miércoles, 27 de febrero de 2008

Quién fue Kubala (dedicado a JL y MI)

Hace unos días, el que dice ser vicepresidente deportivo del Barça, Marc Ingla, dijo que Ronaldinho era el mejor jugador de la historia del club. Siendo yo ronaldinhista puro, probablemente más que él, jamás se me ocurriría decir tal sandez. No me gustaría que me tacharan los más viejos socios barcelonistas de inculto/ analfabeto blaugrana.

Pero la historia no acaba aquí. Días después, en el espacio televisivo "59 segundos", le preguntaron a Laporta si estaba de acuerdo. El presidente dijo que para él, el mejor era Cruyff. Alguién le preguntó por Kubala. "Sé que fue el ídolo de mi padre, pero yo no puedo hablar de él (de Kubala) porque no le he visto jugar".

O sea, el presidente del Barça sólo habla de lo que ha vivido. Entonces, ¿por qué habla de Maciá, de Companys, de Gamper y otros muchos que ni ha visto, ni ha conocido, y casi me atrevo a decir que ni ha leído?.

Pues bien: a los señores JL y MI, les voy a decir que, mientras la historia no diga lo contrario, hasta hoy, ni Ronaldinho ni Cruyff son los mejores jugadores que ha dado la centenaria vida del club. El brasileño, no lo sé, porque no ha cerrado todavía su vida activa del club, y no soy profeta para vaticinar qué nos deparará el futuro. Pero Cruyff ya puedo decirle que no ha sido ni remotamente el mejor. No se puede tergiversar la historia. Cruyff ha sido uno de los más grandes del fútbol vistiendo la camiseta del Ajax. En ese club, sí entró en la leyenda. Pero en el Barça, como futbolista, no hizo otra cosa que jugar una temporada, ganar una Liga y al cabo de cinco años, ganar la Copa. En el interín (cuatro años), no hizo nada de nada. En aquellos años setenta, yo viajaba asiduamente con el Barça y lo veía jugar allí y aquí, y se paseaba allí y aquí. Vivió de las rentas del primer año. Y nada más. Hay que empezar a desmitificar la figura de Cruyff-jugador-del Barça para no engañar a las jóvenes generaciones. Cruyff, lo que hizo después de ganar esa Liga, fue cobrar más dinero que nadie, quitar y poner técnicos y jugadores, y dedicarse a realizar campañas publicitarias en su propio favor.

Muchos jugadores han sido más/mucho más que el holandés. Lo que no han tenido es el aparato propagandístico del que disfrutó él.

Señores JL y MI: mientras no se demuestre lo contrario, el mejor jugador que ha dado la historia del FC Barcelona se llama Ladislao Kubala. Hasta la llegada del astro húngaro, las grandes leyendas del club fueron Alcántara/Sagi Barba/Piera y, sobre todo, Josep Samitier. Aquellos barcelonistas que están cerca de los cien años de vida, se lo certificaran. Y probablemente se pronunciaran por Kubala porque fue el futbolista que lo revolucionó todo y el futbolista que hizo necesaria la creación de nuevo campo, el Camp Nou.

Samitier, siendo excepcional, no fue el causante de un cambio de campo. No jugó en el campo de la Industria. Se estrenó ya en Las Corts. Kubala, en cambio, comenzó en Las Corts y convirtió su aforo en insuficiente. Es cierto que el presidente Montal-padre ya se había planteado la posibilidad de un nuevo estadio, como fue la anticipada compra de parte de los terrenos en los que se levantó el Estadi. Pero es que Kubala, con su juego, obligó al cambio de escenario, porque eran casi tantos los aficionados que entraban al campo de Les Corts, como los que se quedaban fuera en las puertas de "la bombonera" sin poder entrar y originando un grave conflicto ciudadano.

Los que conocen bien el fútbol desde hace más de medio siglo, les hablaran siempre de tres jugadores, por encima del resto. De Pelé, como goleador. El más genial y letal dentro del área. De Di Stéfano, como el más completo, el más extraordinario y el más trabajador. Di Stéfano estaba en todos los sitios. Era el mejor organizador de su equipo, el mejor pasador, el mejor rematador y el mejor defensa. Lo tenía todo. Le faltó ganar un Mundial, que pudo ser el de Chile-62, pero una lesión probablemente impidió a España -y a él- conseguir el primer campeonato del Mundo. Y lo mismo le pasó a Kubala respecto a Pelé, la falta de al menos un mundial.

Pero Kubala fue el gran revolucionario del fútbol. Fue el jugador que aportó la mejor técnica. Lo que nadie nunca había hecho sobre un terreno de juego. Fue un maestro en el lanzamiento de faltas. Nunca antes nadie había aportado su técnica a la hora de ejecutar una falta por encima de la barrera de jugadores. Nunca antes nadie había lanzado los penalties como los lanzaba él. Hasta la aparición de Kubala, la pena máxima se ejecutaba como un fusilamiento: chutazo impresionante a puerta y a ver que pasaba. Kubala fue el primero en aplicar la técnica, en engañar al portero, en situar el balón junto al poste y por la escuadra. Sólo un guardameta le detuvo un penalty, Carmelo (el padre de Cedrún). En aquellos años era materialmente imposible detenerle un penalty.

Pero, además, Kubala era todo arte y todo potencia física. Verle conducir el balón era una maravilla. Nadie, antes que él, avanzaba con el cuero pegado a los pies y la cabeza alta observando la posición de sus compañeros y de los rivales. Y dominaba las dos piernas que eran una maravilla. Uno de los problemas que tuvo es que le gustaba insistir en el regate, sobre todo si un defensa contrario le había hecho una entrada fea/violenta. Entonces le provocaba con el balón en los pies y si podía le dejaba sentado en el suelo. Ésto le costó serios problemas y gravísimas lesiones. Pasó más de diez veces por el quirófano, y siempre superó las adversidades. Era un portento. Incluso superó una tuberculosis al creársele una caverna muscular. Le dieron por no apto para el fútbol, en lo mejor de su vida deportiva. Pero un médico, el doctor Requesens, lo recluyó tres meses y medio en Monistrol de Calders haciendo vida sana/sana/sana y se recuperó para la vida normal y para el fútbol. Y volvió a ser el que era.

"Ningú com en Kubala", dice Joan Manuel Serrat en una de sus famosas canciones y quien inmortalizó aquella célebre delantera de "Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón".

Si el presidente del Barça, o el vicepresidente deportivo, tienen duda de quién ha sido el mejor, ahí tienen un monton de socios que pueden hablar de lo que ha sido y ha representado Kubala en el Barça. Empezando por Serrat, pasando por Jordi Pujol o Pasqual Maragall que ya lo disfrutaron en Les Corts, o por una serie de célebres superviviente de jugadores del Barça que ya estaban en el Barcelona antes de la llegada de Kubala y que jugaron con él: Ramallets, Seguer, Biosca, Manchón, Basora, Segarra, Vergés, Olivella....

Pregunten a esos ilustres por Kubala, pregunten a esos ilustres por Cruyff u otros. O, si lo prefieren, pregunten al cronista de La Vanguardia (y de la ciudad), Lluis Permanyer, que además de conocer bien la historia del Barça, ha vivido parte de ella, entre ello, el fichaje de Kubala por el Barça cuando acompañó a su padre, entonces vicesecretario del club, a las oficinas del passatge de Méndez Vigo donde firmó el jugador en presencia de Agustí Montal, de Jaume Guardiola (directivo responsable deportivo del club), Rossend Calvet y el gran fichador que fue, Josep Samitier. Pregúntenle a él.

Kubala fue, además, todo corazón/todo generosidad. Parte de lo que él ganaba, iba a la gente más necesitada. Pero sin decirlo. Sin pregonarlo.

Lo que ha hecho Kubala como jugador del Barça no lo ha hecho ningún otro. Es el que más hat-triks ha marcado. Tiene todavía la hazaña de haber metido en un partido de Liga (Barcelona 9, Sporting de Gijón 0), siete goles. Sólo el bilbaino Bata ha logrado la misma cantidad en la historia de la Liga. Ha ofrecido los mayores recitales de futbol que se recuerdan en un campo de fútbol, como una tarde que le marcó cinco goles al Celta en partido también de Liga o cuatro a Osasuna en la misma competición.

Kubala ha sido, técnicamente, el más grande. Dicho por el propio Di Stéfano, dicho por el propio Pelé, dicho por el propio Puskas, dicho por todos los grandes monstruos del fútbol: "La técnica de Kubala no la ha tenido ningún otro futbolista", han coincidido todos.

Tuve la suerte de verle jugar en sus últimos años, y su imagen la tengo inmortalizada en mi memoria. Pero, sobre todo, he tenido el privilegio de conocerle personalmente. Durante el día, durante la tarde, durante la noche. En Barcelona, en Madrid, en Buenos Aires, en Atenas, en Zagreb...y sé de la humildad, del corazón, de su grandeza como persona. "Es demasiado bueno. Es casi tonto....", me decía una y otra vez una de las mujeres que más le ha querido, que más hizo por él (Lina, que seguro estás en el cielo con él).

Que todo un presidente del Barcelona como Joan Laporta, sea incapaz de hablar de él, porque no lo ha visto jugar, me parece realmente vergonzoso, indigno de un dirigente del Barça.

Mire Laporta, mira Ingla, no voy a ser yo quien siga hablando sobre Laszy. Voy a reproducir una carta, escrita con el corazón, por uno de los mejores amigos de Kubala, Gustavo Biosca, horas después de su muerte. Una carta sincera/auténtica/verdadera en la que no se esconde de nada, en honor de quién ha sido el mejor futbolista de la historia del club. La escribió en el diario El País

"Te has ido tú antes, Laszy".

Leí una vez una frase que decía: nadie muere mientras no se le olvida. Y eso me reconforta, porque sé que Kubala seguirá en mi pensamiento y en el de muchas personas a lo largo de los años. Sí, es cierto, se ha marchado. Pero morir no morirá nunca. Los recuerdos del pasado se hacen ahora más lúcidos que nunca. No olvidaré el día que le ví por primera vez en Sarrià, ni el momento en que llegó al Barcelona; sus primeros pasos en nuestro equipo, las veces que comió y durmió en mi casa y la sincera amistad que nació entre nosotros y que permaneció el resto de nuestras vidas.

Era un hombre fuerte, excesivo a veces y lleno de contradicciones. Fue un niño que se hizo mayor, que precisó de protección por su timidez, por su excesiva generosidad, por su brutalidad en ocasiones. Pero todo lo bueno de él surgía de pronto cuando alguien le ponía un balón en los pies. Entonces se le veía feliz. Parecía un niño al que le acababan de dar un caramelo. Y comenzaba a jugar, a hacer cosas que los demás no podíamos ni imaginar. A sus pies, el balón comenzaba a coger efectos especiales, pegaba por dentro y por fuera, sorprendía al portero cuando lanzaba las faltas con parábolas desconocidas hasta entonces.

Cuando estaba en el campo, a todos los jugadores nos daba la impresión de que no podíamos perder. Era un auténtico líder. Dominaba el juego y la técnica y eso le daba un ascendente sobre los demás. Creaba un ambiente de optimismo y ganador porque sabíamos que en cualquier momento podía plantarse ante el portero y marcar un gol. Era rapidísimo. Aunque pesaba 78 u 80 kilos, nadie en el club le superaba en velocidad. Sólo Manchón, pequeño y ágil, le vencía en los 25 metros. Pero a partir de ahí era intratable. Transformó e inventó el fútbol. Nos enseñó muchas cosas. Sólo con verle entrenarse y jugar ya aprendíamos.

A veces, al final del entrenamiento, me decía: "Gitano (así me llamaba), quédate un rato conmigo". Él seguía entrenándose, pero a mí eso no me gustaba. Y luego proseguía por las tardes en el césped de su casa, tocando el balón tres o cuatro horas más. No sabía hacer nada más. Era su vida. Salía siempre en defensa de sus compañeros. Si alguien abusaba de Moreno, un interior zurdo de poca estatuta que jugaba con nosotros, Kubala amenazaba al defensa. Pero, sin el balón de por medio, sólo una vez agredió a un rival.

Sin embargo, se convertía en una persona muy peligrosa cuando alguien le provocaba a él o a alguno de sus compañeros. Salíamos los dos muchas veces con César, un hermano para mí, y a los tres nos gustaba la vida nocturna. Éramos guerreros. Y Kubala resultaba duro y sangriento en las peleas. Había sido boxeador de pequeño, en Hungria, y lo dejó porque tenía los brazos demasiado cortos para su peso. Recuerdo que una noche estábamos con Paco Rabal (el actor de cine) y cuando él y yo nos levantamos Kubala ya había tumbado a tres personas. Daba miedo.

Se ha comentado muchas veces que bebía mucho y que jugó partidos sin haber dormido. Y es verdad, aunque lo hizo en contadas ocasiones. Bebía porque comía mucho. Pero lo quemaba todo en los entrenamientos. A veces, cuando no llegaba a una sesión, Samitier me decía: "¿Dónde está Olegario?". Iba a buscarle. Sabía dónde encontrarle. Y entonces era el más sacrificado. No se le notaba nada porque físicamente era un superdotado.

Su mayor contradicción era que, pese a su fortaleza física, se convertía en un ser muy vulnerable cuando topaba con personas necesitadas o con seres desgraciados. Tal vez porque él pasó una infancia muy dura y difícil, entonces lo daba todo. A veces tuvimos que ir tras él para recuperar objetos íntimos, como algún reloj y otras joyas. Una vez se encontró a una familia durmiendo en la calle. Les llevó a una pensión y les pagó tres días de estancia completa. Sabía lo que era la miseria.

En los últimos años ya no estaba muy fino. El Alzheimer se estaba apoderando de él y agudizó su carácter infantil. Pero entonces se mostraba mucho más inofensivo. Tenía miedo de todo. La última vez que le ví fue cuando estaba ingresado ya en el hospital. Gaspart vino a buscarme y me llevó, casi a hurtadillas, a su lado. Él ni siquiera me reconoció. Le di un beso y me despedí. Recordé que en nuestras salidas nocturnas frente a dos copas, solíamos apostar. "Tú te morirás primero, gitano", me decía, "porque yo estoy más fuerte".

Te has ido tú antes, Laszy. El whisky lo pago".

Querido JL: he escrito ésto para que, a partir de ahora, cuando te pregunten por Kubala puedas decir algo más que silenciar su historia y su vida argumentando que no le has visto jugar. En vez de llenarte tanto la boca de Cruyff, Kubala también ha existido, y como dice en esta carta el propio Biosca (supongo que sabes quién ha sido Biosca), "nadie muere mientras no se le olvida".

martes, 26 de febrero de 2008

Y del viaje de JL, ¿qué?

Ha pasado una semana y todavía no sabemos nada de la utilización por parte de Laporta de un avión privado para viajar (ida y vuelta) a Glasgow para asistir al encuentro entre el Celtic y el Barça. Se dijo que el alquiler del avión de seis plazas se debía a que JL tenía una importante reunión en su despacho particular al día siguiente.

Decíamos, hace unos, que si el viaje lo pagaba el presidente de su bolsillo, nada que objetar. Faltaba más. Pero si el transporte de superlujo lo abonaba el Barça, era otra cuestión y había que justificarlo. Pedíamos/pedimos que se aclarara el viaje, facturas en mano, para que los socios conozcan si los supuestos caprichos de JL van con cargo a las cuentas del club o no. Es decir, si los pagan de su bolsillo los socios o no.

No hay respuesta, por el momento. Ni el presidente, ni la directiva, ni el jefe de prensa del club (que ocupaba una de las seis plazas del avión privado) han dicho nada al respecto. Estamos pidiendo únicamente lo que tanto pidió JL en la oposición: transparencia.

Pues bien. Ayer hubo junta directiva del FC Barcelona y no se dijo nada. Ni el presidente, ni el portavoz del club (Godall) , ni nadie ha dicho nada del lujoso viaje.

De seguir el silencio y no existir una respuesta oficial que aclare el viaje privado presidencial, es de esperar que otros estamentos de la entidad aclaren el asunto para tranquilidad de los asociados y despejar cualquier duda que puedan tener. Nos estamos refiriendo al Defensor del Socio del club, Carles Pi-Sunyer, y/o al presidente de la Comisión Económica, Xavier Sala i Martin. Estos dos altos representantes institucionales de la entidad no pueden permanecer tampoco callados de persistir el silencio del presidente, la directiva y el jefe de prensa que parecen empeñados en dar por callada la respuesta.

lunes, 25 de febrero de 2008

De Messi a Di Stéfano y Maradona.

Por la cantera del Barça desfilan cada año infinidad de promesas. Unos se marchan y otros se quedan. Es como una lotería. Los técnicos a veces aciertan en el descarte y, otras, no. Sólo hablan cuando dan en la diana. Hoy, por ejemplo, Lionel Messi tiene ya muchos descubridores. Yo no sé si su fichaje por el Barça hay que agradecérselo a Minguella/Rexach/Rifé/Costas...Lo que sí sé es que si Messi hoy es culé, es fundamentalmente por la perseverancia de sus padres, y también, me han dichom por un intermediario, Horacio Gaggiol, que llamó a la puerta de Minguella para que éste a su vez le abriera la puerta del Barça. Todo ésto era en la época del denostado Joan Gaspart quién, probablemente, ni se enterara de su fichaje al ser un muchacho de trece años que no levantaba un palmo del suelo. Gaspart, entonces, estaba por otras cosas.

La realidad es que Messi se quedó y no le pasó lo que a otros excelentes jugadores que estuvieron a prueba, incluso viviendo en La Masía, y se fueron para después ficharlos. Laudrup y Litmanen, son dos ejemplos. El tiempo dirá si Cesc Fábregas es otro ejemplo. También Raúl Tamudo pudo ser blaugrana, pero casi un año después de que los técnicos estuvieran deshojando la margarita, llegó el Espanyol y se lo llevó. Otros sintieron nostalgia de la tierra, como el sevillista de moda, Capel. Y otros jugaron en el B y les dieron pasaporte, como el mallorquinista Güiza.

Con Messi no ha pasado, pero a punto ha estado de pasar. Estuvo con un pie y medio fuera del Camp Nou y con el otro medio ya colocado en Montjuich. En aquellos años, aunque Messi ya era un terremoto-goleador en las categorías inferiores del Barça, ni Txiki Begiristain ni Rijkaard estaban por él. Cada vez que lo iban a ver debían ponerse una venda para no verlo. Txiki y Rijkaard lo encontraban demasiado "enano", aunque se regateara a ocho, se tirara a otros ocho por velocidad y marcara ocho goles. Era igual. Ellos estaban obsesionados con otro delantero llamado Oriol Riera que le sacaba dos palmos a "la pulga".

Afortunadamente, llegó un amisto en Portugal y llegó, sobre todo, un Gamper en que armó el taco. Sólo faltó que aquella noche, después del partido, Fabio Capello dijera "si no lo quieren, me lo llevo ahora mismo". Entre la frase y que se enteraron que Dani Sánchez Llibre ya lo tenía medio apalabrado, cambió el rumbo del jugador. Y Messi, hoy, es el orgullo del barcelonismo, a pesar de que dudaran de él, y a pesar de que le siguen mirando de reojo por su fraternalidad con Ronaldinho. Que Ronaldinho siempre apoyara a Messi y que ahora Messi le devuelva el favor, y siga la amistad y admiración entre los dos, es algo aún no digerido por más de uno del interior.

Lionel Messi, por edad (20 años), dos ligas y una Champions, un hat trick al Real Madrid, un gol que dió la vuelta al Mundo (ante el Getafe) y en casi todos los partidos alguna jugada y algún gol que sienta cátedra, no necesita que -ahora- el presidente diga de él que es más que un jugador. Que es un extraordinario jugador lo sabemos todos, especialmente aquellos que no se perdían partido alguno cuando estaba en las categorías inferiores del Barça. Siendo cadete, junto a Cesc Fábregas, armaban el taco cada domingo. Pero entonces los veían cuatro.

El Barcelona necesitaba el triunfo de un argentino, y más si ha sido fabricado en casa. La historia (salvo rara excepción) ha sido cruel con los fichajes argentinos del Barça. A finales de los años cuarenta, llegaron tres formidables delanteros: Florencio Caffaratti, Marcos Aurelio y Mateu Nicolau, éste descendiente de mallorquines. Uno, extraordinario (Florencio), los otros dos, muy buenos. Ganaron dos ligas. La estrella y el gran ídolo era Florencio, un interior de un talento privilegiado. Pero su carrera duró lo que un manjar en la puerta de un colegio. En un Barça-Español de Liga, dió todo un recital de juego y volvió loca la defensa del Español con sus regates, sus pases y sus centros a César que marcaba un gol tras otro. El Barça ganó 5-1, César marcó cuatro goles...y Florencio se fue directo al quirófano, en una entrada temeraria de un defensa llamado Casas.

Aquel "diez" argentino en los escasos partidos jugados ya se había convertido en el gran ídolo de la afición barcelonista. Pero aquella brutal entrada acabó con su historial. Ya nunca más fue Florencio.

Los otros dos argentinos, Marcos Aurelio y Mateo Nicoláu rindieron bien, pero sin Florencio no fueron lo mismo. La visión de juego de aquel interior era extraordinaria.

Años más tarde, cuando el Barça recobró el fútbol-letal, el fútbol-galáctico de la época, dirigido por Ladislao Kubala que era como una apisonadora para los rivales, incluído el Madrid, la directiva del Barça se decidió a fichar otro argentino: Alfredo Di Stéfano. Meses antes de su fichaje, Pepe Samitier (el gran fichador de la historia del Barça) lo vió jugar un amistoso en Madrid con el Millonarios. Regresó de inmediato: "Hay que fichar a este monstuo. Con Kubala y Di Stéfano juntos no tendremos rival en el mundo en diez años". Samitier sabía lo que se decía. Santiago Bernabéu, que era un fan de Samitier, siempre decía a sus técnicos que estuvieran al corriente de los pasos de Samitier porque, en fichajes, no erraba uno. Y Bernabéu cuando se enteró de que Samitier lo quería fichar, movilizó tierra y cielo para frenar esa operación. Repitió las palabras del fichador barcelonista: "Kubala y Di Stéfano juntos, se acabó la Liga".

A pesar de las iras madridistas, a pesar de las presiones federativas y gubernamentales, Di Stéfano pudo ser barcelonista. En realidad estuvo en Barcelona y jugó dos amistosos con el equipo, pero el presidente azulgrana de la época, Enric Martí Carreto se equivocó al acojonarse. Por eso Di Stéfano no fue blaugrana a pesar de que en aquel momento "la Saeta" se quería quedar aquí. Fue el propio Di Stéfano, y Samitier, que le dijeron a Martí Carreto que se hiciera con los derechos de los dos clubs pertenecientes (River y Millonarios), pero Carreto hizo caso omiso y pensó que con los derechos del propietario (River) era suficiente. Se equivocó.

No supo, además, soportar las presiones políticas del momento. Ya sé que no eran fáciles, pero tampoco imposible. Hay un excelente libro sobre ese caso escrito por Xavier García Luque y Jordi Finestres (El caso Di Stéfano), con algunos matices, yo creo, por ser excesivamente generoso con la actitud de Martí Carreto. Pero merece la pena leerlo.

Ya saben la historia. La Federación Española, la Delegación Nacional de Deportes, el Gobierno, buscó una fórmula salomónica para resolver la mayor crisis del franquismo finalizada la guerra incivil: que jugara alternativamente dos años con cada club. Una parida. Martí Carreto cedió los derechos al Madrid y se quedó allí. Este fue el segundo error del presidente azulgrana: ceder. "Lo queréis así, pues así". Y ganar tiempo al tiempo.

Pero el Barça se quedó sin Di Stéfano que cambió el rumbo y la vida del Real Madrid.

Otra historia, también conocida por todos, afecta a Diego Armando Maradona. Sólo salir elegido Josep Lluís Núñez presidente, casi desde el primer día, Nicolau Casaus por una parte, y Josep María Minguella por otro lado, le hablaron de apostar fuerte por un joven jugador argentino, "El Pelusa". Lo cierto es que, por una vez, Núñez escuchó, y envió relativamente pronto a Carles Tusquets y Minguella a negociar su fichaje.

A pesar de ser un chaval muy joven, Maradona era ya un imposible. Yo, en aquellos años en que se disputaba el Mundial de Argentina-78 viajé en varias ocasiones a Buenos Aires y la afición ya presionaba a Menotti para que lo metiera en el títular. Menotti se lo llevó con los convocados pero pensó que era demasiado joven y que Argentina tenía un hombre-gol, matador, Kempes, como así fue. Pero recuerdo una tarde, en Radio Rivadavia, con el "gordo" Muñoz, el locutor más popular que ha dado Argentina, lanzando un reto por las ondas a Menotti: "Mete a Kempes y Maradona juntos, y ya no hace falta ni jugar el Mundial. Los rivales saldrán pálidos, descompuestos al campo...".

El Barça estuvo más de tres años tras la búsqueda de su fichaje. Siempre surgían problemas e incovenientes. Una vez eran los militares los que no querían que saliera, otras veces los federativos. Los únicos que querían eran los dirigentes afectados que ya comenzaban a gastarse los pesos antes de traspasarlo. Cysterpiller y Maradona querían venir. Tusquets (por cuestiones financieras y de divisas) y sobre todo Minguella, estaban más en Argentina que en Barcelona. Por fin, después del Mundial de España-82, Maradona se vistió de blaugrana. El Real Madrid, de nuevo, estaba acojonado. "Schuster y Maradona juntos, éstos arrasan". Pero no fue así. Una hepatitis dejó KO a Dieguito durante un tiempo y después el bilbaíno Goicoetxea (diga lo que diga) puso el resto. Envió a Schuster y a Maradona al quirófano. Y aquel Barça arrollador que prometía se quedó en un sueño.

Schuster era fuerte mentalmente, pero Maradona no. La hepatitis y la lesión fueron determinantes. Pero tan o más determinantes fueron los llamados "amigos", los llamados "consejeros", la inmadurez del jugador y las fiestas "camperas" que cada noche se montaban en territorio-comanche, en su casa de Pedralbes.

Núñez estaba hasta acojonado de todo lo que le llegaba a sus oídos y de los "vales de caja" que cada día pedía su apoderado. Maradona se lo fundió todo. El Nápoles le enseñó dinero-fresco-y tocante, y como además pagó al Barça más de lo que le costó, la afición se quedó sin uno de los mejores ases que ha dado la historia del fútbol.

El Barça, pues, ha tenido a Florencio, a Di Stéfano, a Maradona, entre los más grandes, pero no los ha podido disfrutar. Es hora de que Lionel Messi pueda ser disfrutado. No es ni Florencio/ni Di Stéfano/ni Maradona, pero puede llegar a ser tanto o más que los anteriores. Todo dependerá de él, de su padre Jorge (que es es quien negocia) y de los directivos del Barça.

Que la penúltima oportunidad de disponer un delantero-argentino-excepcional, llovido del cielo, pueda por fin ser el gran argentino de la historia del FC Barcelona. Que la directiva no lo impida. Si es amigo de Ronaldinho, que lo sea. Si quiere jugar junto a Ronaldinho, que juegue. Que no quede por los que mandan (técnicos/directivos). No nos carguemos el presente ni el futuro, que ya habrá más de un cacique del área que lo intentará con otros medios.

Tengamos la fiesta (que sea) en paz.

domingo, 24 de febrero de 2008

Menos que un presidente.

Laporta ha dicho que "Si el Barça es más que un club, Messi es más que un jugador". Una memez más. No se le puede decir a un futbolista/a una persona de veinte años, que es más que los demás. Por bueno/muy bueno que lo sea. Que lo es. Un presidente no es elegido para estas cosas. Y menos para otras que tienen todavía peor olor.
Como, como por ejemplo, la penúltima.

Dicen que JL ha utilizado un avión privado, de seis plazas, para viajar, ida y vuelta, Barcelona-Glasgow-Barcelona, argumentando que a la mañana siguiente tenía una importante reunión en su despacho particular.

Si lo ha pagado de su bolsillo, nada que objetar. Allá él con sus grandiosidades. Pero si lo paga el club, ay, amigo, ya no es lo mismo. El club no está para estos dispendios. Puede pagar, si los socios quieren, comilonas de diez estrellas. Pero por mucho Barça que sea, no creo que lo socios paguen aviones privados para los asuntos personales/particulares de sus dirigentes.

Hasta ahí podíamos llegar.

Nos gustaría que JL dijera, públicamente, con facturas en mano, quién ha pagado ese viaje. O que lo diga el RACC, la agencia que sirve al club. Simplemente, lo queremos saber.

Los dineros del Barça son de los socios, y a los presidentes se les elige para administrarlos bien, adecuadamente. No para administrar despachos o caprichos ajenos.

Queremos saber si el viaje que ha hecho JL, acompañado de su jefe de prensa, ha sido por su cuenta, o con cargo al club. Lo queremos saber. Pero no de boquilla. Con documentos. Y si presidente calla, alguien tiene que hablar. Los directivos están para algo. No están únicamente para acudir al palco y presumir de ello. Están, también, para defender los intereses del club/ los intereses de los socios. No hay silencio que valga. Alguien/alguno, aunque sólo sea uno, tendrá dignidad.

Si JL calla, malo. Pero si los directivos, callan, peor. Serán, además de directivos, cómplices.

En cinco años que JL lleva como presidente han pasado muchas cosas. Demasiadas. Unas peor que otras. Ya es hora de exigir claridad y transparencia. El Barça no es un guiñol. El Barça sí es, dice la historia, más que un club. No queremos futbolistas que sean más que futbolistas. Queremos presidentes que sean presidentes y directivos que sean directivos.

Lo que no quieren los socios, es que el club huela mal. Y menos, por arriba.

viernes, 22 de febrero de 2008

Cuando sale el sol.

En Glasgow, lo he dicho, vimos/vivimos el Barça de las grandes tardes/noches. Y lo hizo porque volvieron al titular (juntos) Márquez/ Deco/Messi y Ronaldinho. Sólo faltaba, también desde el principio, Xavi. Para mí, ese Barça , con ese quinteto-indiscutible, es el grande, el real, el auténtico. El que nos ha hecho trempar. El otro Barça, el de los "músculos", el de los "rápidos", el de los "fantásticos", es otro Barça. El vulgar/el ineficaz. Una copia mala. El que le gusta a JL y sus huestes. El que nos ha hecho dormir, aburrir y cabrear estos meses.

El Barça-de-oro es el que se inventó Ronaldinho. El de la magia. No hay otro. Es el Barça que puede hacer olvidar al dream team. A veces, Rijkaard, parece que juegue más en favor del cruyffismo (el pasado) que al del ronaldinhismo. Si Rijkaard se olvida del ayer y se mete en el hoy, puede volver a hacer vibrar a la afición y pueden regresar los títulos. Para que ésto suceda, tienen que jugar los que deben hacerlo. El resto, a la cola. Para los cambios y recambios. Tiene que olvidarse de las malas lenguas-interiores. Y debe pasar/pasar de si un jugador trasnocha o no. De si mama o no. De si se encama o no.

Desde que tengo uso de razón casi todos los grandes genios del balón han tenido una doble vida. Y, salvo rara excepción, la mayor parte de ellos, han trasnochado, bebido y amado hasta altas horas de la madrugada. Han sido la versión real de la famosa canción de Sabina "...y nos dieron las diez, y las once, y las doce..."

En el Barça, en el Madrid, en el Manchester, en el Milan, por no citar a todos los grandes clubs.

He conocido ases escaparse de las concentraciones la misma víspera del partido. Los he visto bailar y cantar toda la noche. Me he encontrado con directivos-detectives buscando a sus jugadores por todas las casas de putas de Barcelona. He conocido jugadores a los que han tenido que meter (vestidos) bajo la ducha para hacerlos reaccionar y poder jugar. He visto a jugadores que se han tomado hasta tres carajillos, uno tras otro, a punto de saltar al campo de juego. Y los he conocido que aprovechaban el descanso de un encuentro para echarse una minisiesta y una nueva ducha.

Y ésto lo han visto/vivido compañeros, masajistas, entrenadores. ¡Ay, si los masajistas hablaran...!Pero como son listos, nunca han hablado.

Lo que hoy hacen algunos ases del Barça y nada, es lo mismo. Son casi santos, si los comparamos con otros de otros equipos, o con otros ases del pasado.

Lo que no he conocido nunca han sido directivos y presidentes tan simples (por no llamarles bobos) y/o presumidos como los de ahora. Un ejemplo. El actual vice deportivo (MI), en plena crisis del equipo, desapareció del mapa. En vez de ir a Sevilla, se fue a Canadá a esquiar. !Viva la responsabilidad!. En éste tiempo, el de crisis, ha estado en su estado natural, invisible. Ahora, que parece que ha vuelto la paz, y se divisa que vuelve a salir el Sol, ya lo tienen hoy, de entrevista en entrevista, de fotografía en fotografía. Diciendo una tontería tras otra. Presumiendo de gestor/directivo.

No les gusta el fútbol. Les gusta salir/aparentar/chulear. Les vuelve locos el palco, las fotos y las cámaras. Han nacido para ésto, y para tocar los huevos a los ases para que parezca que mandan.

En esta cadena de entrevistas-concedidas-solicitadas, no me ha extrañado que le pregunten por la escapada de Messi a Qatar. Ni por si hubo sanción para Deco por dar positivo en un control de alcoholismo. Lo esperaba. Lo que me extraña (es un decir) es que no le pregunten por qué el jugador que dinamitó el vestuario el pasado año, el señor Eto'o, llegó con tres días de retraso del Camerún.

Me sorprende que sigan existiendo periodistas que sólo pregunten lo que quieren los directivos que les pregunten. En el año 2007, me llama la atención.

El resto, que los ases salgan una noche hasta la salida del sol, me la trae sin cuidado. Esto ya lo hacían cuando eran beatificados por ganar dos Ligas y la Champions. Eran los mismos santos/o los mismos diablos.

Si entonces, alguno -Eto'o- (o algunos) no se carga el vestuario, tampoco se pierde aquella tercera liga. Y ligas-de-verdad-. No como las del profeta.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Te lo mereces, Cristina.

Ayer fue un día grande para Catalunya. Casi completo. Después de ser los pioneros del ferrocarril en España hace 160 años (la línea Mataró-BCN, 28-20-48), ahora, con doce años de retraso, ya tenemos AVE. Y se inauguró sin incidente alguno. Lo que es más milagroso. Pero, en fin, lo que importa es que ya hay tren de alta/mediana velocidad. No funcionan los de cercanías, pero podemos ir velozmente a Madrid. Sólo falta que pasemos a ser un barrio más de la capital. Todo llegará.

Pero vamos a lo que nos importa, el Barça. Lo único que podía amargar el día, era el Barça, en su eliminatoria ante el Celtic de Glasgow. Es cierto que el club escocés no es el Milán, ni el Manchester, pero visto lo que hemos visto hasta ahora al Barça, todo era posible en el Celtic Park. Más/mucho más, después de lo que nos pronosticaban los reporteros bien informados (?). Ronaldinho, nuevamente, de suplente. En ésto coincidían los cuatro diarios deportivos. En lo que no coincidían era con Messi. Dos de los cuatro, también colocaban al argentino calentando banquillo.

De cumplirse la profecía periodística, nos aguardaba una noche de perros. Sólo faltaba que tampoco jugara Deco, que horas antes había cometido el sacrilegio de devolver las críticas a Cruyff. Aunque es posible -dicen- que el holandés ha dejado de ser intocable, porque el presidente quiere cambiar de pareja. Lleva ya mucho tiempo con el mismo y parece ser que, ahora, está encoñado con Mendes/Mourinho, lo que explicaría que antes de empezar el partido con el Celtic se conociera la noticia de que el Profeta ha fichado por el Ajax como asesor deportivo. Y si ha fichado por su ex, es que se acerca el ex-intérprete/el maldito.

Así que, nos pusimos a presenciar el Celtic-Barça con la llegada del Ave, la marcha del Profeta, y como no hay felicidad que veinticuatro horas dure, con el posible cabreo de ver una vez más a Ronnie en el banquillo y con la amenaza de que le acompañara Messi.

Pero no. Rijkaard no nos quiso amargar un día tan dulce. Y puso a Messi de titular, desoyendo a los que ya piden su suplencia por "chupón" y amigo del brasileño. Y alineó -!oh, sorpresa!- como titular a Ronaldinho. Quizás contento/eufórico porque Cruyff ya no le empreñará más con la amenaza de Van Basten, se decidió, en un acto de valentía, devolver al gaúcho a la titularidad. Y en vez de alinearlo en el minuto setenta, cambiarlo en ese minuto, tampoco se vaya a cabrear más JL.

Resumiendo: como la de anoche fue una noche futbolera casi normal, con el triángulo mágico como titulares (Deco/Messi/Ronaldinho) se volvió a disfrutar. Se volvió a ver fútbol de alta categoría. Se volvió a ver al Barça que ya no veíamos. Jugando/felices estos tres, hasta Thierry Henry es capaz de justificar su fichaje. De entrada, anoche nos obsequió con el mejor gol que ha marcado desde que viste la camisola blaugrana. Y el pase (con robo incluído) del proscrito Ronaldinho.

Para que el día fuera completo/completo ya sólo nos faltaba a Xavi en el titular. Porque prefiero a Xavi pequeño y cojo, que al "músculos". ¿ Qué les ha dado el Touré Yayá a la mayor parte de la prensa para considerarlo un gran fichaje...?. Desde que ha fichado, no le he visto nada. Una vulgaridad con músculo. Un partido como el de ayer, con un rival que lo único que domina es el juego aéreo, con Puyol que se ha olvidado que es defensa, y que era necesario más que nunca la presencia del pivot defensivo en auxilio de Milito y Márquez, el "músculo", sigue empeñado en ser un turista más.

Pero, en fín, anoche el Barça nos devolvió a los orígenes del "jogo bonito", ese tipo de juego que muchos están empeñados en cargárselo con tal de que Ronaldinho se vaya. Pues no. De momento, ni Ronaldinho está muerto, ni Messi se dejará matar tan fácilmente.

Menos mal que Rijkaard, por una vez, no hizo caso a parte de la prensa, ni a parte de la directiva (JL incluído), ni a él mismo, y apostó por la lógica. Dejar para otra ocasión a otros, y dejar de putear y humillar a los mejores.

Después de un día tan feliz y redondo, me acordé de una persona: de Cristina Cubero. Se merecía un día/una noche, como ayer. Si en Barcelona/Catalunya hay una persona que defienda hasta quedarse sola (y se queda sola) la felicidad de Ronaldinho, de Messi y de Deco, esta es CC que vive/trabaja/pelea en medio de una selva-periodística que sólo tiene ojos para la vulgaridad.

Menos mal que, anoche, Ronnie (sobre todo él), Messi y Deco, pensaron que estaban en deuda con la afición y con CC, la única superviviente entre tanto derrotista.

Nota.-Vaya mala suerte la mía, el Barça va y juega su mejor partido desde hace meses ante uno de mis equipos favoritos, el Celtic, que cuenta entre sus hinchas a mis admirados Sean Connery, Rod Stewart, Bono y Martin Scorsese. Por eso digo, al principio, que el día fue Casi completo.

martes, 19 de febrero de 2008

La última ya no es la primera. (Dedicada a MR)

Te ví anoche en "El Rondo". Te escucho, a veces, en la cadena SER. Pero no te leo. Y lo que más me ha gustado siempre de tí es, precisamente, leerte. No sé que pasa con los los dueños de los diarios que se les llena la boca de rentabilizar sus productos, y lo primero que hacen es liquidar/hibernar/prejubilar a los que mejor escriben.

Todos sabemos que España es diferente, pero en ésto de respetar a los escribidores, Cataluña es igual que España. No hay sensibilidades plurinacionales. Para el que quiere escribir con un mínimo de libertad (pero mínima) tiene menos futuro que JL en la presidencia. Ya no digamos si un periodista tiene la valentía de hacer lo que dice Roberto Mancini, el entrenador del Inter: "Soy un chulo porque voy en contra de los que mandan". Aquí, con éste espíritu, ni te estrenas. Aquí, para ir tirando, para supervivir en la profesión peor pagada, tienes que hacer lo que un día confesó Luis María Ansón: "El 90 % de lo que supe lo tuve que callar". Y el diez por ciento restante disimularlo/maquillarlo.

Ser periodista/columnista/articulista ya lo puede ser cualquiera. Los medios buscan políticos/chicas monas-presentadoras y hasta cocineros. Cualquier cosa.Los diarios no quieren periodistas que quieran ser periodistas. Los dueños, o mandamases del llamado cuarto poder, quieren juntaletras o botafumeiros. No están acostumbrados a que nadie les contradiga. Quien lo hace, ya sabe la suerte que le corre. No es un mal exclusivo de la prensa. Pasa lo mismo en la televisión. En la pantalla pequeña, ni generando miles de millones un programa, tienes asegurado el futuro. Ahí tienes, sin ir más lejos, a la pareja Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcalyde. Su "Aquí hay tomate", en cuanto se ha metido en según que charco, el consejero delegado de Telecinco, Paolo Vasile, ha tenido que salir a la luz pública para decir: "El Rey Juan Carlos no acabó con el tomate".

Pero mira, mi querido desaparecido de la última, los del corazón aún tienen un margen, un techo muy alto. En deporte, es impensable asomarse a las alturas. No te dejan ni mirar por el ojo de la cerradura. Como no seas de la cuerda del JL de turno (por poner un simple y casual ejemplo), tu cabeza huele a dinamita. Y el problema no es que ya no sólo firmes, sino que te ponen hasta peros con los Eres que cada vez más abundan. Y, por lo que dicen, abundaran todavía más.

El periodismo ha cambiado. Naturalmente, a peor. Cada año que ganamos de democracia, dos años de retroceso en libertades periodísticas. El periodista/periodista ya sabe que la televisión es peligrosa pero pensaba (ingenuamente) que los diarios eran otra cosa. Pero no. Es el mismo mundo.

Y es que todo ha cambiado brutal y malignamente. Los periódicos ya no son aquellas redacciones que olían a vino de bota, a coñac y ginebra de garrafón, a whisky de estraperlo y a tabaco malo del negro, o del auténtico tabaco rubio que nos pasaban las profesionales del oficio más antiguo del mundo, cuando los yanquis salían borrachos del Panam's de turno y la PM los devolvían dormidos al portaviones anclado en las afueras del puerto.

De aquellas redacciones, malolientas, pero repletas de gentes que sabían escribir y sabían además escribir entre líneas burlando el peso de la censura, ya no queda nada. Bueno, sí, quedan todavía algunas películas de Frank Capra que ha retratado las redacciones como siempre han soñado los redactores que se mantuvieran.

Ahora, entras en una redacción, y parece que estás en la pasarela Cibeles. Abundan los chicos/chicas-Martini. Siempre hermosamente vestidos por fuera, con una sonrisa como un buzón, dispuestos a servir al patrón o al presidente. Pero de periodistas, nada de nada. Tampoco pasa nada. Todo lo contrario. Ahora, lo que importa no es lo que se escribe. Lo que vale es una idea (aunque sea mala) para la promoción. Se cotiza más y no crea quebraderos de cabeza. Ahora, la última, la escribe cualquiera, con todos mis respetos a los "cualquiera" actuales. Pero claro, no es lo mismo. La última, para mí, ha dejado de ser la primera. Antes, sin ser tomate, tenía sal y pimienta, y al pan se le llamaba eso, pan. Encima, valía la pena leerla porque el autor era/es un gran escribidor.

Lo que no abunda en la profesión

lunes, 18 de febrero de 2008

Palabra de Cruyff.

!Dios mío! ¿ Qué he hecho yo para, en un domingo por la tarde, tener que tragarme a Johan Cruyff?. Hay que ser masoquista. Sabiendo, además, como sé, que el profeta nunca hace algo gratis. Ni cuando lo hace. Siempre espera, por la ventanilla que sea, algún tipo de compensación. Lo conozco desde antes de fichar por el Barça como jugador. Un común amigo, Armand Carabén, fue quien me filtró la noticia de su fichaje, para que yo la escampara, aquella misma noche por televisión. Para amargar, de paso, la victoria de aquel mismo domingo del Madrid. Fue en el Estudio Estadio que entonces presentaba, con su magia personal, Pedro Ruiz.

Al día siguiente de propagar la noticia, estuve tomando un vermout con Teo Stolz, un respetadísimo periodista holandés, auténtico embajador del país de los tulipanes en Cataluña, que me explicó cómo era y quién era Cruyff, y sobre todo su suegro, entonces su representate Cor Coster.

En honor a la verdad debo decir que tanto Teo Stolz, como antes Carabén, , siempre me hablaron bien (del lado positivo) de Cruyff. Y, sobre todo, de su mujer. Pero me advirtieron que su fichaje iba a revolucionar las relaciones entre periodistas y futbolistas. "No te extrañe que pida pasta por según qué reportaje". Hasta la llegada del profeta, ningún jugador había pedido/percibido un duro por hacer algun tipo de entrevista. Ni Helenio Herrera, que fue el inventor de las primas dobles por victoria, para cobrar él también el doble. Hasta la llegada de Cruyff, nadie cobraba por salir en la prensa, en la radio, o en la tele en blanco y negro. Cruyff fue el primero, aleccionado por su suegro, que era una especie de Roberto de Asís, pero en blanco/europeo/con aspecto de alto ejecutivo. Decían que se dedicaba a la venta de diamantes. Puede ser. Pero tenía tiempo también para representar a los principales futbolistas holandeses.

Y sólo llegar Cruyff a Barcelona, se cumplió el pronóstico. "Oye, Johan: queremos grabarte una hora para emitir tu vida a lo largo de una semana por Radio Peninsular. ¿Cuándo te va bien". Su pregunta fue rotunda: "¿Cuánto se paga por eso...?". Naturalmente era algo nuevo. No digo que injusto. Digo que nuevo en aquellos años. Cuando lo dije en la radio, los jefes casi se vuelven locos. "¡Qué se cree ese tío...! ". Pero se le acabó pagando. Doscientas cincuenta mil pesetas de la época, porque apareció un patrocinador de alimentos juveniles que los pagó.

Cruyff, pues, sentó cátedra en lo que a cobrar se refiere. Fue el primero en cobrar a un medio de comunicación. Y no ha sido la única vez. Y cuando no lo ha hecho, ha sido por algo. Por algo en lo que tenía interés él. Por romanticismo, o por la afición, un jamón.

Pero yo no quería contar historias/ni vivencias sobre el profeta. No exagero: tengo doce blocs/doce, de tamaño grande, de ciento cincuenta páginas cada uno (Enri) con apuntes sobre las aventuras/desventuras de la vida de Cruyff como jugador del Barça y después como entrenador también del Barça. Y eso que hace años/años que no nos hemos visto. Pero un día lo mismo escribo, para las nuevas generaciones, la vida-en-tres-dimensiones del profeta. Dentro y fuera del campo. No vaya a ser que las nuevas generaciones no sepan un día explicar quién fue Cruyff. Como le sucedió recientemente a Joan Laporta en televisión que al hablar de los mejores jugadores del Barcelona no quiso mencionar a Kubala porque "yo no lo he conocido. Fue el ídolo de mi padre. Pero yo no puedo hablar de él". Para que no se repita la historia, habrá que ir recordando como el profeta lleva treinta años viviendo de la misma teta, la blaugrana, con algunas interrupciones por en medio, que de alguna manera también seguro se ha cobrado.

Y es que a Cruyff, siempre se le ha temido. Sobre todo en su etapa como entrenador, porque "Yo, Claudio" se quedaba corto al lado de él. Hizo y deshizo a su antojo, y eso que el presidente no era JL, sino Josep Lluís Núñez, al que ayudó a ganar las primeras elecciones tras romper todo tipo de ética electoral en vísperas de las elecciones del 78 aprovechando las cámaras de TVE para decir. "Yo ya sé a quién no votaré". El mensaje iba dirigido a los que tenían previsto votar a Ferrán Ariño para que no lo hicieran, con lo cuál favorecía descaradamente a Núñez. Y así fue. Conociendo al profeta, no creo que su irrupción en aquellas elecciones fuera por cuestiones humanitarias. Mojándose como se mojó (como Rexach), y con sus precedentes, algo debió de caer, además del cabreo de Ariño y los suyos que se subían por las paredes.

Esto viene a cuento por su presencia de ayer ante las cámaras de TV3. Cuando me dijeron Cruyff sale por la tele, automáticamente pensé: "qué busca, o qué interés hay en su aparición. Así, por las buenas, Cruyff no sacrifica una tarde del domingo. Éste algo quiere decir, o tiene que decir".

Yo creo que Cruyff fue a TV3 con dos mensajes en el bolsillo. Uno, por si el Barça perdía en Zaragoza y el Madrid ganaba en Sevilla. Este era su mensaje A. Cargarse ya despiadamente a Ronaldinho/Deco/Puyol y desviar la atención del barcelonismo que días antes, en el baloncesto del Palau, ya flamearon pañuelos contra JL. Pero como pasó lo no imaginable, que el Madrid de Schuster cayera derrotado, y el Barça ganara en La Romareda, Cruyff sacó el modelo-de-mensaje B. Menos agresivo. Enviando mensajes, pero midiendo muy bien lo que decía. Aún así y todo, soltó sus perlas. Naturalmente contra Ronaldinho. "Todo lo que le pasa a Ronaldinho es culpa suya y de la gente que le rodea. Debe trabajar y sacrificarse más". Para añadir que "Ronaldinho ha vivido siempre de los elogios y sólo se aprende de las críticas".

Vamos a ver, profeta. Cuando dices que parte de lo que le pasa es culpa "de la gente que le rodea", hay que decir nombres. No vale eso de tirar la piedra y esconder la mano. Cuando se afirma algo así, hay que mojarse/mojarse. Pero no lo hizo porque, o le faltan argumentos, o le faltan huevos. Una de las dos cosas.

Después de decir que "debe trabajar y sacrificarse menos", el periodista, Xavi Torres, le tenía que haber preguntado en qué modelo debía fijarse: "En el de Cruyff-jugador, o en el de Cruyff-entrenador". Porque hablar de trabajo y sacrificio el jugador que se dedicó a sacar fueras de bandas y el técnico más vago que he conocido cuyo método de entrenamiento era "el rondo" es de "Apága y vamonos".

Además, tuvo el cinismo de decir que Ronaldinho ha vivido siempre de los elogios y sólo se aprende de las críticas. No será de los elogios que le ha dispensado Cruyff en sus artículos, primero en La Vanguardia y ahora en El Periódico. Es hora todavía que diga algo positivo/constructivo del brasileño. Desde que el gaúcho fichó, en contra de su voluntad, lo tiene en el punto de mira. Y no ha parado hasta contagiar al ambiente que el culpable de todos los males del Barça ha sido/es Ronaldinho. ¡Ay, Dios mio, si en Zaragoza falla el penalty y empata o pierde el Barça!. La emisión del "Gol a Gol" de ayer se habría convertido en un monográfico contra Ronnie. Y después, la hoguera pública en la plaça de Catalunya.

Pero Ronaldinho no falló la pena máxima y el árbitro quiso que el Barça ganara, y entonces vimos a otro-Cruyff, sin sacar todas las municiones, reservándolas para mejor oportunidad.

Acabo. Habló de Mounrinho y no habló (claramente) de Thierry Henry, pero sí me pareció interpretar que dejó caer que el equipo se tiene que adaptar "al nuevo líder". ¿Quiere decir que para usted, maestro, el nuevo líder ya es Thierry Henry, como en su etapa de entrenador lo fueron Hagi/Prosineki/Romerito....?.

Y, por último, al hablar de Mourinho dijo que "ni hemos hablado ni me han preguntado por él. Me gusta más Van Basten",

Le recordaré, señor Cruyff, que usted, sólo salir elegido JL presidente, realizó unas amplias declaraciones en La Vanguardia en las que decía con rotundidad: "Ni Núñez ni yo pintamos ya nada en este club". Han pasado casi cinco años, y Núñez, desde luego, no ha vuelto a pintar nada, entre otras razones, porque usted es el dueño de la brocha y no se la deja ni a su sombra. Si uno pinta y requetepinta en el club, no es otro que Johan Cruyff.

Lo que me falta por saber es cuánto gasta la entidad en pintura.

sábado, 16 de febrero de 2008

¿Y si Ronaldinho falla el penalty?

El Realísimo de las renovaciones-vitalicias, el Madrid de Calderón que viaja con el ego a tope, repartiendo fotografías suyas en vez de la de sus ídolos, dió un nuevo paso atrás en la carrera por la Liga, demostrando que (sin árbitros) es un equipo humano, que puede ganar a cualquiera, pero también puede perder incluso ante los Hombres de Paco (Betis). En el Madrid, cuando no está Robinho y Guti ya se siente titular-y-genio, pasa lo que pasa, que empieza a ceder terreno al Barça. Y aunque cinco puntos son todavía muchos puntos, lo cierto es que ya tiene que sentir el aliento del rival, aunque el rival lo dirija Rijkaard. Y si además hay la suerte que dónde no llega el técnico holandés, llega un tal Bernardino González Vázquez empeñado en convertirnos en un madrid-bis-arbitral (un gol, el de Henry, ayudándose con el brazo, y un penalty en su imaginación), eso provoca que Laporta abandone el palco con el pecho hinchado y diga que "yo nunca he hablado de los árbitros. Y hoy estoy contento, muy contento, feliz, muy feliz".

Si este presidente (JL) se siente de maravilla ganando así, de esta manera, sin actitud/sin personalidad y a-lo-Realísimo, ya está dicho todo.

En cambo Joaquím María Puyal, que además de mejor persona, es más profesional/más honesto/y más higiénico que el presi que nos toca sufrir y padecer, sólo terminado el partido de La Romareda se preguntó reiteradamente: "¿Y por qué no estamos contentos?".

Con la complicidad y profesionalidad de ese excelente equipo que le rodea, Puyal dijo, sin rodeos/ni tapujos: "Ganar así, no gusta". Y lo dijo desde lo más profundo de su corazón barcelonista. Y lo comentó porque no le gusta engañar a su fiel audiencia de Catalunya Rádio. Otros pueden engañar. Pero él, no. Y puntualizó: "Sin actitud, no hay confianza; y no vemos actitud en el campo". Dicho ésto, agradeció sumar tres puntos más y el Madrid tres puntos menos. Pero una cosa es ésta, y la otra maquillar/mentir el espectáculo ofrecido por un equipo que este año, en refuerzos, ha costado un ojo y parte del otro. Casi tanto dinero como el del basket, para que, después de seis meses que llevamos de competición, sigamos sin ver aquel Barça-Fantástico que nos prometió JL, y que el líder de los nuevos fantásticos (Henry), sigue paseándose por el campo, marcando de vez en cuando algún gol y precisando, a la hora de golear, de algún árbitro complaciente o algún defensa rival. Y todo para llevar, a estas alturas de Liga, únicamente siete goles. Los mismos/mismos que el proscrito Ronaldinho, con la diferencia de que éste, el brasileño, sigue avergonzado en la humillación del banquillo, viendo cómo su entrenador alinea antes a cualquiera, Titi, incluído.

Ya acabo. He dejado para el final, la pregunta que me hice en el minuto ochenta y tres del partido cuando don Bernardino González Vázquez quiso ser generoso y obsequió al Barça con ese penalty-bomba. Y digo bomba, porque un penalty, desde el sofá de casa es fácil marcarlo, pero en el campo (véase antes Diego Milito) y en las circunstancias actuales del brasileño, era menos fácil acertar. Porqué Ronaldinho, antes de ejecutarlo, con aquella mirada triste/perdida, ya nada risueña, se estaba preguntando lo mismo que usted y yo: "Y si ahora fallo, ¿qué?".

¿Se imaginan lo qué sucede si Ronni falla el penalty....?

Ni me lo quiero plantear. Ya veo a JL y parte de su ejército-plumífero, incluído el de los fogones, machacando al brasileño sin dejarle ya ni respirar. Pero Ronnie no falló. Y es que yo creo que cuando se dispuso a lanzar la pena máxima y miró con aquella mirada perdida, en vez de ver a César en la portería, estaba viendo a JL y sus huestes. Por eso tiró, por la escuadra, pero a matar. Yno erró para desconsuelo de más de uno.

viernes, 15 de febrero de 2008

Señales de (No) vida en Can Barça.

Acabo de leer "La Vanguardia". Como de costumbre. Necesito leerla. Es una referencia. Incluso desde el desacuerdo. Como hoy. El primer desacuerdo, el Semáforo. Rojo a Dusko Ivanovic, entrenador de baloncesto del Barça. Se lo merece. Pero más méritos ha hecho Joan Laporta para que le adjudicaran el rojo. Pero no. Esta vez tampoco. En casi cinco años de presidencia, rara ha sido la ocasión en que le han puesto ese color.

Si en el baloncesto hay un responsable/culpable, no es otro que el presidente. Los que fueron ayer al Palau, y se encontraron (casi sorpresivamente) con Laporta en el palco, no le aplaudieron. Todo lo contrario. Le abroncaron, pañuelos al aire. Era señal de algo. Que en baloncesto, peor de lo que lo ha hecho, imposible. Destruyó un equipo campeón, el de Pesic, y ha destruido todo: técnicos/jugadores/empleados/directivos. Bartomeu fue su primera víctima, por no rendirse a sus pies y decirle a todo amén. Lo cesó de esa responsabilidad en una vergonzosa y bochornosa noche. Después, puso a Jaume Ferrer al frente de una sección que no ha hecho otra cosa que gastar/gastar/gastar millones de euros para deshacer más el equipo. Más tarde, para promocionar a Ferrer con vistas al futuro, ha puesto a un indocumentado, Cubells, al que acabo de ver en el Telenoticies, ofreciendo una imagen patética/desoladora. ¿Estos directivos tenemos...?.

Así se entiende que JL presida como le viene en gana, y por eso me ha molestado, e incluso irritado, que los semáforos se los carguen los muertos (hoy,le ha tocado a Ivanovic), y los vivos (JL) salgan de rosas.

Para mayor inri, me voy a la sección de deportes y me encuentro con un Análisis del momento barcelonista, firmado por Jordi Juan y que bajo el título de "Señales de vida en Can Barça", es todavía más desmoralizante y/o deprimente. Dice el articulista que "la sorpresa ha sido que la junta de Laporta ha reaccionado con rapidez, contundencia y justiticia para poner de patitas en la calle a un entrenador que ya llevaba demasiado tiempo en entredicho entre los aficionados al baloncesto azulgrana. Bravo. Esto es noticia. Existe vida en Can Barça".

¿De verdad, existe vida en Can Barça?. Lo podía haber cesado mucho antes. En esa misma página, Juan Antonio Casanova, que de baloncesto sabe más que Laporta/Jordi Juan y el que suscribe, explica que el equipo ha perdido 14 de sus 37 partidos (proporcion a todas luces excesivas) y se ha quedado fuera a la primera en las tres competiciones por eliminación (Lliga Catalana, Supercopa y Copa del Rey). "Pero aún peor que eso -añade Casanova- era la desconfianza que despertaba su juego, tan irregular, tan errático en el ataque, que daba la sensación de que seguía en pretemporada".

¿Había que cesarlo ahora, veinticuatro horas después de hacer "piña" con el equipo, entrenador incluído...?.

Yo creo que lo que ha hecho JL no significa que hay señales de vida en Can Barça. En fútbol, Samuel Eto'o se ha presentado cuatro días después de jugar con Camerun y aún es hora de que el presidente reaccione/diga algo. ¿O es que sólo hay "señales de vida", tarde y mal, en baloncesto...? Porque este mismo presidente, que no merece un semáforo rojo, y se le da un nuevo balón de oxígene en ese artículo, es el mismo que dejó marchar libremente a Juan Carlos Navarro, que ha sido incapaz de recuperar a Marc Gasol, y que no ha sabido negociar el fichaje de Rudy Fernández en el inicio de temporada. Tres acciones negativas que demuestran la incapacidad total de un presidente que sólo tiene labia y nada más.

Pero sigo con Jordi Juan. Dice en su artículo que "La temporada pasada, Laporta dejó hacer a Rijkaard. De esta manera, el buen entrenador holandés perdió todo el crédito que había acumulado con un final de temporada de infausto recuerdo. La cortina de humo de código de conducta no ha tapado nada y este nuevo curso se está viendo una repetición del anterior. Laporta ha seguido dejando hacer a Txiki y este ha seguido dejando hacer a Rijkaard".

Es decir: que la política de este presidente es "dejar hacer", sin tomar nunca una decisión, y ésto es para sentirse satisfecho. Dice Jordi Juan que "Ahora ya no hay tiempo de cambiar nada". ¿En baloncesto sí y en fútbol no?.

Y termina diciendo que "los culés pueden sentirse un poco más optimistas tras la decisión de ayer. El Barça necesita al Laporta de sus orígenes, a un presidente en plena forma, que actúe y no contemporice. Que lo de Ivanovic no sea sólo producto de una rabieta y que obedezca a un cambio de rumbo".

Mire Jordi Juan: los culés ya no pueden sentirse optimistas con un presidente como éste. Y el Barcelona no necesita al Laporta de sus orígenes, porque ese no existe, fue la ilusión de un cambio, la necesidad de un cambio. Desde que llegó, sólo ha actuado para mal, a golpes de rabietas/a golpe de egoismo/ a golpe de prepotencia/ a golpe de chulería.

Este no es, desde luego, el JL que votaron los que le dieron el triunfo ansiosos de un cambio. Hoy, aquel cambio, necesita un nuevo cambio. Aunque se empeñen en salvarle continuamente de los semáforos rojos. Para eso están los empleados y ejecutivos: para que se los asignen.

En el Barça, desgraciadamente, NO hay señales de vida, por mucho que se empeñen algunos periodistas.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Ponga un Eto'o en su vida.

"La Vanguardia" se refería ayer a los jugadores azulgrana ausentes estos días en los entrenamientos. Titulaba (a toda página): "El Club de los desaparecidos". Y narraba los distintos tipos de ausencia de Eto'o, Zambrotta, Henry y Thuram. El diario era generoso y no añadía los nombres de Laporta e Ingla, éstos ausentes incluso del partido de Sevilla. El vice deportivo, porque prefirió irse a esquiar; y el presi, deprimido, por la escasa audiencia que tuvo su presencia en TVE y porque le sigue preocupando más el futuro (la política) que el presente (el Barça). Y no lo digo sólo yo. El pasado lunes, en "El País", Enrique Murillo decía: "El presidente, sin duda, está haciendo un curso por correspondencia CCC titulado "Cómo usar la fama futbolera para medrar en política" y en plena precampaña electoral está muy atareado con las clases prácticas".

En esta casa de Troya que es actualmente el hábitat de la directiva barcelonista que preside JL, ¿qué coño van a hacer los jugadores?. Lo que se les antoja. Y mucho más, si uno es del Camerún y se llama Samuel Eto'o, con mis respetos a todos los cameruneses.

No voy a escribir de las horas doradas de JL, ni del invisible Ingla. Voy a hablar de "los ojos de mi niño" que es Eto'o para los laportistas y para muchos de los que tampoco votaron laportismo que, como dejó escrito el ex presi Enric Llaudet poco antes de morir "somos setenta mil los que no le hemos votado".

Miren, Samuel Eto'o, tan fiero en el verde como fuera de él, hace lo que se le antoja en el Barça. Y lo hace desde el primer día. Y se va de viaje y regresa de viaje cuando quiere y cómo quiere. Y ya le pueden acompañar en el viaje Txiki Begiristain y el llamado directivo Perrín, que sigue haciendo lo que le pasa por las bolas. La directiva, a callar. Desde el presi al invisible, pasando por el amo de las cuentas. Todos a sus pies.

A su regreso hoy, cuatro días después de haber perdido la Copa Africa y además de no haber sido elegido -como esperaba- el Sex Symbol del torneo (trofeo que le ha arrebatado el ghanés "Macho" Agogo, el delantero del Nottingham Forest), se cumple exactamente un año de aquel día que decidió poner una bomba en el vestuario azulgrana y de cuyos envenenados efectos todavía no se ha recuperado el equipo, ante la callada por respuesta de toda la directiva. Aquella fecha en la que dirigiéndose a Rijkaard dijo: "Es de malas personas salir en una rueda de prensa a decir que no quise jugar". Y en la que también se dirigió a Ronaldinho para decir: "Un compañero dice que hay que pensar en el equipo. Pues bien, yo entreno hasta lesionado".

Ha pasado un año, Rijkaard está con una pata fuera, Ronaldinho con la dos, y quien puso la bomba en el vestuario, sigue haciendo lo que quiere en su finca particular que es el Barça. ¿Y cómo no lo va a hacer?.

Un día, estando el africano recuperándose de una de sus lesiones en su casa , se encontraban allí cinco periodistas y -!cómo no!- el ex (?) directivo Echevarría. En una de estas, Eto`o, exclama:

-¡Alejandro (por Echevarría), me apetecen unos churros!.

Y el directivo, o ex directivo (lo que prefieran), se pone la chaqueta y como un rayo sale por la calle Mandri en busca de una churrería para servir/servicialmente al caprichoso jugador. En menos que canta un gallo, allí estaba don Alejandro con los churros, de paso, con algunos más para los periodistas.

Si Samuel es capaz de hacer eso con el Cuñadísimo, qué no será capaz de hacer en los dominios de JL. Lo que quiera. Puede poner una bomba en el vestuario (13-2-07) y un año después seguir todo peor que antes. Y puede acabar de jugar un domingo a las seis de la tarde, y regresar cuatro días después, por muy secretario técnico y directivo que le acompañen. Y es que como escribió un día Antoni Puigverd en LV, su carácter es "sanguíneo, extremo, sulfúrico, pasional, intuitivo, extrovertido, arrauxat".

A Eto'o se le perdona todo. No hay quien le tosa. Los jugadores lo valoran en el verde, pero no le respetan ni valoran fuera. Es presumido. Muy presumido (ahí están su harén de coches de lujo y sus no menos cincuenta de relojes a cual más llamativo). Pero ese ego sólo comparable al de JL, le ha costado alguna vez más de un disgusto.

En su primera campaña como azulgrana, pudo ser pichichi, pero se quedó sin él. En la penúltima jornada de Liga se enfrentaban en el Camp Nou, Barça y Villarreal, que acabaron empatando a tres goles, con los tres marcados por quien le arrebató el pichichi, Diego Forlán. Cuando el uruguayo marcó el segundo tanto, Eto'o bajó enfurecido hasta donde estaban sus defensas y Valdés, y les dijo: " yo también sería pichichi con esta puta defensa...". El cabreo le duró toda la semana. A pesar de aquellos tres goles de Forlán, aún existía la posibilidad de alcanzarlo en la última jornada en que el Barça jugaba en San Sebastián. Pero, con la liga ganada, algunos titulares se desapuntaron del partido y otros jugaron como si el camerunés no estuviera. Naturalmente, se quedó sin pichichi.

Y es que su propio entrenador, Frank Rijkaard, una noche, en el autocar-rúa con el que celebraban un título, con toda la plantilla que les salía la cerveza por la cabeza, le cantó eufórico al camerunés: "Si quieres ser más pichichi, hay que ser menos egoista/ si quieres ser más pichichi, hay que ser menos egoista...".

Y es que Rijkaard, al igual que la mayor parte de la plantilla, le valoran con las botas en el campo, pero no le valoran vestido/enjoyado, con el móvil siempre en marcha, "con línea directa con JL", como él mismo ha presumido. Y es que Eto'o, además del presi y del cuñadísimo, tiene una legión de prensa a sus pies. Empezando por su "hermano", el rey de las ondas nocturnas, y pasando por el "zorro plateado", que han sabido publicitar cada gol suyo como obras de arte. Y goleadores, y pichichis, siempre los ha habido en el Barça y para sacarse el sombrero. Desde Mariano Martín a César, pasando por Re/Rexach/Krankl/Quini/Romario/Ronaldo...y ha podido tener más, si Terry Venables no se empeña en Archibald, cuando Minguella ya tenía a Hugo Sánchez en Barcelona dispuesto a firmar por el Barça, o si el profeta no se empeña en enviar al córner a Gary Lineker y a robarle minutos a Julio Salinas.

O sea, Samuel Eto'o, por marcar algunos (pocos) goles más que Ronaldinho en los cuatro años que llevan juntos, siendo uno rematador y el otro creador, tiene bula para todo. Y es que los goles del camerunés arman mucho ruido, y son repetidos en los Telenoticies para engordar su ego y el de su presi, e incluso se repiten en los telediarios madridistas para alegrar a Calderón y joder a Florentino.

La suma de todas estas cosas han engrandecido más la vanidad/el ego de quien ahora es el mandamás después de JL. Prueba de ello es que un año después de aquella bomba explosiva, que dinamitó para siempre el vestuario, se toma la licencia de regresar de su país cuando le sale de las bolas, por mucho Código interno que dice existe.

Y termino con unas palabras que le dedicó Carlos Toro en el diario "El Mundo" en las que decía: "Eto'o, antílope cabrío que tira al monte, está dando en parte la razón al Real Madrid, que vió rápidamente la naturaleza cerril y turbulenta de su artista adolescente. El camerunés es un jugadorazo. Pero el talento no es una patente de corso ni debe situarse por encima de otras virtudes puramente personales, como la modestia, la obediencia y la discreción, aplicables cotidianamente a cualquier actividad humana".

Y punto final: "Los cementerios están llenos de gente imprescindible".

martes, 12 de febrero de 2008

Confidencial/Ronaldinho

Hoy, voy a escribir de Ronaldinho. Sobre el ídolo caído y/o, si lo prefieren, sobre ese juguete roto como ya ha sido calificado por algún periodista-portavoz del club. Porque hay periodistas y periodistas. Y algunos, en esta historia del Gaúcho, se sienten más cómodos actuando de Miguel Angel Rodríguez o Rosa Conde, que ejerciendo su profesión, y olvidando que a quien se deben es a sus lectores/oyentes/espectadores.

Claro que estos periodistas que se alegran entusiásticamente de la situación actual del ex-10, y que durante cinco años han formado parte del colectivo incenciario del brasileño, no son los únicos culpables de que Ronnie sea una sombra de la sombra de lo que fué y que, en el Barça, ya parece improbable -y hasta imposible- que vuelva a recuperar aquella magia que contagió a todos, incluídos rivales y adversarios que acabaron aceptando que aquella sonrisa vistiera los colores que vistiera. Y es que en los últimos años, después de la irrupción de Ronaldo y Zidane, no ha habido jugador más explosivo que Ronaldinho.

Ni Kaká ni Cristiano Ronaldo, por buenos/muy buenos que sean. Ronaldinho ha sido punto y aparte. Lo que sucede es que en el Barça ha durado cuatro años, que ya es un milagro, teniendo en cuenta que de entrada ya tuvo una fuerte oposición desde dentro del club. Cruyff y Txiki preferían a Aimar, y Laporta también, pero en aquel momento, recién salido de las urnas, no tenía los suficientes atributos cómo para enfrentarse a Rosell que disponía de poder/imaginación/influencias y llaves para conseguir la liquidez nacesaria, o los avales suficientes, para que la operación no se frustrara. Y si había que hablar con el presidente de La Caixa, con el Banc de Sabadell, con Nike, con el Manchester, con Florentino Pérez, o con la Koplowitz, hablaba. Y si había que pasar por encima del cadáver de Cruyff, pasaba. Pero Ronaldinho no se perdía.

He seguido, desde entonces, toda la evolución del Gaúcho en Barcelona y en el Barcelona. Desde su primer hospedaje provisional en el Hotel Arts, pasando por su primera cena en el restaurante "Botafumeiro", en Mayor de Grácia, hasta hoy.

He sido un observador privilegiado de sus hazañas y heroicidades deportivas. De la fantasía de su juego y de sus goles/golazos desde medianoche a pleno día. He seguido todo el proceso Ronaldinho. De cómo devolvió la alegria y la ilusión al Barcelonismo, ya en el primer año, cuando no había más crack que él. ¿O nos falla la memoria?. Ya en aquel año, la remontada del equipo fue tan impresionante y espectacular, que la Liga dura dos semanas más y ya conquista su primer título. Y aquel equipo era Ronaldinho y cuatro mas (Márquez, Puyol/Xavi, el cuestionado Valdes, y el refuerzo final de Davids). Y punto. Overmars estaba en el desguace, Luis Enrique a punto de jubilarse, Kluivert no contaba, Gerard en su mundo. Y Rijkaard confíaba más en Sergio Santamaria (¿dónde está?) que en el portugués Quaresma y que en el canterano Sergio García, hoy triunfante en el Zaragoza, a punto de dar el salto a la Liga inglesa.

No olvidemos que Rijkaard, una noche, cenando en casa del profeta, se llegó a preguntar: "¿Y qué hago yo con Ronaldinho?". "¿Dónde lo pongo yo?", ante la satisfacción de Cruyff. Ni olvidemos que el staff técnico, desde Txiki a Rijkaard, pasando por Eusebio, daban por bueno el fichaje del defensa Mario dado que confiaba poco o nada en Puyol. Y que ese mismo staff técnico que hoy sigue mandando, tenía puestos los ojos en un jovencísimo delantero, Oriol Riera. Para ese staff, la "perla" no era Messi, era Riera.

Con Cruyff cabreado por el fichaje del brasileño, con Rijkaard sin saber que hacer con el gaucho, y con Laporta sin mojarse plenamente, dando el visto bueno al fichaje de Ronaldinho más con el deseo de que el entonces vicepresidente deportivo se estrellase y ya no se metiera en el terreno acotado para él y sus huestes, comenzó la hora deslumbrante de Ronaldinho. Y como los vientos eran favorables, salvo Cruyff (que seguía sin escribir una puta línea en favor del brasileño), todos se sumaron al "efecto Ronnie". Entonces, el que sobraba, el que molestaba era SR, que era el obstáculo principal para Laporta/Soriano/Ingla/Echevarría pudieran mangonear/prometer/ y fotografiarse junto al nuevo gran ídolo.

Una vez fuera del club Rosell (el que lo había traído, fichado, proyectado y protegido ) había tortazos entre los directivos-figurantes por intentar lograr la amistad de Ronnie. Al precio que fuera. Era una subasta por ver quién lograba ser más y mejor amigo del nuevo ídolo, aunque se molestara JC. Pero por muchas cenas, promesas millonarias y perros monumentales que le ofrecieran, Ronaldinho, que era (es) muy suyo, no lograban ceder su amistad. Se dejaba querer, pero nada más. Echevarría lo intentó todo, pero no ha pasado de Jorquera y de Etoo.

Laporta ya tenía a "su" Etoo. Pero no era suficiente. Y dado que seguía sin poder hacerse con el cupido del brasileño, en un ataque de furia, fue en busca de Thierri Henry, al que le acompañó Soriano, soñando los dos con una nueva estrella para el equipo y sobre todo fiel a ellos. Pero ha sido también un fiasco.

Paralelamente, se necesitaba más munición para destruir al mito-Ronnie, más por infidelidad que por rendimiento. Y el ventilador se ha puesto de nuevo en marcha. Se ha jaleado la vida privada y nocturna del brasileño hasta en el desaparecido Aquí hay tomate. Pero en las andanzas del gaúcho no había nada de nuevo que no se supiera y que no hubiera pregonado ya en París su entrenador de entonces, Luis Fernández: "Con un Ronaldinho al 100 % el PSG hubiese sido campeón de liga en Francia con diez puntos de ventaja. Pero, para ello, hubiera sido preciso que me lo llevara a mi casa y que lo tuviera bajo mi control las veinticuatro horas del día".

Ronaldinho y su hermano Roberto sólo respetaban y temían a Rosell, pero éste, al lavarse las manos y desentenderse de todo tipo de egoismos (de la pareja y de la directiva), ha hecho que la caída ha sido más dura.

Digamos, sin embargo, que Ronaldinho no ha engañado a nadie. Pero son tantos/tantos los enemigos existentes, que se han convertido en demasiadas cuerdas para un sólo violín. Demasiada gente (algunos sin escrúpulos) disparando sin piedad. A quemarropa.

Toda la directiva en contra. Diciendo que le aman, pero le odian. Mucha prensa siguiendo la consigna pastoral del jefe (JB) de los pastores disparándole a matar.

Los amigos del vestuario se han quedado en el camino. Motta dolido, porque pudo hacer algo más para que pudiera seguir aqui. Juanjo Castillo, dolido, porque sabe que pudo hacer algo más que dejarlo a los pies de los caballos. Y Deco, cada vez más distanciado. Y éstos tres, eran su triángulo mágico. Los que saben todo, y más.

Su hermano Roberto, preocupado (como siempre) por recaudar. Su hermana Deisy, un desastre como relaciones públicas, y ahora además enamorada de un amigo del ex españolista Costa, con lo cuál, si en nada le ayudaba, ahora menos. Doña Miguelina, encantada de haberse conocido, y feliz con grabar spots, que se acaban. Y a su hijo Joao, viéndole de pascua en pascua.

Lo único que le quedaba, que parecía íba viento en popa, sin intereses económicos de por medio, era su luna de amor con Lindsay, la hija de Rjkaard, tan bella y atractiva, sanísima persona, que también se ha evaporado.

¿Qué le queda, pues, a Ronaldinho?.

Sólo le queda dinero, egoismo, soledad y una depresión de caballo al verse suplente, del suplente, y cercado por toda una sociedad que lo había puesto en lo más alto del pedestal y que ahora le está echando.

Y le queda, de momento, Messi. Pero veremos qué dura. Porque el argentino ya está en el punto de mira de muchos de dentro y de algunos de fuera. Y en este llamado círculo virtuoso, no hay compasión ni piedad.

sábado, 9 de febrero de 2008

Y el vice deportivo, esquiando.

Este Barça ya no es el Barça. No se parece en nada. La directiva pasa. Del primero al último. Sólo les interesa para estar en el palco/para sus asuntos personales/como trampolín de sus ambiciones particulares. Y la forma de actuar de los dirigentes se refleja, como es natural, en el terreno deportivo. Laporta, después de darse un baño de masaje en TVE, ha desaparecido. No estuvo en Vitoria con el basket respaldando al equipo que más millones de euros ha costado en la historia del club (y de Europa), ni estuvo en Sevilla, quizá porque no estaba Etoo, bien arropado en Africa por Txiki Begiristain y Perrín.

¿Me quieren decir qué coño hace Txiki Begiristain en África en un torneo televisado y cuyos jugadores-participantes son archiconocidos por todos...?. De turismo puro y duro. El Barça tiene un secretario técnico que sólo viaja con el Barça y que sólo le interesa Etoo y Thierri Henry, los ojos del presidente.

Que Perrín haga lo que quiera, si es que paga él, porque supongo que estos viajes de placer no los pagará el Barça, ¿no, Laporta?, ¿no, Soriano?.

Y ya que hablamos de placeres, capítulo aparte merece el nuevo vicepresidente deportivo del club, Marc Ingla, que si para él las secciones no existen, ahora tampoco existe el fútbol desde que JL decidió nombrarle máximo responsable deportivo. Ingla no está para perder el tiempo e ir a Sevilla para ver a "este Barça". Y, naturalmente, entre Andalucía y Canadá, y entre el fútbol y el esquí, no dudó un instante. Se fue a Canadá a esquiar. O a reflexionar, como diría JL.

Y al equipo, que lo zurzan.

Bajo estas premisas, el Barça jugó en Sevilla bajo esta nueva magia que es jugar "a la italiana de ayer". Y digo "de ayer", porque ya, ni en el calcio, se juega a este cerocerismo de los viejos tiempos de Maldini-padre o del Tío Benito y Maguregui en España.

Llevamos ocho partidos consecutivos, los cuatro últimos de Liga y los cuatro de Copa, en que la delantera Fantástica que nos vendieron en verano ha marcado ocho goles. !Ocho!. ¿Dónde está el súper Thierri Henry del que nadie habla....?. Se habla únicamente de Ronaldinho que está mal/rematadamente mal. Pero es lo normal y lo natural. No hay ser humano que soporte la deshumana campaña orquestada contra el brasileño desde el interior del club. Es que al gaúcho ya no le quedan fuerzas ni imaginación para sacar faltas. La destrucción de su figura ha sido tan monumental que ya le va a resultar casi imposible levantar cabeza.

¡¡Si JL y su séquito han conseguido acabar con Ronaldinho, de la misma manera que el ya desaparecido "Aquí hay tomate" ha logrado acabar con la Pantoja!!. Claro, que, al final, la folclórica y las fuerzas-reales han terminado por enterrar también el programa.

En el caso del Barça sólo falta saber si al final, el único muerto será el brasileño, o también se verá acompañado en su fúnebre marcha.

!Ah!, del partido de ayer, más de lo mismo. Unos primeros cuarenta y cinco minutos lamentables donde si no es por Valdes (como siempre, al igual que Casillas) el Barça encaja cinco goles. Cinco, por no decir seis. Y Rijkaard sin enterarse. Y un segundo tiempo, con cambio de protagonistas. La estrella-Thierri Henry, agotada por no hacer nada, y con un gol en contra, sustituida por la estrella-devaluada Ronaldinho, que sin hacer nada del otro mundo, al menos hizo que Messi se sintiera más feliz en el terreno de juego con él que con el galo, brindando algunas jugadas de su maestría. Y gol del no menos puteado Xavi. Y es que aquí, ahora, Iniesta se lleva la gloria, y Xavi es quien resuelve.

Y el Barça, sin Thierri y con el desmoralizado Ronnie, aún estuvo a punto de ganar. Y pudo vencer. Pero también perder en el segundo final en una galopada impresionante del joven ex azulgrana Capel al que Oleguer todavía busca. Y me temo que hoy, le sigue buscando. !Dios mío!, que Oleguer siga estando en el Barça sólo pasa en un club con un presidente como JL, un secretario técnico como TB, un entrenador como FR, y con un vicepresidente deportivo (MI) esquiando en Canadá.

Todo fue un sueño.

viernes, 8 de febrero de 2008

Gente que he conocido: Juan A. Fernández Abajo.

Se ha ido uno de los grandes comunicadores deportivos y no deportivos del país. Juan Antonio Fernández Abajo, un aragonés de Zaragoza, formado y forjado en Cataluña. No hace mucho tiempo perdió a su hermano José Luis, muy conocido en las retransmisiones catalanas por su popular "Con la verdad por delante". Pero José Luis, aún siendo un excelente radiofonista deportivo (transmitió algunos partidos por TVE) no alcanzó nunca la fama/popularidad/indiscutibilidad de quién nos acaba de dejar.

Juan Antonio Fernández Abajo ha sido uno de los grandes monstruos de la palabra. Sus defectos (que tenemos todos) hay que buscarlos fuera de los micros y platós. Retransmitiendo, tanto en radio como en televisión, fue un número uno. Yo diría que junto a Matías Prats (padre), Enrique Mariñas (padre), Miguel Angel Valdivieso y José Félix Pons, son las voces radiofónicas más sobresalientes que han dado las ondas deportivas españolas. De esa baraja de ases, sólo queda en vida Pons, que aún, de vez en cuando, pone voz en algún doblaje.

Esos cinco, tan diferentes los cinco, han marcado toda una época. Y no me olvido de los Miguel Ors/Joaquín Ramos/Guillermo Fernández/José Angel de la Casa. Pero aquellos cinco fueron punto y aparte. Como en catalán ha marcado (marca) toda una época Joaquín María Puyal, y en el fútbol-plus, Carlos Martínez.

Pero Juan Antonio Fernández Abajo fue más que un comunicador deportivo. Hizo todo tipo de programas. Deportivos y no deportivos. Fue, durante un tiempo, el compañero en las ondas de Marisol del Valle (la tía-abuela de la princesa Letizia) en la desaparecida Radio Peninsular, emisora en la que hizo de todo: magazines/concursos/y espacios de cine, una de sus grandes pasiones.

En Radio Nacional cultivó más el deporte. Estuvo presente en la etapa de oro del tenis español, la de los Santana/Arilla/Couder/Gisbert/Orantes, compitiendo también, con otro monstruo de la comunicación, Juan José Castillo. Uno en la radio y el otro en la tele. Curiosamente dos aragoneses de nacimiento que desarrollaron su extraordinaria profesionalidad desde Barcelona.

A Juan Antonio Fernández Abajo muchos le recuerdan también por haber dirigido y presentado en RNE, "Radio Gaceta de los Deportes", uno de los mejores programas deportivos/deportivos que ha dado la radio española y que ha mantenido con éxito y categoría Juan Manuel Gozalo, hoy en la creciente Radio Marca.

Pero Juan Antonio Fernández Abajo ha hecho otras muchas cosas más. Su imaginación/creatividad/ y talento, junto a la inquebrantable seguridad de su voz, su frialdad ante el micro y las cámaras de televisión, y el dominio del idioma español, le convirtieron en un icono de la comunicación.

Fue el introductor de la "moviola" en España, la repitición de las polémicas jugadas de los partidos del domingo. Antes de popularizarla Pedro Ruiz en el "Estudio Estadio" que dirigían Fernando Ors y Luis Prados de la Plaza, Juan Antonio ya la había puesto en marcha en "Más lejos", un espacio de deportes de la segunda cadena (La 2) cuando ésta cadena todavía no cubría todo el territorio español. Y lo digo con conocimiento de causa, porque estaba yo con él en Roma cuando vimos ese novedoso sistema en la RAI.

Fue también Director de Deportes de TVE durante la transición, con Rafael Ansón de director general. Ansón convocaba las reuniones a las ocho de la mañana, lo que era un suplicio. Ese cargo le creó los primeros problemas y enfrentamientos en la casa. Juan Antonio tenía un carácter muy especial, muy suyo, y se creyó que ser Director era ser quién unicamente mandaba, y eso nunca ha sido, ni es, ni será, en esa santa casa. Pero se lo creyó y fue un error.

Recuerdo que durante una estancia nuestra en Noruega, en un seminario de televisión a quinientos kilómetros al norte de Oslo, rodeados de renos por todas las partes, le dije que si quería seguir siendo responsable de deportes y hacer "cosas nuevas", tenía que dar un giro radical en su actitud ante otros jefes-de-por-vida y si no lo hacía le acabarían haciendo la cama. Él mantuvo su orgullo y no cambió, y naturalmente cayó del pedestal. El problema es que Juan Antonio, más que creerse a Ansón, se creyó al ministro de Información de entonces, Andrés Reguera Guajardo, que aunque era ministro, su auténtica pasión era el fútbol (fue presidente del Comité de Competición) . En una cena, el ministro Reguera le dijo: "Juan Antonio, tu adelante con todos tus proyectos, que aquí estamos para respaldarte". Y le hizo caso, pese a que esa misma noche, a la salida de Zalacaín, Rafael Ansón le dijo: "Aunque el ministro y yo te respaldemos, no olvides nunca que los ministros y los directores generales estamos de paso...".
Siguió erre que erre. Y es que a Juan Antonio Fernández Abajo, un profesional excepcional del micro, los platós de televisión le transformaron. Especialmente a raíz de que TVE le brindara la oportunidad de presentar "Tarde para todos" y "Siempre en domingo", dos programas ómnibus para toda la tarde del domingo, en una televisión que era única en el país. Aunque ya sabía lo que era la fama y la popularidad, tanto por sus retransmisiones como por otros espacios no deportivos que había presentado desde Miramar, aquellos dos culebrones de los domingos desde Prado del Rey le convirtieron en un personaje extraordinariamente popular. No podía ir a ningún sitio, acorralado por la popularidad. Cada domingo eran más de quince millones de espectadores los que le contemplaban.

Juan Antonio Fernández Abajo que parecía indestructible, fue destructible. Y el extraordinario comunicador y genio de la radio bien hecha y la televisión bien hecha (en blanco y negro y en color) cedió a la monstruosidad de Prado del Rey del Madrid maligno, olvidándose de sus orígenes en Passeig de Grácia y en Miramar donde construyó su extraordinaria profesionalidad.

Sobre este fenómeno de las ondas que nos ha dejado, podrían escribir algunas personas que bien le han conocido. Desde Jordi Arandes, el director que le dió las grandes oportunidades de su vida, pasando por José Félix Pons, compañero y amigo de tantas odiseas, vecinos durante años del mismo edificio de Passeig de Sant Joan.

De aquel póker de ases, ya sólo queda (y ojalá por años), precisamente José Félix Pons. Pero de JAFA nunca nos olvidaremos, porque comunicadores/presentadores como él, no nacen cada década.

jueves, 7 de febrero de 2008

Pau Gasol y Joan Laporta.

Un barcelonista/un catalán ha sido -es- estos días centro de atención de todos: Pau Gasol. Su debut con los Angeles Lakers ha sido, en Estados Unidos, la principal noticia deportiva del Supermartes, a pesar que el desafío/duelo entre Hillary Clinton y Barack Obama, colapsaban toda la información. Pero en medio de ese tsunami de las primarias norteamericanas, ha habido sitio/lugar para anunciar la presencia del noi de Sant Boi con la mítica camiseta de los Lakers. "El mejor fichaje desde Shaquille O´Neal" doce años después.

Pau Gasol llegó al Barça siendo un niño desde el Básquet Llor de Sant Boi. Desde el primer día, los técnicos azulgrana (Joan Montes a la cabeza) pulieron aquel diamante llovido del cielo catalán. Pau se hizo/se formó/se engrandeció con la camisola blaugrana. De júnior ya era una maravilla: lideró un Barça intratable en el campeonato de España junto a su amigo Navarro y una selección maravillosa que ganó el oro de su categoría con los Raúl López, los Gabriel, los Cabezas, los Berni y, como no, con su inseparable Bomba.

Al escaso tiempo de debutar en el primer equipo de la mano de Aito, recuerdo un escrito de Juanma Inturriaga en El País en el que decía: "Es un talento de tal calibre que no es aventurado prever que sus días en España están contados".

Dicho y hecho.

En plena carrera hacia el cielo de las estrellas, "El Mundo Deportivo" lo elegía El Mejor Deportista del Año, y "El Periódico" de Catalunya lo designaba "Catalán del año". Con veinte años era ya el no va más entre los grandes deportistas.

Lógicamente, el Barça no pudo frenar la infrenable carrera del mejor jugador de basket español que ha dado la historia de este deporte nacido, como la mayoría, en esta tierra. El Barça no pudo impedir su marcha a Memphis, pero antes, Salvador Alemany (entonces responsable de la sección) y Pau firmaron un importante documento en el que decía/dice que en caso de regresar a Europa, el Barça tiene los derechos del jugador.

Es decir, Pau Gasol, sigue atado por un contrato con el FC Barcelona. Y aunque no existiera tal contrato, Pau sigue considerándose culé por convencimiento/sentimiento/y agradecimiento. Y al igual que Pau, está el caso de su hermano menor Marc, que si hoy no está en el Barça (aunque sigue teniendo contrato) y defiende los colores del Akasvayu de Girona es por la torpeza de los actuales dirigentes barcelonistas, con Laporta a la cabeza.

Los Gasol han sido/son/ y serán barcelonistas, como no renuncian a ser de Sant Boi de Llobregat. Los Gasol son gentes de palabra y de principios. Es decir: todo lo contrario de lo que hoy abunda en la presumida y prepotente junta laportista.

Me he puesto a escribir sobre Pau Gasol porque desde hace días me quema una pregunta que no quiero dejar más pasar. ¿Por qué usted, señor Laporta, tan aficionado a los viajes por todo el mundo desde que es presidente de la entidad, no se ha dignado en esta ocasión, a estar presente en ese acontecimiento mundial que ha significado el estreno de Pau con Los Ángeles Lakers?.

Si una vez estaba justificado/justificado un viaje era justamente éste. Pero no. Usted ha preferido, como siempre, el ego personal de salir en una televisión, antes que arropar moral y sentimentalmente a un jugador forjado en el Barça y tan catalán o más que usted aunque haya nacido en Sant Boi de LLobregat.

Lastimoso y penoso. ¿Y usted dice que hay que hacer País?

martes, 5 de febrero de 2008

Laporta, en "59 mentiras".

Ahora, como "El Rondo" ya no está en TVE, Joan Laporta ha vuelto a la que ya vuelve a ser su casa (como lo fue hace unos años hasta ser elegido presidente del Barça). Regresó, casi bajo palio, a un esquema de programa de corte político, "59 segundos", como anticipo de ese futuro político con el que sueña. Y, además, la invitación era en la tele de Sant Cugat, a cuatro pasos de donde dicen que vive.

Todo, pues, quedaba en casa. No iba, pues, al matadero. Todo lo contrario. Era ya conocedor que allí le aguardaba la eterna sonrisa/sonrisa de María Casado y que no estaban gentes como Miguel Rico (la estrella caída de La última), ni Andrés Astuells (aún con medio riñón), ni Manuel Trallero (la columna que no lee), ni tan siquiera Jorge Javier Vázquez, ahora en el paro.

Sabía que, de tomate, nada de nada. Como, naturalmente, no lo hubo.

Y es que la tele le hizo un traje a su medida. Dos directores de diarios deportivos (Nolla/Vehils), que para seguir siendo directores y gozar de las promociones venideras tienen que incordiar lo menos posible al repartidor-del-bazar. Un ex del "Avui", Vicent Sanchís, cuando podían echar mano del director titular (Xavi Bosch), pero con el riesgo de que a a éste le saliera su vena de socio/socio. Un periodista economista (Ureta), que conoce tanto los poderes que se dedica a señalar pero no a golpear. Y dos mujeres. Dos mujeres que, evidentemente, no iban a ser ni Cristina Cubero, ni Pilar Calvo, no se fuera a resfriar el presidente. La cuota femenina estaba representada por una barcelonista de siempre (Magda Oranich), cada vez más preocupada porque el Barça sea una ONG que un club de fútbol. Y Pilar Rahola, cada vez más conservadora, y ya no digamos si quien tiene enfrente es Jan. La propia Rahola lo escribió un dia en El País:

"Joan Laporta i Estruch, conocido entre nosotros como Jan, forma parte de lo mejor de mi vida robada a la vida. Perdonen la confidencia. Quiero decir que Jan es uno de esos amigos de verdad surgido en algún momento lejano del pasado y proyectado para siempre en los deseos del futuro.". Y la Rahola añadía: "No soy objetiva con Jan Laporta. Mi estima profunda por el amigo, mi respeto por el dirigente nato que siempre ha sido, mi admiración por el hombre brillante que es me obligan a mirar desde una lupa distorsionada, la lupa de la subjetividad."

Con estos precedentes asistimos a cualquier cosa, menos, claro, a un debate. Sólo faltaban Cruyff y el de los fogones del Majestic.

Por si los ingredientes no fueran suficientes, la presentadora sonriente, la Casado, le dió las gracias por su presencia "al ser una persona tan cara de ver". Y es que esta chica, con tanto puente aéreo, debe ser la única persona que no ve/lee/y escucha al presidente que más ha salido en los medios de comunicación en los últimos cinco años. Ya sólo le falta aparecer en el spot de Natillas, lo que no es descartable a este paso.

¿Qué quieren qué les diga de esta farsa televisiva?. ¡¡¡Si el propio Laporta se despidió del programa diciendo que "me lo he pasado muy bien"!!!. Cuando un personaje acude a un debate periodístico y se despide de esta manera, sobra cualquier comentario.

Las mentiras-respuestas a las preguntas-adornadas, fueron las de siempre: la economía una maravilla/el equipo una maravilla/el entrenador una maravilla/los jugadores una maravilla que "hasta hablan y entienden catalán, como Ronaldinho".

Tuvo interés en subrayar las grandes virtudes de Angel María Villar, "un presidente neutral, del Athletic". Y hablando de neutralidad dijo que en las elecciones no será neutral, apoyará a uno de los suyos, es decir, como los presidentes de países banareros que quieren decidir quién será su sucesor, olvidándose de aquella carta que Enric Llaudet, como ex presidente y ex socio del club, escribió en "La Vanguardia" poco antes de morir en la que le decía "que no se olvide que somos algo más se setenta mil los socios que no le hemos votado".

Y para que el debate pareciera que era un debate, hasta salió el nombre de Sandro Rosell. Pero su respuesta, fue el disco rayado de siempre: "inmadurez y resentimiento".

En fín, un "59 mentiras". Un masaje completo, en el que sólo faltaba la Preysler para darle el toque filipino.

Lo único bueno del "59 segundos" de ayer es que el barcelonista auténtico/universal, llegaba después en el Plus: Pau Gasol. Si no es por esto, al patriota catalán y a la televisión sólo lo aguantan Godall, Soriano, Perrin, Murtra, Thuram, Ezquerro y Thierri Henry.

Ni Rijkaard, ni Ronaldinho, ni Deco, ni Márquez. A esas horas, no estan para esos coñazos.

lunes, 4 de febrero de 2008

Rijkaard se sacó la careta.

Hasta ahora he tenido siempre a Rijkaard por un buen tío. Un mal técnico, pero una buena persona. Ahora, ya comienzo a dudar de su capacidad humana. Un entrenador con personalidad, con buen corazón, no humilla al líder que ha tenido el equipo en estos cinco años. Y es que su decisión de ayer, de sacarle faltando veinte minutos, cuando el campo estaba peor que nunca, y la lluvia apretaba, no es decisión ni de un buen entrenador ni de una buena persona.

Ayer, Rijkaard, se sacó la careta en pleno carnaval. Mirando al palco de las vanidades dijo/preguntó "ahora, ¿a las fieras?". Y buscó el peor momento, el más deprimente, el de mayor vergüenza para echarlo a los leones.

Ya está claro que Rijkaard es un aliado de Laporta/Cruyff y y se ha sumado también al carro de Ben Hur dispuesto a participar en la hoguera colectiva que participe del festejo de quemar al gaucho. Aquí, las fallas que se preparan son de carne y hueso, y el brasileño tienen todos/todos los números para ser la traca final.

Pero en cuanto no llega ese momento, hay que decir que la Estrella Gala, fichado a bombo y platillo por Laporta/Soriano para desviar la atención del fracaso anterior y de paso eclipsar al brasileño, es, hasta la fecha, una estafa a nivel casi del cuento chino que nos vendieron. Digan lo que digan las portadas-botafumeiras o los micrófonos-drolma, hasta hoy, Thierri Henry, jugando 500 minutos más de Liga que el brasileño, sólo ha marcado seis goles, los mismos que el gaucho. Pero uno es dios, intocable (Henry) y el otro (Ronnie), el diablo.

Y una cosa para finalizar. En los últimos siete partidos (tres de Liga y cuatro de Copa) el equipo sólo ha sido capaz de marcar cinco goles. Digo bien: cinco. Que sepan bien Rijkaard y de paso Laporta/Cruyff y "la claca" de turno, que los socios y aficionados barcelonistas siempre han acudido al estadio para ser "pichichis" y nunca jamás para ver "zamoras".