCB.

miércoles, 2 de abril de 2008

El Barça de Laporta, no el de Ronaldinho.

Este Barça, el que perdió miserablemente ante el Betis, el que ganó tristemente al Schalke en Alemania, no tiene nada que ver con el Barça de Ronaldinho. Es otro. Es un equipo sin chispa/sin magia. Me recuerda al peor Barça de hace muchos años. Al que buscaba el resultado para cumplir o soñaba con ganar al Real Madrid para justificar la temporada. Es el Barça de ahora, el que nos han diseñado Rijkaard/Txiki/Soriano y Laporta.

Gracias a Bojan, el Barça ganó al Shalke. Gracias a Valdés, el Barça no empató en el último suspiro. Y gracias/gracias/gracias, al peor equipo alemán que he visto en muchos años, el Barça salió vencedor. Así y todo, en los diez últimos minutos, los alemanes, nos los pusieron por corbata.

Este Barça de los Henry, los Abidal, los Touré Yaya (digan lo que digan) es un conjunto más. Que puede ganar partidos. Incluso puede sumar títulos. Pero nada tiene que ver con el Barça que nos ha hecho deleitar/entusiasmar/trempar. El Barça de Ronaldinho, es otra historia. Ni Eto'o es Eto'o. Es otro delantero. Y sin el instintito criminal que tiene (tenía) con Ronaldinho al lado. Aquellos pases/aquellos desmarques/aquellos taconazos...

Este Barça que ha fabricado JL es tan triste, tan monótono, como lo era aquel de Van Gaal que ganaba títulos y al que JL sacaba pañuelos, movilizaba protestas, creaba "elefants blaus" y presentaba mociones porque era un equipo aburrido, sin hacer honor al juego que querían los barcelonistas.

Pues bien: sin Ronaldinho, y casi sin Deco ni Márquez, ver al Barça ahora, aburre tanto como ver a la selección de Luis Aragonés, incluso ganando. Mucho tuya-mía, mucho triki-trak, pero nada más. Sólo hay que ver las caras de los espectores. Incluso de los directivos. Si ya son tristes de por sí, ahora, en los palcos, lo son más. Tienen cara de entierro. Pero de entierro de tercera. Veía anoche las caras de JL y del "ausente" Ingla y era todo un panorama. Afortunadamente, el realizador alemán casi no sacó planos de ellos porque si las secuencias del encuentro ya invitaban a cambiar de cadena, si aparecían las caras de JL y MI, era ya para estampar el televisor contra la pared. Igual que hizo una vez el entrenador Michels con una bandeja de champán en la habitació de unos jugadores, según relata Rexach en su "Ara parlo jo".

Dicen que la directiva y el presidente del FCB ha pedido a la familia de Ronaldinho que vengan a Barcelona y saquen al jugador del pozo en que se encuentra metido. Al margen de que me parece una mentira más de la factoría JL, en el supuesto de que no lo fuera, habrá qué preguntarse en primer lugar quién ha metido al jugador en el pozo. Él sólo no se ha metido. Txiki, Soriano y JL, saben muy bien porque el brasileño no logra salir del agujero en que le han metido. Agujero/pozo que, dicho sea de paso, tendrían que estar ellos, no el jugador. Con Ronaldinho fuera, en el campo, medio dormido/medio bebido, disfrutaríamos más, mucho más, de lo que estamos disfrutando con este Barça. Aunque gane la Champions. También la ganó Lorenzo Sanz. Claro que dos meses después se acabó Sanz. No caerá aquí, esa breva.